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‘Babe, el cerdito valiente’ y la cruzada de James Cromwell por los derechos de los animales cumplen 20 años

Cromwell se hizo vegano a raíz del rodaje de 'Babe'. Nos pusimos en contacto con él para saber cómo una película sobre un cerdito parlanchín puede cambiar tu vida por completo.

Foto publicitaria de Babe vía Universal, 1995

A James Cromwell no le importa que te refieras a él como «el tío que salía en Babe, el cerdito valiente », aunque últimamente esté triunfando en American Horror Story y sus actuaciones en La milla verde y LA Confidential sean legendarias. Indudablemente, la vida de este actor de 75 años cambió radicalmente con Babe, la historia de un cerdito parlanchín que logra escapar de una matanza y acaba haciendo de pastor de ovejas para un bondadoso granjero. Esta semana se cumplen 20 años del estreno de la película.

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Babe no solo arrasó en las taquillas y le valió a Cromwell una nominación a los Óscar, sino que fue la película que hizo que el actor se pasara al veganismo.

La historia es la siguiente: Cromwell era vegetariano desde hacía unos años, pero a raíz del rodaje de Babe, experimentó un cambio. Lo que no sabe tanta gente es que el actor es vegano, y de los estrictos. Puso voz a Farm to Fridge, el explícito documental sobre los derechos de los animales que sumerge al espectador en el sangriento averno de los mataderos estadounidenses en los que se crea la carne para el consumo de sus ciudadanos. También fue arrestado durante una manifestación contra la experimentación con gatos.

Nos pusimos en contacto con el serio de James Cromwell para saber cómo una película sobre un cerdito que habla puede cambiar tu vida por completo. Durante nuestra charla, afirmó contundentemente que Babe no solo es una película infantil y que los animales tienen derechos inalienables que los humanos deben reconocer.

VICE: Han pasado 20 años desde que se estrenara Babe, el cerdito valiente . ¿Cómo te sientes?

James Cromwell: No se me da muy bien calcular el tiempo, pero supongo que me doy cuenta cuando intento hacer cosas que podía hacer 20 años atrás y ahora no puedo.

¿Como aquella escena de baile en Babe?

Sí, entre otras. Puede sonar a tópico, pero va más deprisa cuanto más avanza.

¿Te molesta que Babe haya pasado casi a definir tu vida?

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Mira, esa película supuso un punto de inflexión en mi vida y en mi trayectoria profesional y, de hecho, gracias a ella tengo una trayectoria profesional. Por tanto, puedo decir que todo lo bueno que me ha pasado en la vida ha sido gracias a esa película. Han sido 20 gloriosos años.

¿Es cierto que te negaste a interpretar al granjero Hoggett porque no hablaba mucho y tú querías más frases?

Bueno sí. Cuando le dije a mi amigo Charles Keating que me estaba pensando si aceptar el papel, me dijo, «¡Pero hombre, si te están regalando un viaje a Australia!». Si la película es un bodrio, podrás echarle la culpa al cerdo. El protagonista no eres tú, ¡es el cerdo!».

¿El rodaje fue tan fácil como parecía?

Decidí pasarme por ahí. Cuando llegué a Australia, el hecho de haberme presentado supuso el gesto más generoso y abierto que había mostrado hasta entonces en esta industria. Me encanta Australia y me encantaba el director. Magda [Szubanski, que interpretaba a la esposa del granjero Hoggett] era adorable, los miembros del equipo eran fantásticos. Pensé, Vaya, podría venir aquí todos los días y disfrutar de esto cada minuto, rodar en este sitio tan bonito .

Háblame de tu transición del vegetarianismo al veganismo.

Decidí hacerme vegetariano cuando crucé el país en moto y pasé un día visitando las granjas de engorde de Texas. Después de aquello, me dije, Esto no mola nada. No puedo hacerlo.

¿Destacarías alguna anécdota con animales durante el rodaje de Babe?

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Trajeron un cerdito para la última escena, la del concurso. El animal había pasado el adiestramiento, como los otros cerdos, pero cuando lo pusieron allí y vio aquel cielo azul, la hierba verde y el mar, salió disparado. Dijo, Me largo de aquí, no quiero hacer esto . ¡Yo apoyo su decisión! Fue muy divertido ver a tanta gente corriendo detrás del cerdo.

¿Dirías que aquel momento resumía toda la película?

La película trata sobre cómo tendemos a encasillarnos a nosotros y a los demás en determinadas categorías para proteger esa sensación de privilegio y poder. Aquel cerdito cuestiona todo eso y encuentra una conciencia receptiva en el granjero Hoggett.

En tu opinión, ¿el granjero Hogget acaba haciéndose vegetariano o vegano?

¡Bueno, en la vida real, sí!

¿En qué momento se obra el cambio en el caso del granjero?

En el momento en que se da cuenta de que ha hecho un juicio de valor precipitado al pensar que el cerdo tenía la culpa de la muerte de las ovejas. Él ni siquiera sabía que habían sido los perros. Creía que la culpa era del cerdo, así que coge su escopeta y sale, dispuesto a disparar al animal. En ese momento, algo ocurre y Hoggett se detiene. Se le presenta una oportunidad de cambiar su punto de vista y de aprender algo de la experiencia. Tanto su conciencia como la nuestra llegarán a la misma conclusión: que no tenemos derecho a decidir sobre el destino de ningún ser sensible por intereses o necesidad propios.

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Entonces, ya es vegetariano en Babe: el cerdito en la ciudad. ¿Por qué desapareció esa película? A mí me parece genial.

La primera entrega destila la delicadeza, la ecuanimidad y el amor de su director, Chris Noonan. Por eso ambas cintas son tan diferentes, y por eso, pese a ser una película maravillosa, la personalidad de su director [George Miller] y la antipatía que se granjeó entre las altas esferas de la industria hicieron que la segunda película acabara en el olvido.

Conozco a mucha gente que se hizo vegetariana después de ver Babe, y hay gente que se ríe de ellos porque dicen que es una película infantil…

No, en eso estoy totalmente en desacuerdo contigo. La película está hecha de forma que los niños puedan sentirse identificados con los personajes y hacer lo que hacen los adultos: proyectar su imaginación en los personajes que ven, como para imbuirlos de sus propias aspiraciones. Un niño lo hace a los cuatro años, pero lo sofisticado de Babe es que la película analiza, en forma de parábola, las circunstancias en las que se ve la gente cuando es objeto de prejuicios.

Con objeto de convencer al público, ¿cuál crees que es la diferencia entre tu documental y Babe?

Cuando sientes la necesidad imperiosa de hacer que la gente entienda la cultura en la que vive y el precio que han de pagar otros seres por ello, es como golpearles en la cabeza. Tienes que mostrar cosas que realmente no quieren ver, porque la gente no cree que un enfoque más sutil pueda ser eficaz. Babe se banalizó como una película para niños. ¿Cómo se atreven a nominarla a Mejor película y al actor como Mejor actor de reparto? ¡Pero si es solo una película infantil! Si piensan eso es que no han entendido nada.

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¿Han sido 20 años de pesimismo sobre el tema?

Lo que me hace dudar es la mentalidad corporativa alimentada por un sistema económico y financiero que prioriza el rendimiento sobre las personas y genera una perspectiva estrecha, limitada e inhumana.

¿Hay algo que te haga ser más optimista?

Bueno, ¡se empieza a ver que la gente se está concienciando! Por ejemplo, en el hecho de poder ir a un buen restaurante de Nueva York y decir, «Soy vegano», y que el chef diga, «¡Genial!» y te prepare una comida extraordinaria.

¿Habrá más películas de Babe?

[El autor original] Dick King-Smith escribió 75 historias más sobre cerdos. Había una de la que Chris me habló, en la que un pariente del granjero Hoggett tenía un cerdo, se lo llevó al bar y bebieron cerveza juntos. El cerdo acabó apareciendo en los periódicos y alguien le llama y le dice que debería ir a Sidney para un programa de televisión. Cuando el cerdo estaba en la tele, bebiendo cerveza mientras todo el mundo reía y disfrutaba de la escena, abrió la boca y empezó a hablar. Cómo no, los humanos se quedaron de piedra.

Pero no se ha hecho nada con esto. No hay un Babe 3, ni 4 ni 5…Y en cambio hay un Halloween… ¿15?

Me encantaría ver Babe 3.

Sería genial, si consiguieras que George Miller la produjera y escribiera y que Chris Noonan la dirigiera.

Traducción por Mario Abad.