FYI.

This story is over 5 years old.

Sports

Al borde del retiro: La fase más sombría en la carrera de Rafael Márquez

Las imágenes que llegaban desde la MLS en 2011 daban cuenta de un Rafael Márquez frustrado, perdido en un lugar donde no estaba a gusto. Rebasado por futbolistas inferiores, metido en broncas de pueblo. Relegado de la selección, que vivía su propia...

Las imágenes que llegaban desde la MLS en 2011 daban cuenta de un Rafael Márquez frustrado, perdido en un lugar en donde no estaba a gusto. Rebasado por futbolistas inferiores, participando en broncas de pueblo. Relegado de la Selección Mexicana, que también vivía su propia crisis. El futbolista con el más laureado palmarés en la historia de México, era visto como un jugador caduco a los 31 años, uno que se había refugiado en la liga que es el último buen salario para los futbolistas que alguna vez fueron buenos. Aquella fase, en la que el retiro parecía inmimente, se convirtió en el periodo más oscuro de su carrera. Fue la fase en que Rafael Márquez, un futbolista que solo había saboreado el triunfo, tocó fondo.

Publicidad

Se había despedido del Barcelona entre la fiesta, hablando catalán en un estadio repleto que celebraba el bicampeonato blaugrana de la Liga de España. Rafa Márquez tenía 31 años y después de siete temporadas con una docena celebraciones locales y continentales dijo: "Seré culé hasta la muerte". Se fue a Nueva York en busca de los minutos que no había tenido en la última temporada, "nuevos retos" y el cierre de una carrera que creía casi terminada.

A pesar de que a los 31 años, un jugador todavía tiene vida útil por delante, el cuerpo de Rafa sufría los estragos de un largo historial de lesiones en la exigencia de la alta competencia.

En el verano del 2010, un contrato millonario con el New York Red Bulls de la Major League Soccer selló el inicio de una época gris de su trayectoria que hasta él quisiera borrar. La palabra decepción describe lo que dejó su paso por el futbol estadounidense entre dirigentes, fanáticos y la experiencia propia en un lugar que nunca lo abrazó como el ídolo que estaba llamado a ser bajo la etiqueta de "jugador franquicia". El tercer contrato más alto con 4.6 millones de dólares al año estableció las expectativas que de por sí ya eran altas por los títulos conseguidos con el Barcelona; el fichaje pintaba ideal en una liga que buscaba sumar aficionados, el mercado latino era un objetivo con el defensa mexicano, y que en la misma temporada convenció a Thierry Henry de sumarse.

Publicidad

Ambos exjugadores blaugrana estaban llamados al rescate del equipo del último puesto en la temporada anterior. La reestructuración fue total y alrededor del mundo se hablaba del status que adquirían con las contrataciones. ¿Qué podía salir mal? Márquez nunca consiguió hacer que los aficionados hicieran a un lado la eterna rivalidad a nivel de selecciones: "Sinceramente, creo que no fue una grata experiencia, no me fue como yo esperaba, quizá el hecho también de ser uno de los rivales de Estados Unidos y de ser una figura un poco odiada en los Estados Unidos, por la rivalidad que hay entre México y Estados Unidos".

Rafael Márquez no hizo mucho por ganarse un sitio en el equipo ni en el vestidor. La desesperación se manifestó en sus declaraciones en contra de sus compañeros apenas un año después de la incorporación: "Creo que este es un juego de equipo y desafortunadamente no hay un nivel igual entre mis compañeros y yo. Me estoy enfocando en jugar a mi máximo nivel. Eso no significa que toda la defensa pueda jugar a ese mismo nivel, entonces ese es un problema". El técnico decidió dejarlo fuera del siguiente partido.

Un par de agresiones marcaron negativamente su imagen en la Major League Soccer. El carácter, tan alabado por su liderazgo como criticado cuando perjudica a sus equipos, lo llevó a una pelea que inició lanzándole un balón a Donovan a las piernas y terminó con varios partidos de suspensión que no cayeron bien en el equipo; a esa acción se sumó una fractura de clavícula que provocó en el jugador del San José Earthquakes, Shea Salinas, y una nueva sanción de tres encuentros.

Publicidad

La falta de compromiso fue acusada desde el inicio, entre sus ausencias por dolencias físicas y suspensiones sólo participó en 44 partidos de temporada regular de los 85 que disputaron los New York Red Bull mientras su contrato estuvo vigente, sin marcar la diferencia prometida en la distribución de juego como mediocampista ni en la central.

Quedó claro que erró en la decisión que tomó después de la Copa del Mundo en Sudáfrica, cuando rechazó ofertas europeas por creer que su rendimiento no alcanzaría para un nivel más alto. La escasa motivación y la baja de rendimiento en su paso por el futbol estadounidense fue tomada en cuenta en la dirección técnica de la Selección Mexicana, especialmente durante la gestión de José Manuel de la Torre.

El incondicional fue reemplazable y las constantes indisciplinas fueron el argumento del técnico. Su última participación importante fue en la Copa Oro del 2011, conquistada por México ante Estados Unidos; en los siguientes sólo fue requerido para jugar en algunos amistosos hasta la ausencia temporal por decisión técnica de "Chepo de la Torre", quien lo dejó fuera de las convocatorias para la mayoría de los partidos de clasificación al Mundial de Brasil, además de no llamarlo ni para la Copa Confederaciones y la Copa Oro, siendo sustituido en el primer equipo por Francisco "Maza" Rodríguez como capitán y duplas alternadas en la central con Héctor Moreno y Diego Reyes.

Publicidad

A inicios de 2013, Rafael Márquez dejó la MLS para volver al futbol mexicano, convencido por el León. La afición celebró su salida y la declaración que dio con la ruptura del vínculo terminó por herir a quienes confiaron en él: "Creo que al futbol estadounidense le falta mucho profesionalismo aún en ciertos puntos, les falta prepararse mejor, todavía veo un futbol amateur en los Estados Unidos; de que tiene poder para crecer, lo tiene, pero creo que le falta bastante aún".

Volvió a México, pero se mantuvo la tensión con el cuerpo técnico. Al ser cuestionado por su ausencia a pesar de las dificultades en el equipo nacional envió un mensaje a De La Torre: "Si no tienen esa idea, esa mentalidad de llamar a los mejores, pues bueno, hay que seguir trabajando, no queda de otra. Ya me conocen, ya saben lo que aporto, no tengo nada que demostrar en ningún sitio. Así que si me llaman, estoy con la ilusión de seguir volviendo". La respuesta fue similar en el tono: "Nosotros tomamos las decisiones de a quién convocamos y a quién no".

En León, Rafael Márquez fue recuperando poco a poco el nivel que lo distinguió. Logró continuidad. Y en el segundo semestre con el equipo esmeralda, consiguió el campeonato de Liga en el Apertura 2013. Al mismo tiempo que Rafa iba subiendo su nivel, la Selección Mexicana se metía un grave problema en que la calificación al Mundial quedaba seriamente comprometida.

Ante el riesgo, la necesidad de Rafael Márquez se volvió exigencia de los aficionados. La defensa conformada por Severo Meza, Diego Reyes, Héctor Moreno y Carlos Salcido fue exhibida en una nueva edición del "Aztecazo", esta vez con Honduras como rival en el Estadio Azteca y un marcador de 2 a 1; esa madrugada la Federación Mexicana de Futbol despidió a De la Torre, y recurrió a Vucetich.

La efímera gestión de Víctor Manuel Vucetich le abrió las puertas de la Selección de nuevo a Rafa Márquez. Con la urgencia por la calificación que llevó a México hasta el repechaje contra Nueva Zelanda, Márquez volvió a una convocatoria en septiembre de 2013.

Rafael Márquez recuperó su nivel y su liderazgo, y con ello la defensa mexicana encontró orden y jerarquía en el campo. Buena parte del mérito de que se haya salvado la calificación al Mundial recayó en los botines del Kaiser michoacano. El jugador que hace cinco años todos daban por acabado y al borde del retiro, resurgió de entre las cenizas. Emergió de la fase más oscura de su carrera para llegar hasta el Mundial de Brasil 2014, donde marcó uno de los goles más importantes del torneo frente a Croacia, y de paso se convirtió en el único jugador en la historia que ha disputado cuatro Mundiales como capitán.

Son ya 20 años de Rafael Márquez en la Selección Nacional de México. Y a los 38 años, sigue siendo parte fundamental del equipo, yendo paso a paso para buscar la hazaña de jugar en su Rusia su quinta Copa Mundial.