Trabajadores reunidos para el inicio de las obras de un casino y hotel en Massachusets. Agosto 4 2016. Imagen por (Craig F. Walker/The Boston Globe vía Getty Images)
Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.El índice de la fuerza laboral en los Estados Unidos está creciendo a un ritmo inusualmente rápido desde la Gran Recesión de 2009. La razón: los salarios cada vez con mejores.Los números muestran que 440.000 estadounidenses ingresaron al mercado laboral, lo que significa que encontraron un empleo que les permite cubrir sus gastos básicos. A lo largo del año pasado, el número de personas trabajando en EE. UU. creció tres millones.Casi una década después de que el boom inmobiliario de mediados de los 2000 quebrara, los trabajos en el campo de la construcción están de vuelta. Ese campo laboral está llegando a sus niveles más altos desde 2005 y 2006.Por si fuera poco, los salarios se han incrementado en el campo de la construcción, mientras trata de atraer nuevamente a los trabajadores que se vieron afectados por la crisis de vivienda.El salario promedio por hora de los trabajadores —los dedicados a la producción— creció en un cinco por ciento en septiembre comparado con el mismo periodo en 2015, similar a uno de los crecimientos más rápidos en el índice salarial que sucedió a mediados de los 2000.Sigue a VICE News en español en Twitter:_ _@VICENewsES
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El ingreso promedio de los empleados en puestos inferiores a una gerencia creció 2,7 por ciento el mes pasado, en comparación con el mismo periodo en 2015. Tal vez no parezca gran cosa, pero se trata del mayor incremento desde la dramática crisis financiera de hace siete años. El aumento de los salarios, junto con otros datos, demuestran que el ingreso en los hogares estadounidenses está creciendo. Y el promedio de ingreso en los hogares tuvo su mayor salto el año pasado, cuando creció en un 5,2 por ciento.En los últimos años ha habido una preocupación sobre por qué el número de estadounidenses en edad de trabajar se encontraban fuera del campo laboral. Parece ser que la solución es obvia: pagarles mejor.La economía de EEUU se mantiene gracias a los compradores de autos. Leer más aquí.