¿Tu perro parece un croissant todo arrugado y dorado con un centro de crema decadente? ¿Los ojos redondos y abiertos de tu chihuahua te recuerdan moras surgiendo de un muffin de mora azul recién horneado?¿Estamos locos?Tal vez. Pero si es así, también enloqueció Karen Zack. La "esclava de producción de medios" con sede en Portland se ha convertido en una especie de sensación en Instagram con sus animales con dobles de comida. Lo que hace es publicar fotos de varios animales –perros, musarañas, pollos y más– y sus alter egos en comida. O al menos la comida a la que más se parecen. De ahí la semejanza de un pollo frito y un Labradoodle –si miras al perro, su pelaje crespo realmente empieza a parecerse a la costra dorada del emblemático pollo frito de KFC.
Es verdad, es un poco extraño. Pero el montaje de Zack "Labradoodle or fried chicken?" ha sido retuiteado y le han dado "me gusta" más veces de las que a cualquier persona sana le gustaría. Sus fotos de un cachorro acurrucado que se parece a un bagel son demasiado tiernas.
Así que, ¿qué demonios pudo haber hecho que una persona aparentemente lúcida explore una vía de expresión que podría confundirse fácilmente con un sueño febril de Klaus Kinski? "Es hasta que alejo la imagen y veo las colecciones en conjunto, que empiezo a notar patrones similares a otras cosas, en este caso comida más que nada. Me reí tan fuerte con la primera que seguí haciéndolo sólo para entretenerme. Me hace feliz ver que otras personas también las disfrutan" explica Zach.
Zach no es la única que ha reaccionado ante la inquietante similitud entre un pug y un producto de panadería. Innumerables personas han empezado a postear sus propios descubrimientos de una forma similar.
Ahí lo tienen amigos. Mucha gente está en búsqueda del sucesor de Fibonacci en conchas marinas o el rostro de Jesús en una tortilla. El 2016 se trata de la comida que se parece a animales.
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