En defensa del arte de hacer chuletas
Flickr: Universidad Pablo de Olavide 

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En defensa del arte de hacer chuletas

Porque copiar en los exámenes implica a veces más dedicación y habilidad que estudiar. Y, sobre todo, más creatividad.

Cuando mi hermano empezó bachillerato, heredó mis diccionarios de latín y griego. Un día, comiendo con mi padre, me soltó que no había página que no tuviera apuntada una declinación, una regla gramatical o un tema de cultura clásica. Lejos de avergonzarme, esta acusación, intencionadamente lanzada en presencia de mi progenitor, me hizo sentir orgullosa de la Ana Iris del pasado. Porque los chuleteros éramos (y son) los auténticos héroes del instituto, activistas radicales que se juegan el pescuezo por una causa más que justa: boicotear un sistema educativo caduco basado en memorizar y repetir. Aunque en ese momento ni siquiera nos lo planteáramos.

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En realidad nunca me ruborizó copiar. En mis tiempos estudiantiles, solía olvidarme de sacar las chuletas de los bolsillos antes de echar los pantalones a la lavadora. El resultado era que las prendas salían con bolitas blanquiazules de evidente procedencia, así que supongo que mis padres sospechaban algo. Y me la sudaba. Era la Lagarder de la LOGSE.

Probablemente lo más creativo que hice en mis años de instituto fueron las chuletas. Le dedicaba más tiempo a manufacturarlas que a memorizar

Probablemente lo más creativo que hice en mis años de instituto y de universidad fueron chuletas. Le dedicaba más tiempo a fabricarlas, estudiar los riesgos de sacarlas y las mejores técnicas para hacerlo que a chapar. Pero era infinitamente más divertido y, sobre todo, infinitamente más útil: ¿cuántas empresas te piden ser resolutivo y cuántas saberte la cronología de la Guerra de la Independencia? Pues eso.

Mis técnicas y dotes eran admiradas por mis colegas, pero había quien manejaba aún más que yo. Quien poseía el título de maestro chuletero y no dudaba en compartir su conocimiento con todo aquel que quería reventar el sistema educativo. Quien echaba mano de Photoshop o de manufacturas que ya quisiera un orfebre. Contacto con personas expertas del arte del copiar para que me cuenten sus grandes gestas, sus mejores técnicas y cómo ven moralmente sus hazañas años después, pero también para poner en valor la carga ideológica y combativa de la chuleta. Estos son sus testimonios.

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El esfuerzo que implica hacer chuletas está sobrevalorado. Imagen vía Flickr Santi P.A

Carlos Mayo

VICE: Hola, Carlos. Tengo entendido que eras un chuletero muy pro. ¿Cuál era tu técnica más depurada?
Carlos: Helvetica Photoshop cuerpo 5 justificado. Impresión sin márgenes.

¿Alguna vez te pillaron? ¿Cuál es tu mejor gesta?
En mi mejor gesta no me pillaron. Fue en 2º de la ESO. En un habilidoso pero desafortunado movimiento mano-bolsillo para coger la que creo que fue mi Capilla Sixtina de la picaresca, la profesora notó algo raro. Supongo que se olía lo que podía ser (obvio), pero no tenía suficientes pruebas. Se levantó y vino cual basilisco hacia mí, segura de lo que iba a encontrar.

Astuto, tiré la chuleta que tenía en la mano al suelo y la pisé con mis Nike noventeras (no recuerdo el modelo). Muy convincente, negaba cualquier intento de copia mientras mi profesora buscaba en mi estuche, bajo el examen y me pedía que vaciase mis bolsillos.

Como golpe de efecto, me hizo levantarme y cambiar de sitio, lo cual dio como resultado una de las escenas más kafkianas que he vivido. Atravesé tangencialmente el aula de punta a punta arrastrando el pie (y con él la chuleta) sin levantarlo del suelo hasta llegar a mi nuevo pupitre. Fue una escena bastante divertida, que sorprendentemente no levantó ninguna sospecha en mi profesora. Cuando el río había vuelto a su cauce, dejé caer mi Bic azul al suelo y aproveché para recoger los frutos de mi triunfo. Por desgracia, la chuleta estaba destrozada e ilegible. Aprobé con un 5.

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"Mi técnica siempre fue: Helvetica Photoshop cuerpo 5 justificado. Impresión sin márgenes"- Carlos

¿Crees que hay una carga ideológica en el hecho de hacerse chuletas? ¿Era nuestra manera de protestar contra el sistema de chavales?
Cuando empecé a hacer chuletas igual tenía 12 años. En aquella época, no me planteaba esas cosas. Sin embargo, estoy seguro de que con otro sistema educativo basado en el aprendizaje empírico las chuletas quedarían obsoletas.

¿Qué consejo le darías a tu yo chuletero?
En cuerpo 4 entra más.

Los hay más y menos organizados en la vida, también para las chuletas. Imagen vía Flickr Antonio Guerra

Félix Noguera

VICE: Actualmente eres profesor, así que te cambiaremos el nombre porque no estaría bonito que tus alumnos supieran que fuiste un chuletero nivel puto amo. Te llamaremos Félix. ¿Cuál era tu técnica más depurada?
Félix: Realmente, nunca he sido un innovador de las chuletas, más bien al contrario. Siempre me he basado en la chuleta básica, del tamaño de la palma de la mano para poder taparla. Y a dos caras. Por economía y por ecología.

¿Alguna vez te aprendiste el temario por hacer chuletas y no tuviste que sacarlas?
No. Ese es el típico comentario de gente que no hace chuletas. Obviamente no te aprendes nada por copiarlo una vez.

"Como exchuletero y profesor, estoy cada vez más en contra del uso del examen como forma de evaluación"- Félix

¿Cómo crees que ha repercutido el Félix que copiaba a saco del pasado en el Félix profesor de la actualidad?
Creo que ha influido positivamente. Para empezar, estoy cada vez más en contra del uso del examen como forma de evaluación. En primaria al menos, que es donde doy clase, tengo la capacidad de saber cuánto ha aprendido cada alumno sin exámenes de por medio. Con lo cual, una chuleta no les va a hacer suspender. Lo veo como algo normal, picardía.

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¿Estás mas pendiente de si los chavales hacen chuletas porque tú hiciste muchas?
Es verdad que soy un lince detectando chuletas, pero no suelo estar pendiente de eso. Mis alumnos no suelen copiar, son bastante pequeños… o quizás hayan superado al maestro y esté completamente engañado.

¿Qué consejo le darías al Félix chuletero si pudieras echar atrás en el tiempo?
Qué pregunta más complicada. Supongo que depende del momento, el examen y la importancia. Creo que ahora copiaría menos porque disfrutaría más de aprender, pero también creo que terminaría diciéndole que lo hiciera, que por un poco no pasa nada. Tampoco abusé tanto como mis amigos creen, y al fin y al cabo sigo siendo el mismo.

¿Casualidad o chuletas colectivas? Imagen vía Flickr Diego Sevilla Ruiz.

Olalla Santamaría

VICE: Olalla, eras el oro del arte de copiar en tu entorno. ¿Cuáles eran tus técnicas estrella? Olalla: A lo largo de los años he desarrollado diferentes métodos, pero tengo dos muy profesionales que van más allá de los apuntes en PDF en el móvil. La primera es grabar todos los apuntes con un lápiz de punta muy afilada en la carpeta. No queda marcado, no es legible a primera vista, pero sí queda el relieve. Esta la pude usar en la universidad, porque las mesas eran una miniatura y no cabía ni el examen, así que nos dejaban usar las carpetas para apoyarnos. Gracias al reflejo de la luz podía ir viendo el relieve de las palabras mientras hacia el examen.

Sin duda mi técnica estrella es la del kleenex. Separaba las tres capas de papel de un kleenex y en la del medio escribía las chuletas, con una letra muy pequeña. Lo dejaba encima de la mesa arrugado y simulaba estar muy resfriada para que no me dijeran nada. Cuando el profesor no miraba, separaba las capas y me ponía al lío.

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¿Qué técnica chuletera es la peor, desde tu punto de vista? La de grabarte los apuntes con la aguja del compás en el boli Bic. Nunca la he hecho, pero me parece incomodísima. Ahí no cabe nada.

"Lo tuve fácil para copiar porque me gané una reputación inmaculada. Era una alumna responsable, hacía los trabajos, no faltaba a clase… nadie sospechaba de mí"- Olalla

Copiabas habitualmente. ¿Alguna vez tuviste remordimientos por hacerlo, porque le tuvieras cariño al profesor o algo así?
Para nada. Me parece una chorrada eso de sentirse mal. Al profe qué mas le da si copias o no. Yo era de las que iba a todas las clases y hacia todos los trabajos. Es decir, una buena alumna. Pero había veces que no me entraban los apuntes o no tenía tiempo de estudiar.

¿Cuáles son los valores comunes de los genios de copiar? ¿Crees que estamos hechos de otra pasta?
Creo que somos unos listillos, porque al final siempre salimos ganado. Le damos rabia a los empollones porque ven que nos lo pasamos bien y vamos despreocupados, pero en el fondo nos admiran.

Yo personalmente lo tuve tan fácil para copiar porque me gané una reputación inmaculada tanto en el cole como en la uni. Era una alumna responsable, hacía los trabajos, no faltaba a clase… nadie sospechaba de mí. En realidad era de lo peorcito, y supongo que esta ambivalencia la tienen muchos masters de la copia.

Antonio Trapote

VICE: Hola, Antonio. Durante tu etapa estudiantil, te hinchaste a hacer chuletas. ¿Qué te impulsaba a ello?
Antonio: Eficiencia. Suponía que no era muy útil para mi persona invertir tiempo en memorizar sistemáticamente información que acabaría perdida en mi cerebro. Siempre me pareció suficiente con desarrollar la habilidad necesaria para utilizar la información de manera razonable/constructiva.

¿Cuál era tu técnica más depurada?
Mi técnica era súper sencilla, seguramente de las más primitivas. Pedazo de papel, incluso a veces de tamaño generoso, que aguardaba en cualquier bolsillo, correa del reloj, dobladillo del pantalón corto… hasta el momento de pasar debajo el folio del examen.

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Nunca me gustaron las historias freaks como bolígrafos, móviles, auriculares…. cualquier cosa que implicara demasiada técnica.

"Si me hubieran pillado copiando, creo que siempre podría haber razonado mi postura con el profesor"- Antonio

¿Alguna vez suspendiste a pesar de las chuletas?
¿A alguien le ha pasado eso? WTF.

¿Crees que existe una oscura relación entre saberse un puto amo de las chuletas y animarse con otras estafas, como pequeños robos? A mí me ocurrió en mi adolescencia.
Quizá la búsqueda de atajos para enfrentar las problemáticas que nos presenta la vida en sociedad sean algo que va impreso en la personalidad. Una especie de moral que te lleva a autoproclamarte como una suerte de justiciero.

¿Somos los chuleteros unos antisistema?
Por supuesto.