Casi dos millones de asistentes según la FELGTB, organización convocante junto al COGAM. 52 carrozas. 60 pancartas. 3.500 efectivos entre agentes de la Policía y miembros del servicio de emergencias. Estas son las cifras de la manifestación del World Pride en Madrid.
La cara a estos números la ponen miles de personas que, como Garret, se han desplazado hasta la capital para vivir el Orgullo Mundial. Es de Bath y va sin camiseta. "Lo que más me ha sorprendido es la diversidad de la gente. Hay jóvenes, pero también familias con niños, abuelos, gente de Madrid y de todo el mundo… y eso me encanta".
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"Que expectación, parece que estamos esperando a ver a la virgen de La Macarena", comenta un chaval a la espera de que llegue el primer vehículo de los Bomberos. "Si hay un atentado y nos dispersamos, quedamos en este semáforo después", bromea otro ante el temor generalizado de que se produzca un ataque terrorista.
Pero hay también muchas reivindicaciones en corrillo. "La representación estética y la fiesta también es una manera de visibilizar al colectivo y reclamar derechos", dice Mario, que ha venido al Orgullo desde Valencia. Uno de sus colegas interrumpe para decir que a él le parece todo un carrusel comercial.A ritmo de 'A quién le importa', banda sonora que se repite carroza tras carroza, un chico se acerca a un grupo de señoras para pedirles un abanico prestado. Empiezan a bailar. La más rubia le dice que no se deje engañar por sus pendientes de perlas, que a ella le encanta el Orgullo. El chico le cuenta que trabaja en Madrid pero que es de Calzada de Calatrava y que echa mucho de menos a su familia. El chaval la abraza y le da las gracias. Por el abanico y por acudir a la manifestación. Quizá esto era precisamente lo que buscaba Carmena pidiéndole prestado a París durante estos días el título de 'Ciudad del amor'.El fotógrafo Jesús Calonge estuvo durante todo el recorrido de la manifestación más grande del mundo fotografiando a algunos de los asistentes y esto fue lo que se encontró.
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