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Este hombre espera solucionar el hambre mundial con un pelador de cacahuates

Cuando Jock Brandis vio las manos ensangrentadas de las mujeres que pelan cacahuates en África se propuso crear una solución. Y funcionó.

"Científico loco", "genio" ,"el hombre de los cacahuates".

Las historias que merodean a Jock Brandis en Wilmington, Carolina del Norte —su pueblo natal— parecen ser mitos. Solo que… no lo son.

En 2001, el holandés-canadiense viajó a Mali para trabajar en un sistema de irrigación en los campos de cacahuate, pero volvió a su hogar con imágenes devastadoras de las manos ensangrentadas de las mujeres que pelan cacahuates durante eternas horas al día.

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Los cacahuates son un alimento básico en África Occidental, proveen dinero y proteínas que previenen la malnutrición en el continente que, según Save the Children, es "uno de los lugares más difíciles en el mundo para ser madre". Sin embargo, los cacahuates, al igual que la compleja ecuación de la pobreza, no son tan difíciles de romper.

Usando su experiencia como iluminador en la industria del cine, Brandis se propuso encontrar una solución al problema de las mujeres explotadas en la industria del cacahuate en África. Luego de años de pruebas para adaptar un diseño búlgaro, el pelador universal de cacahuates nació.

Esta maravillosa creación logra hacer en 20 minutos el trabajo que un hombre tarda 7 horas en terminar. Y puede fabricarse con 28 dólares, aproximadamente. Un pelador puede pelar suficientes cacahuates para alrededor de 5 mil 600 personas, lo que significa más mafé para todos.

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Una mujer usa el pelador universal de cacahuates en Zambia.

Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill reportó que las ganancias locales aumentaron un 20 por ciento cuando el pelador se implementó el 20 villas en el sudoeste de Uganda, donde los cacahuates eran el único cultivo que proveía dinero a la zona. Pero a pesar del éxito, Brandis eligió no capitalizarlo. Se negó a patentarlo y en cambio compartió los planos en Internet, con la intención de ayudar a la gente a empoderarse y ser autónomos en sus propios procesos de producción de alimentos. Después de compartir todo lo necesario para construir el pelador universal de cacahuates, él y su equipo de voluntarios de los Cuerpos de Paz crearon la organización sin fines de lucro Full Belly Project (Proyecto de Barrigas Llenas) y comenzaron a enviar peladores de cacahuates a las zonas más pobres del mundo, acompañados de instructivos para que la gente pudiera fabricar y utilizar las máquinas sin problema.

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En 2006, el Full Belly Project ganó el Premio de Ideas del MIT; en 2008 ganó el premio de 100 mil dólares del Purpose Prize (justo a tiempo para salvarlos de la hipoteca de su sede), y en 2010 fue nominado como un Héroe CNN.

"Una vez estábamos demostrando cómo funciona el pelador universal de cacahuates en una villa de Kenia. Mientras todos decían 'ooohhhh, ahhhhhh', un hombre anciano caminó entre la multitud y comenzó a gritarme mientras me golpeaba en el tobillo con su bastón. Le pregunté qué le ocurría y los traductores me dijeron que estaba diciéndome que pasó los últimos 77 años pelando cacahuates a mano y que ahora, cuando ya está a punto de morir, aparezco yo con una máquina del demonio. '¿Dónde diablos estabas hace 50 años?', me gritaba".

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Un hombre pelando cacahuates en Guínea.

Hoy, Brandis ve con satisfacción como el pelador universal es utilizado en 43 países en todo el mundo. "Mucha gente ha encontrado distintas formas de fabricar el pelador usando lo que tiene a la mano. Es increíble". Su invento ha probado ser mucho más útil que su propósito original. "También pela café, avellanas, pecanas y una gran variedad de otras nueces de las que nunca escuché, pero me entero por las fotos que la gente me envía", dice. "Además, últimamente se usa para fabricar biodiesel, biofertilizantes y bioinsecticidas, pues la máquina también puede procesar jatropha".

Ahora que el pelador universal de cacahuates funciona por cuenta propia, Brandis se está enfocando en otros retos. Él y su equipo están desarrollando unas bombas de agua, que funcionan con energía solar, para regar cultivos en áreas pobres. También está tratando de resolver el problema de las montañas de basura en África. Recientemente encontró una forma de convertir la basura en un material condensado que sirve para la construcción.

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Operar sin electricidad es revolucionario en el área de la agricultura sustentable, "porque después de todo, el hambre tiene menos que ver con la comida y más con el agua", dice Brandis. "Es inusual encontrar gente hambrienta en lugares donde llueve mucho. Si vas a lidiar con el hambre tienes que lidiar con el agua". En el espíritu de la economía compartida, el plan es distribuir 200 bombas a cooperativas de granjeros alrededor del mundo, y enviar a una persona para que explique cómo funciona. Después, compartirá toda la información en GoogleDocs, no solo por escrito, sino a través de videos.

Brandis y el equipo de Full Belly han creado también una prensa de jabón fría en conjunto con Sealed Air —la empresa que fabrica las burbujas de plástico— para reusar los desperdicios de jabón que dejan los hoteles de lujo y fabricar nuevas barras de jabón. "Recuerdo una presentación de este programa de jabón reciclado. Una mujer le mostraba a su hija de 6 años cómo lavarse las manos porque la niña nunca había tocado un jabón en su vida. Ese fue uno de los peores momentos que he vivido", compartió.

¿Cómo logra no cansarse luego de enfrentar una realidad tan triste? "Tal vez es más fácil para mí porque hago la parte de ingeniería. Trabajar con la gente, ya sea enseñándole o alimentándola, es mucho más difícil. Yo solo tengo que trabajar las ideas", contesta.

Pronto podremos seguir a Brandis y a su equipo alrededor del mundo cuando se estrene la serie de documentales RePlan-It —bueno, eso si logran reunir 5 mil dólares más para editar los últimos dos episodios—.

Pronto Brandis irá a Jamaica a repartir bombas de agua. En el momento de esta entrevista, está intentando llegar a su oficina de Fed-Ex local para enviar una fábrica de jabón reciclable a Jordania. Ya sabes, un día más salvando al mundo.