La alarmante relación entre la adicción y la hiperactividad

Todos los reportes escolares de Niall Greene decían lo mismo: era un buen niño, completamente capaz. Siempre incluían una advertencia de los profesores: "Se distrae fácilmente".

"Me di cuenta de que tenía mucha dificultad para integrarme", recuerda Greene, quien fue criado en un pequeño pueblo en Irlanda del Norte, a unos 30 kilómetros de donde vive actualmente. "No funcionaba muy bien en grupos… ahora sé por qué era".

Le tomó más de un década saberlo. Una década en la que fueron comunes las drogas, el alcohol, las visitas a doctores, terapeutas y centros de rehabilitación, y hasta tuvo un intento de suicidio. Sólo después de toda la tragedia, ya en la adultez, dieron con su problema: le diagnosticaron Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

Cerca del 25% de los adultos que reciben tratamiento por abuso de alcohol y otras sustancias también tienen TDAH, según WebMD. Normalmente, las dos cosas van de la mano: la impulsividad y la distracción, rasgos típicos del TDAH, hacen que sea más fácil caer en patrones de adicción. También el estrés de vivir con TDAH, que a veces complica mucho la realización de tareas básicas.

"Atiendo a muchas mujeres jóvenes que dicen que superaron el TDAH y que entregan sus tareas con normalidad. Pero luego, cuando reviso, me doy cuenta de que el trabajo que a la mayoría de las personas le toma dos horas hacerlo, a ellas les toma cuatro. Logran cumplir porque llegan al trabajo temprano y se quedan hasta tarde", dice el Dr. Timothy Wilens, Jefe de Psiquiatría Infantil en el Hospital General de Massachusetts, Estados Unidos.

Wilens es autor de un estudio de 2010 titulado Una realidaddifícil : el TDAH conduce al abuso de sustancias. En él, sugiere que entre el 15% y el 25% de los adultos que sufren desórdenes asociados al consumo de sustancias también tienen TDAH. Wilens afirma que las personas con TDAH tienen un riesgo de caer en el abuso de sustancias "dos o tres veces mayor" que las personas que no lo padecen.

La pregunta es: ¿son las características del TDAH las que conducen a la adicción o es que el tratamiento que reciben quienes padecen el trastorno (normalmente Adderall y Ritalina) estimula el abuso de substancias?

Cuando Greene era adolescente, nadie sospechaba que su comportamiento se debía al TDAH. "Si no obtengo suficientes estímulos, recurro a mis propios estímulos", explica. Para él, esos estímulos fueron por mucho tiempo las drogas y el alcohol. Desde los 15 años, perdía el conocimiento cada vez que bebía; para cuando tenía 20 era consumidor compulsivo de cocaína y de vez en cuando se tomaba hasta cinco pastillas de éxtasis al tiempo. Él es muy claro al decir que no lo hacía por diversión sino más por la desesperación.

A los 18 se mudó de Irlanda del Norte a Nueva York, en donde, según él, "gastaba cada centavo en alcohol". Después de eso fue de ciudad en ciudad: Liverpool, Galway, Dublín. No lograba permanecer en un trabajo y su vida era poco estable. Cuando no estaba tomando, estaba gastando su dinero en máquinas de poker.

"Así es el TDAH", dice. "Te despiertas, todo está bien, y a eso de las 5:00 p.m. tu vida está al revés. Tienes que encontrar un nuevo trabajo, te echaron de tu apartamento. Una vez una cosa sale mal, todo sale mal".

Después de haber pasado por un programa de rehabilitación por abuso de sustancias, Greene fue atendido por una psiquiatra que le dijo que él podría tener TDAH. Era la primera vez que alguien le sugería ese diagnóstico. Greene se fue a la única biblioteca de su pueblo para saber más sobre el desorden, pero no encontró nada acerca de cómo las personas adultas lidiaban con él.

Quizás, porque hasta hace poco no se creía en la existencia del TDAH en adultos. Según el Dr. Howard Schubiner, quien ha investigado el trastorno a profundidad, "se pensaba que era un trastorno infantil que desaparecía con la llegada de la pubertad".

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades estima que 6.4 millones de niños entre los 4 y 17 años han sido diagnosticados con TDAH en Estados Unidos. Cuando crecen, la enfermedad persiste. Aproximadamente 4.4% de los adultos en Estados Unidos tiene que lidiar con el TDAH; en el año 2000 se estimó que esto representaba más de 31 mil millones de dólares en costos de salud y horas laborales perdidas.

El problema es que el TDAH se manifiesta de maneras distintas en la adultez. Paree que la hiperactividad, una de las cualidades asociadas con el trastorno, disminuye con los años, pero que la falta de atención no mejora. "Sigue ahí pero muy interiorizada", dice Schubiner. Una de las formas en las que se expresa en los adultos es con las adicciones. En un estudio de 2005, Schubiner notó que entre el 20 y el 40% de los adultos con TDAH tienen una historia de abuso de sustancias.

La investigación muestra que las personas con TDAH acuden a las drogas para compensar el déficit de dopamina en sus cerebros. Schubiner y otros investigadores también han cuestionado si el tratamiento regular para pacientes con TDAH (que incluye estimulantes como el Aderall) los puede llevar hacia un patrón de abuso de sustancias.

Hasta ahora, ese no es el caso. "Hay muy poca evidencia que indique que tratar el TDAH aumenta el riesgo de abuso de sustancias o cigarrillos, de hecho, lo reduce", asegura Wilens, haciendo referencia a un estudio con 25.000 pacientes de TDAH, que mostró un descenso notable del comportamiento criminal (incluyendo crímenes relacionados con drogas) en aquellos que tomaban medicamentos para tratar el trastorno."Las señales parecen indicar que si eres juicioso con la medicación, el riesgo [de caer en patrones de adicción] se irá reduciendo gradualmente (…) como mínimo, el tratamiento no hace que el riesgo aumente".

"Creo que todas las personas en este campo están de acuerdo: si quieres conseguir un apoyo para superar tu adicción deberías pensar en tratar el TDAH relativamente rápido", dice. "Si tratas el TDAH de forma agresiva y monitoreas el abuso de sustancias, reduces la delincuencia".

Después de que Greene fuera diagnosticado con TDAH e hiciera el tratamiento correspondiente, pudo encontrar estabilidad. Sin embargo, cree que hasta el día de hoy el TDAH en adultos sigue teniendo un estigma: "Es la oveja negra de las condiciones de salud mental", afirma.

Hace dos años, sin embargo, el Daily Mail publicó una columna escrita por un doctor que negaba la existencia del TDAH. "Después de 50 años de practicar la medicina y de ver a cientos de pacientes demostrando síntomas de TDAH, he llegado a la conclusión de que no existe tal cosa", escribió. La columna también sugiere que diagnosticar adolescentes con TDAH y tratarlos con estimulantes ignora "la causa real de sus problemas", que, según él, son cosas como la marihuana y el alcohol.

Green cree que es al contrario. Afirma que el tratamiento a sus adicciones al alcohol y a las drogas le abrió la posibilidad de ser diagnosticado, y que finalmente se siente en control de la situación. Hace tres años fundó Adult ADHD NI, una organización sin ánimo de lucro dedicada a ayudar a otras personas en Irlanda del Norte con esta condición. Ahora está concentrado en ayudar a niños y a adultos que tienen que lidiar con este trastorno, sin importar que algunos doctores todavía piensen que el TDAH no existe. "Yo acepto el desafío" dice.

Greene recuerda el sentimiento de estar perdido. Ve alivio en el rostro de sus clientes cuando se dan cuenta de que no son los únicos que se sienten así. Estar juntos hace que sea más fácil para ellos lidiar con la situación.

Todos son capaces, dice sólo un poco distraído. Él conoce el sentimiento.