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Identidad

El mundo fetichista de las uñas de los pies

¿Alguna vez te has puesto cachondo con una pedicura sexy? ¿Y qué opinas de comerte las uñas cortadas de los pies de otra persona? Hablamos con mujeres dominatrix y con sumisos sobre el desconocido mundo del fetish podal.
Photo by Kelly Knox via Stocksy

Hacia el final de 2015, el político británico Simon Danczuk fue expulsado del Partido Laborista al descubrirse que había estado intercambiando mensajes sexuales con una chica de 17 años que había contactado con él por un posible trabajo en su oficina electoral de Rochdale.

Recientemente se supo que la adolescente en cuestión, Sophena Houlihan, también era una dominatrix en internet. Uno de los servicios que ofrecía, según el periódico Sun y muchos otros tabloides británicos, era "vender sus uñas de los pies a pervertidos" por £10 la bolsa. Como alguien a quien normalmente le dan asco los pies, yo me sentí intrigada. ¿Iba en serio? ¿Quién cojones quiere comprar una bolsa de uñas cortadas de los pies y con qué motivo?

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Así que recurrí a Google, arruinando para siempre mi historial de búsquedas en internet en el proceso. A pesar de que parece algo bastante minoritario, en realidad hay mucha gente ahí afuera que se pone cachonda con las uñas de los pies, ya sean cortadas o todavía unidas al resto del cuerpo. Sitios web de venta no adecuados para ver en el trabajo como ebanned, Fetishnails y Extra Lunch Money están llenos de catálogos de uñas cortadas, que van de los 10 a los 30 dólares la bolsa. También hay cientos de mujeres dominatrix que ganan una buena pasta a costa de los fetichistas de las uñas de los pies anunciando este tipo de mercancía en sus sitios web personales o en sus cuentas de Twitter e Instagram.

Hablé con Mistress Sade, una dominatrix de Nueva York, acerca de por qué querría nadie comprar las uñas cortadas de los pies de otra persona. Me dijo que, aunque ella no vende sus uñas cortadas, sí se las envía a hombres que han tenido sesiones con ella como regalo si ellos se lo piden. "Se trata de algo que he visto más en internet que entre los sumisos que experimentan sesiones conmigo. Al menos en el caso de la gente con la que interactúo, los sumisos que me piden uñas de los pies suelen ser gente que vive demasiado lejos como para acudir a mis sesiones de forma habitual", afirma.

Explicó a Broadly que los sumisos interesados en sus uñas cortadas de los pies normalmente las quieren como medio para adorarla. "Muchos lo describen como una forma voluntaria de humillación, de rebajarse, pero también como un sacramento o forma de devoción mediante los cuales pueden consumir o poseer algo que su diosa ha desechado".

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Megara Furie, una dominatrix de Glasgow, Reino Unido, empezó a recoger y después vender sus uñas cortadas de los pies hace unos cinco años, tras oír hablar de otra ama a la que se las habían solicitado. "Solía enviarlas con bastante frecuencia. Sin embargo, me veo obviamente limitada por mi biología, de modo que el primero que llega es el primero que las recibe, y cobro 30 dólares por cada juego", explica.

Mistress Sade empaqueta las uñas de sus pies en bolsas para entregar a sus clientes. Foto cortesía de Mistress Sade

Cuando le pregunto qué suelen hacer con sus uñas de los pies los hombres que las compran, me dice que normalmente también le piden instrucciones junto con el envío del "tesoro".

"La desviación sexual que yo practico es estrictamente consensuada, pero normalmente les digo que las mastiquen un rato y luego se las traguen", me cuenta. "De todos modos imagino que es lo que hacen generalmente con ellas, pero me encanta la idea de imaginar a mis súbditos comiéndose las uñas de mis pies".

Comerse las uñas de los pies de una dominatrix parece ser un método bastante común de degradar a un sumiso. Toenail Eating (enlace no apropiado para ver en el trabajo) es un blog dedicado a la dominación femenina mediante las uñas de los pies y muestra diversos vídeos de gente comiendo uñas de pies –de forma obligada– junto a descripciones como "El ama Tina es una chica gótica de pies sudorosos que disfruta humillando a perdedores como su esclavo. Él no tiene otra opción, está capturado bajo la mesa de la oficina y Tina está lista para darle las uñas de sus sucios pies", o bien "La caliente Jenny tiene algo especial para ti. Se va a cortar las uñas de los pies hoy y desea obligarte a comértelas. Ya no las necesita, así que puedes tragártelas. ¿Estás preparado, comeuñas?".

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Yo soy más de apreciar una buena pedicura, y la pedicura francesa es mi favorita de toda la vida

Este sitio web incluso ofrece útiles tutoriales para el cuidado de los pies y responde la pregunta de si comerse las uñas de los pies de otra persona puede hacer que caigas enfermo. Solo por si te lo estás preguntando, esto es lo que aconseja Toenail Eating: "Las uñas de los pies están compuestas de queratina y células epiteliales muertas, no es nada peligroso, pero podría ser un riesgo comerlas de todas formas si piensas en los afilados y puntiagudos bordes de una uña del pie… podrían dañar tu estómago".

Por supuesto, además de formar parte de un ritual de humillación BDSM, hay un enorme vínculo entre los fetichistas de las uñas de los pies y los adoradores de pies o podófilos, también conocidos como fetichistas de los pies. En este caso, sin embargo, se trata más bien de una adoración por las uñas de los pies de una persona mientras siguen unidas al pie, en lugar de cortadas. "Algunos esclavos se centran en la pedicura de la dominatrix y les gusta ir al salón de belleza con ellas para ver cómo se la hacen", indica Sade. "A la gente que le gustan mis pies también les gustan mis uñas y los distintos colores que me pongo, pero los fetichistas de uñas se centran un poco más en el esmalte, en rascar, en hacer cosquillas y en la longitud de las uñas que una persona menos interesada en las uñas en sí. Alrededor de un cuarto de mis clientes centrados en los pies expresan un gran interés en el color o la longitud de mis uñas".

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Foto por Lumina vía Stocksy

Danny Kubenzi, productor de vídeos y fotógrafo fetish de pies, cree que las uñas de los pies desempeñan un papel muy importante para los fetichistas de los pies, especialmente en lo relativo a su apariencia. "Por lo general, a los fetichistas de pies les gusta ver colores ligeros, pastel o neón en las mujeres con piel oscura o muy bronceada", afirma. "En el caso de las mujeres de piel pálida, creo que el negro o el rojo sangre son los más populares, porque tienen un aspecto sexy con un cierto toque pin-up o gótico".

Según Kubenzi, la pedicura francesa parece ser la que más gusta a la mayoría de podófilos masculinos. "Aunque yo lo encuentro un poco confuso, porque el aspecto se asemeja mucho a cuando no se lleva esmalte. Las uñas de los pies con pedicura y esmalte son una ayuda visual que atrae la atención inmediatamente hacia los pies de una mujer, acentuando el tamaño, la forma y la longitud de las uñas, y cubriendo detalles que podrían cortar el rollo a un fetichista de los pies como unas uñas con aspecto poco saludable", afirma.

Mark*, un fetichista de los pies de 20 años de edad que vive en Ontario, está de acuerdo con Kubenzi. Explicó a Broadly que la primera vez que fue consciente de su podofilia tenía 16 años y que aquello fue progresando hasta que se convirtió en un completo fetichista de las uñas de los pies hace dos años. "Nunca he comprado uñas de los pies por internet", nos cuenta. "Yo soy más de apreciar una buena pedicura, y la pedicura francesa es mi favorita de toda la vida". Una de sus exnovias, Katie*, estaba lejos de oponerse a este fetichismo. Además de dejar que le chupara los dedos de los pies, de hacerle pajas con ellos y de recibir masajes, también le permitía que le hiciera la pedicura con regularidad. "Fue francamente liberador estar con alguien que aceptaba tan abiertamente mi fetichismo, especialmente porque es algo bastante estigmatizado", añade.

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Los fetichistas de las uñas de los pies en ocasiones se comen las de sus amas como forma de sumisión. Foto cortesía de Mistress Sade

Muchos de los visitantes de Kubenzi también están especialmente interesados en el sexo del propietario del pie. "Tengo clientes que no quieren ver ninguno de mis vídeos si aparece siquiera el más leve atisbo del pie de alguno de los participantes masculinos. Para ellos, las uñas con esmalte colorido son una señal de seguridad para seguir adelante", afirma.

Junto a la pedicura y el corte, las uñas de los pies largas también son muy populares entre los podófilos. Kubenzi admite que le han solicitado muchas veces contenido con actrices que llevan las uñas de los pies muy largas. "Estos fans lo llaman el 'look garra'. Parte del contenido más clásico del fetish en torno a los pies surgió cuando unas cuantas modelos dejaron crecer sus uñas excesivamente, como unos 2,5 o 5 cm", explica. Sitios web como Yevette Nails y Jax World Entertainment también satisfacen este tipo de necesidades, mostrando fotos de uñas largas y pintadas que sobresalen de chanclas y zapatos de tacón. Algunos de estos sitios también venden las fotos y ofrecen vídeos a los miembros dispuestos a pagar un extra para satisfacer su desviación.

A pesar de las especificidad inicial de este modo de ponerse cachondo, parece que existe una amplia variedad de cosas que pueden excitar a un fetichista de las uñas de los pies… pero, ¿de dónde surgen estos fetiches? La podofilia es uno de los fetiches más comunes, un estudio realizado en la Universidad de Bolonia, Italia, que se centraba en miembros de foros fetish online, reveló que en torno al 47 % de los usuarios expresaban interés por los pies. "Este tipo de fetiches normalmente empiezan en la infancia", me dice la psicóloga Dra. Lori Bisbey. "Generalmente se inician con un incidente, o con una serie de ellos, que después se asocian a sentimientos sexuales".

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En un foro sobre la sexualidad humana en Topix forum, un usuario llamado John describe su fetichismo por las uñas de los pies indicando que, en su caso, nace del momento en que, siendo niño, su padre le pedía que le cortara las uñas. "Incluso me lo pasaba muy bien teniendo relaciones sexuales con ellas mientras él estaba dormido en muchas ocasiones, me ponía de los nervios, pero a la vez era muy erótico. Nunca tenía suficiente", escribe. Más tarde, afirma, conoció a un colega con las uñas de los pies excesivamente largas. "Vi que las uñas de sus pies se salían de los calcetines, bebía demasiado y se quedaba dormido con bastante asiduidad, así que yo le quitaba los calcetines y me aprovechaba.

Incluso me lo pasaba muy bien teniendo relaciones sexuales [con las uñas de los pies] mientras él estaba dormido. En muchas ocasiones me ponía de los nervios, pero a la vez era muy erótico.

Sin embargo, algunos de los podófilos con los que hablé en lugares como Kik y Reddit, afirmaron que encontraban muy extraña la idea de comprar uñas cortadas. Danny*, un hombre de 28 años residente en el Reino Unido, me explicó que aunque disfrutaba mirando uñas tanto pintadas como al natural y oliendo los pies de las mujeres hasta casi llegar al orgasmo, consideraba que comprar uñas de los pies por internet era algo asqueroso. Jamie*, de 30, estaba totalmente de acuerdo. Me dijo: "no conozco a nadie en esta comunidad que haya comprado alguna vez uñas de pies. Sinceramente, me parecería un poco espeluznante, dado que son parte del cuerpo de otra persona".

Mientras que a muchos de nosotros puede parecernos extraño un fetichista de las uñas de los pies —incluso a quienes forman parte de la comunidad de fetichistas de los pies—, la Dra. Bisbey afirma que es importante no juzgarles. "En el pasado, los fetiches se consideraban desórdenes, pero la mayoría de psicólogos ya no tratan de "encaminar" los deseos de las personas, a menos que les estén provocando daño a ellos mismos o a los demás, ya que esto puede desembocar en una gran angustia. En lugar de ello, consideramos este tipo de fetiches como alternativas sexuales".

La doctora afirma que los hombres tienen más tendencia a buscar la satisfacción de sus deseos sexuales que las mujeres, por eso también parece que son sobre todo hombres los que compran uñas cortadas de dominatrix profesionales o compran por internet fotografías con primeros planos de uñas pintadas. Sin embargo, este fenómeno sigue bastante estigmatizado, de modo que la vergüenza y el pudor podrían ser el motivo por el que los hombres que lo hacen mantienen su actividad en secreto.

"Es muy difícil cambiar la mentalidad de alguien que tiene un fetiche que le preocupa", indica la Dra. Bisbey, "pero siempre y cuando su comportamiento no se vuelva obsesivo ni se adueñe de todos los demás aspectos de su vida, explorar su sexualidad de ese modo no tiene por qué ser necesariamente algo malo".

Megara está de acuerdo en este punto y afirma que, a fin de cuentas, algunas personas simplemente disfrutan dejándose llevar por su fetiche de las uñas de los pies porque se trata de "ingerir una parte de su ama o conservar un recuerdo de ella". Después de todo, son la única parte de su cuerpo que un fetichista de los pies puede llevarse a casa.