Bienvenido de regreso, Kaepernick: el QB de los 49ers vuelve a ser una amenaza en el campo

Los fanáticos del futbol americano han invertido mucha energía en Colin Kaepenick, sus manifestaciones con respecto a los derechos civiles, considerándolo un justiciero social y objeto de odio, tanto así que habíamos olvidado por completo al jugador de futbol que solía ser.

No, no el jugador desenfocado e ineficaz que parecía estar de "aviador" durante el último año en San Francisco. Sino el "Terminator" de más de 1.90 de estatura, envuelto en músculos y tatuajes, con un asombroso brazo y uno de los cuerpos atléticamente más dotados en toda la conferencia. El mismo jugador que salió de la banca para relevar a un tipo con una calificación de pases de 104.1 y que nunca volvió a sentarse. El quaterback que jugó repetidamente contra Aaron Rodgers en la postemporada y que lo hacía ver completamente obsoleto.

A lo largo del 2016, hemos visto a Kaepernick sacudiéndose el óxido y volviéndose más musculoso haciendo más jugadas de las que solíamos ver y cometiendo menos errores que antes. En el último cuarto del juego en que los 49ers perdieron ante los Dolphins de Miami por 31-24, pudimos verlo renacer.

Kaepernick terminó con un índice de efectividad del 63 por ciento, 296 yardas y tres touchdowns. También tomó el balón y atravesó diez veces la defensa para lograr 113 yardas, recordándonos cómo las defensas suelen responder a su conjunto de habilidades de terror al estilo #MannequinChallenge. De hecho, si no fuera por el afro masivo que sale por debajo de la nuca de su casco, podría haber sido confundido con otra legendaria doble amenaza de los 49ers:

Colin Kaepernick looked like Steve Young on that drive.
— Armando Salguero (@ArmandoSalguero) November 27, 2016

El autor de esta publicación en Twitter, Armando Salguero, es el mismo que hace dos días llamó a Kaepernick un "impenitente hipócrita " en lo que podría ser la columna deportiva más cruda y real del 2016. La mañana del domingo me dijo al aire que "se quitaron los guantes" cuando Kaepernick disimuló respecto al uso de la camisa con la imagen de Fidel Castro, pero en realidad el jugador se comprometió con la crítica de Salguero y defendió fuertemente sus creencias.

Durante un tiempo, parecía como si la capacidad de Kaepernick decayera; muchos señalaron que su protesta en el himno nacional fue la primera vez en mucho tiempo que alguien le prestaba atención. Pero así como Kaepernick está dispuesto no sólo a provocar controversia, sino también a defender sus creencias en contra de aquellos que ofende, ahora está mostrando ese tipo de determinación como un jugador que se enfrenta cara a cara contra sus oponentes hasta el último segundo del reloj para obtener una victoria. Parecía que habría hecho precisamente eso en contra de uno de los equipos más populares de la liga, hasta que Ndamukong Suh lo derrumbó justo antes de la línea de anotación el domingo pasado.

El futuro de Kaepernick en San Francisco no podía ser más incierto: en su contrato tiene la opción de quedarse, pero ¿querrá hacerlo? Si Trent Baalke se va de la ciudad, ¿Chip Kelly podrá con este trabajo? Incluso si es así, ¿las actuaciones de Kaep en el campo están convenciendo a Kelly de que es el quaterback de doble amenaza que finalmente puede hacerlo ver tan inteligente como se veía en Oregon?

Es imposible saberlo, pero el chico taciturno que llegaba al estadio en sombrero y audífonos está ahora acudiendo a la corte envuelto en parafernalia alusiva a Malcom X. Y ahora, una vez más esta aterrorizando a las defensas y electrizando a los aficionados como lo solía hacer antes.

Eso es algo digno de hacer que nos levantemos y aplaudamos.