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Frescómics

El amigo que aprieta el gatillo por vos

A nuestro mundo, en el que solo podemos dar imágenes positivas de nosotros mismos por redes sociales, llega AXTOR, un artista argentino que hace sacar negras sonrisas pintando la dura realidad.

¿Qué es exactamente la derrota en el mundo urbano contemporáneo? ¿Nuestros desaciertos amorosos? ¿Malos pasos financieros? ¿Nuestra mala racha en los proyectos creativos? ¿Por qué le tenemos tanto miedo a fracasar?

En nuestro mundo contemporáneo hiperconectado, hipervigilado e hiperactualizado aparentemente lo peor que podemos hacer es aburrir a la gente con el drama de nuestro fracaso o sufrimiento. Pareciera que hacer públicas las dificultades, derrotas y fracasos es extremadamente descortés y de mal gusto. ¿A quién le importa que tuviste un mal día cuando todos estamos montados en una espiral de shares épicos y timelines victoriosos en Facebook y demás sociedades virtuales? Lo nuestro es transformar la virtualidad en virtuosidad: triunfar. Y no discretamente ni en silencio, sino broadcastear nuestro éxito de forma viral.

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Pero la verdad epistemológica es que las cosas también se complican, los amores se enredan, la plata se evapora y muchos de nuestros negocios y proyectos nos llevan a momentos de colapso.

Esta faceta de la vida urbana contemporánea la tiene clara el artista argentino AXTOR, y la explota de una manera tan cruel y despiadada, que es imposible no rendirse a la sonrisa maligna que nos ilumina el rostro cuando nos enfrentamos a sus dibujos exageradamente cómicos, que retratan grotescamente la miseria humana del urbanita promedio.

Curiosamente, los cómics de AXTOR tienen un extraño efecto terapéutico: nos llenan de optimismo y nos devuelven la esperanza. Quizá el efecto, en realidad, es que relativizamos nuestras desgracias al pensar que el mundo de AXTOR está más jodido que el nuestro. Es una especie de optimismo murphyano, al estilo de la última de sus leyes: sonría hoy, porque mañana puede ser peor.

En el planeta AXTOR, todo es desgracia (en colores saturados, vibrantes y ultrapop), pero estructurado en un humor oscuro que no deja salir la luz de la felicidad. Sus cómics parecen hechos como si la inocencia y cursilería de un cuadro de Miró se cruzara con la probabilidad cuántica del peor escenario posible, brutalismo vectorizado generado por y generador de traumas. Naif en su hardware visual, pero desconfiado y pesimista en su software comunicativo.

AXTOR exagera mucho el drama de las situaciones retratadas: quizá eso es lo que hace que sus dibujos sean tan cómicos. Pero al leer con detenimiento notamos que se revela una clara línea autobiográfica que nos invita a pensar que efectivamente todas las vicisitudes existenciales, monólogos suicidas y fracasos amorosos ilustrados han sido vividos por algún ser humano real en nuestro plano existencial, en ocasiones por el mismo artista, quien se retrata a sí mismo como un soñador e ingenuo hombre a quien las mujeres parecen maltratarle la existencia. Frente a estas situaciones emerge una narrativa que equilibra el universo axtoriano; un superpoder que pareciera estar presente en todos los personajes del planeta AXTOR, y les permite prevalecer: el cinismo.

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El Cinismo es para el mundo de AXTOR lo que "la fuerza" es para el mundo Star Wars: una potencia sublime que permite a sus personajes tornarse heroicos ante el abandono de la suerte. Como en la imagen de un Jesús tan llevado por la decadencia, que tiene que recurrir a comprar un crucifijo de sí mimo:

O cuando Lucy la mosca malaonda que conforta/bulinea a un ser de sombrero, corbata y oscura tristeza diciéndole que al menos ella morirá mañana, pero el tendrá que vivir toda su vida sufriendo, en este caso, la mosca sale victoriosa del maligno planeta axtoriano.

Podría seguir explicando uno a uno, los cómics de AXTOR, pero la verdad preferiría invitar al lector a que le dé una mirada a su website, sobretodo en sus momentos secretos de fracaso, en sus instantes de genuina derrota, en esos días en los cuales no van a poner la foto de la comida deliciosa en Instagram, porque tuvieron un día de porqueraza. En ese día, en ese momento, la oscuridad maligna y cínica del universo creado por AXTOR, hará que el mundo real se haga ligeramente más brillante, y quizá, en ese momento el lector pueda aceptar más fácilmente que sus desgracia no son tan grandes como la de la pirámide tridimensional que anhela ser 2D.

http://axtorcomics.com/