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Peleas de caballos

Echemos un vistazo a lo que pasa por entretenimiento en Filipinas.

Sentimos que debemos decir algo acerca de por qué publicamos estas fotografías. Hay un par de razones y, para ser honestos, una de ellas es “Hostia puta, lo que en ellas se ve es una asombrosa, desagradable y fascinante locura”. Pero no somos la revista Bizarre, y no queremos publicar fotos de animales que sufren sólo porque sí. El objetivo es plantearse las cosas.

Las personas que tomaron estas imágenes lo hicieron mientras estaban infiltrados en el mundo de las peleas ilegales de caballos en Filipinas. Las estaban documentando para Network for Animals, una organización que lucha por los derechos de los animales. Así pues, no sólo podemos mostraros estas fotografías, que despiertan la curiosidad morbosa más que cien accidentes de tráfico con gente arremolinándose en círculo, sino también deciros que tenéis que ir a networkforanimals.org y hacer un donativo, aunque sea pequeño, para detener a estos hijoputas torturadores de caballos. Y que nadie nos venga con eso de que “es otra cultura, gente diferente con costumbres diferentes”. Torturar a un caballo es torturar a un caballo sin importar lo cerca o lejos que vivas de la línea del ecuador.

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Basta de racionalizar. Además, ni siquiera os estamos enseñando las imágenes más truculentas. Ahí vamos…

Hace unos meses, mi esposa y yo viajamos a Filipinas con el objetivo de documentar tres días de peleas de caballos para Network for Animals. Actualmente hay en el país alrededor de 1000 caballos criados para participar en peleas. Las apuestas en los combates amateurs oscilan entre los 500 y los 5000 pesos, y en combates mayores pueden superar los 150.000 pesos. Sí, claro que hay una ley en contra de estas peleas, pero ¿habéis mirado la palabra “corrupción” en el diccionario últimamente? Probad a hacerlo. Donde antes había una definición, ahora dice POLÍTICOS FILIPINOS. La multa por organizar peleas de caballos asciende a unos 20 miserables dólares americanos. Los combates profesionales duran entre dos y tres días y se televisan en cadenas deportivas locales. Los esponsoriza la mayor compañía cervecera de Filipinas: como si aquí tuviéramos en una de nuestras cadenas el Campeonato Budweiser de Peleas de Perros.

Unas de las grandes preguntas que nos hacíamos era: ¿cómo consiguen que los caballos se enfrenten? La respuesta, por supuesto, es la vagina. Atan a una yegua en celo en medio del ring entre cañas de bambú, y ahí la dejan durante todo el día, expuesta a un calor sofocante. En ningún momento la mueven ni le dan agua. Después traen a un semental, que se excita al olfatear a la hembra. A veces salta sobre ella para montarla, y los organizadores, bien lo detienen, bien dejan que consume el acto. En ocasiones ambos animales pelean entre sí, intentando la yegua protegerse.