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Viajes

La más apestosa ciudad de sexo en Japón está muriendo

La lamentable decadencia de las fiestas nudistas en los spas de la tierra del Volcán Pedorro.

Esta es la breve historia de cómo un hombre explotó la extraña relación de Japón con el sexo para construir una ciudad entera dedicada a la posibilidad de ver un pecho, y de cómo este lugar terminó por apestar a pedos de gordo que toma Gatorade y come Maruchan. Si eso no te prende, también incluí algunas cosas sobre el colapso de la economía japonesa y fotos de un hotel dilapidado. Si estás leyendo esto en un camión, mejor espera hasta estar en algún lugar más privado para continuar.

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Esta es Beppu, en la sureña isla japonesa de Kyushu. Es un día hermoso y soleado sin una sola nube en el cielo. Sin embargo, cada cuadra hay una abertura en los ductos de desague que hacen que todos en la ciudad huelan genial, todo el día, todos los días. Esos vapores que ves son pedos de azufre del Monte Aso, un volcán de la zona (que más bien debería ser el Monte Pedos).

Esta es la estatua del famoso "Shiny Uncle" de Beppu, Aburaya, un conocido (pero no particularmente) amante de los niños y el hombre responsable de convertir a Beppu en la deprimente Alberca Negra japonesa que es hoy en día. Este tipo fue un especulador de arroz muy exitoso en Osaka a finales del siglo XIX, hasta que hizo una mala apuesta y perdió hasta el último centavo.

Ya pobre, viajó a América en el siglo XX para ver cómo lugares como Santa Mónica eran construidos desde cero por la urbanización. Vio gente con anuncios y constructoras comprando pedazos de tierra desocupados, que vendían una visión utópica del futuro de esa tierra a las jóvenes parejas y familias gringas. Además, conforme se construían las casas y la gente se mudaba, vio cómo se volvían asquerosamente ricos en el proceso.

Dado que Los Angeles fue construida sobre una falla tectónica y podría ser destruida por un terremoto en cualquier segundo, Aburaya seguro pensó que engañar a la gente para que vivieran en un lugar que apesta a madres no sería tan complicado.

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La gran ventaja de los gases que provienen de las entrañas de la Tierra es que te puedes sentar sobre ellos para calentarte. A los japoneses les encanta, hay aguas termales onsen regadas por todo el país. Hasta hay shows en televisión en los que personas atractivas se sientan en el agua caliente para verse sexy, promoviendo el mito de que un viaje a un pueblo como Beppu, con sus múltiples onsen mixtos y turistas en busca de aventura, es el lugar perfecto para sacar todas esas perversiones sexuales que esconden los japoneses y que han permanecido reprimidas por el arduo trabajo y la escuela.

Cuando Shiny Uncle puso su primer hotel onsen en Beppu, sabía que las personas que soñaban con esto…

…y esto…

…podrían ignorar el olor a esto…

Así comenzó el boom de los depravados hoteles onsen en Beppu. Durante algún tiempo, hubo buenos tiempos, y tipos como este se la pasaron increíble:

En fin, eso fue hace mucho tiempo, así que para cuando llegamos a este lugar la gente ya había cagado en las albercas y había tomado el tren bala de vuelta a su realidad asexual en Tokio. No voy a pretender que Beppu es un desierto postapocalíptico, porque no lo es; todavía puedes encontrar suficientes albercas para vivir tus sucias fantasías si eso quieres (un japonés con una erección persiguió a mi amiga cuando se le cayó la toalla que cubría sus pechos en el baño de barro que visitamos). Pero gran parte de Beppu está abandonada y cayéndose a pedazos, como el hotel onsen ubicado en el centro de la ciudad.

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Ella es Christina, es muy pequeña. La convencí de visitar Beppu conmigo. No se veía muy emocionada cuando llegamos, y todavía menos cuando le dije que ahí pasaríamos el fin de semana.

La entrada estaba cubierta de enredaderas y tenía un candado pero, después de saltar la reja por atrás, entramos por una venta abierta.

Así se veía la recepción. Siempre me molesta ver letreros y papeles en edificios abandonados. Es como si todo mundo se hubiera parado y se hubiera ido sin molestarse en limpiar. Supongo que cuando vives en un lugar que apesta a mierda, te conviertes en un cerdo.

Cuando subimos al segundo piso, el desmadre y el olor empeoraron. Fue como subir la Torre de Babel para ser sorprendidas en cierto momento por los pedos de Dios.

A este gato le importa un carajo.

Todas las habitaciones estaban abiertas, así que echamos un vistazo…

…y vaya sorpresa, había un montón de basura por todos lados.

Vaya, qué lugar. SI ESTAS PAREDES DE PAPEL PUDIERAN HABLAR.

En la siguiente habitación, descubrimos un maniquí violado entre los escombros. No tenía cabeza y habían roto su vagina :(

Christina intetó humanizar al maniquí con algunas viejas cintas de karaoke. Fue como Blade Runner, pero con más botas Ugg.

Bajamos las escaleras y encontramos el onsen en la parte de atrás.

Ya no era muy sexy. Parecía un lugar para guardar animales. Los animales y el cautivero no son sexy.

Las hojas secas y las albercas vacías no son sexy, porque son metáforas para gente vieja, y las personas viejas no son sexy.

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Esto no es muys sexy. ¿O sí? Apestar a bestia primitiva suena divertido, aunque seguro podría obtener el mismo resultado meándome encima.

Sí, puede que se vea sexy, pero el olor penetra por tu boca, tu nariz o algún otro hoyo en tu cara, y pierdes tu erección.

Al final, fue difícil motivarnos sexualmente en Beppu. Aburaya no vivió para ver su decadencia, pero si hubiera estado vivo ahora y se hubiera quedado pobre por primera vez, ¿habría ido a Estados Unidos y construido una ciudad dedicada al sexo en la tierra de los pedos, o se habría quedado en casa con un calcetín viejo, abriendo la ventana de incógnito de Google Chrome?

@alex_hoban