No quiero imaginar lo que se siente perder a un hijo por un momento, pero seguro que debe ser aterrador para cualquier padre. La reacción de pánico es automática y no te importaría interrumpir un partido de tenis, incluso si estuviera jugando una superestrella.Eso es precisamente lo que sucedió el miércoles en España, cuando el partido de dobles en el que participaban Rafael Nadal y John McEnroe fue interrumpido luego de que una madre gritara el nombre de su hija desde las gradas. La conmoción fue tan escandalosa que Nadal se detuvo antes de realizar su servicio y miró hacia el público. Los siete mil asistentes que llenaron el estadio se unieron para poder encontrar a la niña.
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