Después de que Islandia logro terminar el primer tiempo con ventaja de 2-1, la segunda mitad del partido fue como una elegía de 45 minutos pronunciada por los comentaristas de la transmisión en ingles, Ian Darke y Steve McManaman, que veían cómo la minúscula Islandia superaba y jugaba mejor que su equipo nacional.Uno de ellos, Darke —que ya había pedido la renuncia del técnico Roy Hodgson— describió el resultado como vergonzoso, humillante y como una "demostración calamitosa e falta de ideas". Mientras en el otro micrófono, McManaman perdía lentamente la razón. Conforme el partido avanzaba, el timbre de su voz estaba estrechamente relacionado con su incredulidad, al punto de que terminó casi chillando.Inglaterra tuvo unas cuantas oportunidades en los minutos finales, en especial después de que Hodgson —que renunció inmediatamente después del partido— finalmente metió al campo a Marcus Rashford para que jugara los tres últimos minutos. Ganó varios tiros de esquina, incluido uno justo cuando se agotaba el tiempo, pero Inglaterra fue incapaz de rematar un cabezazo abierto.
El silbatazo final llegó justo después del remate fallido, y prácticamente todo el equipo inglés colapsó desesperanzado, mientras que todo Islandia enloqueció.
Ahora le toca a Islandia jugar contra los anfitriones, Francia, el próximo domingo.[ESPN 2]
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