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Música

¿Por qué toda la Argentina silba hoy una canción de Creedence?

“A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer”.

En Argentina el fútbol es más que 22 tipos corriendo detrás de una pelota.

Es un juego, sí, pero un juego que lo involucra todo. Amplio, social, hasta ecuménico: son muchas las ocasiones en que equipo e hinchada son uno solo y mientras los que están adentro dejan las piernas en pos de la victoria (o hasta el culo, como Mascherano en las semis), el que está afuera hace lo propio con la garganta y su propia humanidad con tal de apoyar al equipo.

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Y en esta relación de lo que los argentinos han bautizado como “el aguante”, las hinchadas de este país se han hecho famosas por adaptar canciones de rock para alentar a sus equipos. En el estadio es común que desde atrás de los arcos se escuchen melodías emanadas del talento de tipos como Los Fabulosos Cadillacs, Fito Páez o Andrés Calamaro, pero cantándole a Boca, River o Independiente.

“Brasil, decime qué se siente…”

Todo arrancó en la barra de San Lorenzo de Almagro, hace unos tres años. Los hinchas tomaron la canción Bad Moon Rising de Creedence Clearwater Revival e hicieron su propio revival cantando “Yo vengo del barrio de Boedo…”.

La adaptación era buena. Tanto, que después la hinchada de Boca la usó para cantarle a River y hasta en la política, la agrupación juvenil La Cámpora la hizo suya para los actos de gobierno.

Pero hasta ahí, todo normal. Como cualquier canción de hinchada.

Hasta que en Brasil –y esto sí que nadie sabe cómo- se empezó a escuchar “Brasil, decime qué se siente…”, el himno que tiene a 40 millones de personas tarareando una canción de 1969.

Va la original, para que sepas de qué estamos hablando:

Que en la cancha queda así:

Y en la playa queda asá:

¿La letra?

“Brasil, decime qué se siente,

tener en casa a tu papá.

No importa, aunque pasen los años,

nunca nos vamos a olvidar:

Que el Diego te gambeteó

y el Cani te vacunó,

estás llorando desde Italia hasta hoy.

A Messi lo vas a ver,

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la Copa nos va a traer,

Maradona es más grande que Pelé”.

Ahora las hay en versión murga, cumbia, rock y la que se te ocurra. Se usa en comerciales, las compañías de telefonía móvil lo venden como ringtone a ARS 2,99 (USD 0,30), la gente la anda silbando en la calle y prácticamente todo el mundo le hace sus propias letras para decir cualquier cosa.

“Ricardo, a qué hora está el informe…”

“Marta, dime qué hora es…”

Etcétera.

Hasta los militares se subieron a la ola. Este 9 de julio, antes del acto oficial para festejar la declaración de la independencia del país (justo antes del partido con Holanda) el regimiento de los Granaderos hizo su aporte marcial al asunto.

Con Argentina en la final, esta semana el New York Times publicó una nota sobre las burlas argentinas a Brasil, posteando videos de la canción, y hace un par de días el local diario Clarín contactó a algunos de los Creedence para ver qué les parecía el asunto. Los muchachos se mataron de risa y mandaron su apoyo: “los fans de Creedence en Argentina saben que Bad Moon Rising golpea y mete miedo en los corazones de sus rivales de la Copa del Mundo. Eso es muy bueno”, dijo el bajista Stu Cook a una periodista del diario.

(Todo, en un ambiente donde se dice que Mick Jagger trae mala suerte.)

Antes de irnos, la favorita de este cronista, interpretada por los mismísimos Creedence:

PD: Por si nadie entiende de qué se trata eso de “que el Diego los gambeteó y el Cani los vacunó”, acá va un recordatorio del golazo del “Pájaro” Claudio Paul Caniggia a Brasil en Turín en Italia 90, animado por “Brasil, decime qué se siente” en versión chacarera (un folclor del norte argentino, de la provincia de Santiago del Estero):