Manija, chispazos eléctricos. Compresión, rarefacción, longitud de onda, muestreos, distorsión y delays. Bailes tranquilos, desencajados, transpiración, aullidos, ruido blanco y sets A/V. Sororidad, amistad, algoritmos, controladores, síntesis modular, walkman, computadoras, 8-bit y máquinas hechas a mano. Fiestas de dirección por mensaje vía inbox en una Buenos Aires ahogada en la recesión económica.
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Con ese marco y tales herramientas, la escena subterránea de electrónica experimental de la capital argentina mantiene la ebullición tan identitaria como distópica. Así se resignifican la música ambient, dance, noise, juke y ritmos latinos en el encuentro interpersonal y con el baile.Lo mejor de la música urbana actual estrujando digitalmente sonidos de la calle, de las sierras, del agua o de una olla de cocina. Te presentamos 5 productores de la escena electrónica alternativa de Buenos Aires que no se te pueden escapar.Maia Koenig hace música con su Game Boy y con generadores de ruido y mixers construidos por ella misma. Agitadora/organizadora del ciclo Feminoise, Maia lleva adelante Sister Triangla Records, por donde edita compilados que congregan chicas ruidosas de Latinoamérica. Su más reciente, el tremendo Canciones de Mujeres Argentinas, reúne verdaderas perlas de creadoras atravesadas por “amistades, sonrisas sonoras y sororas”.Rrayen fue convocada desde Montreal, Canadá, para ser parte del line up de Mutek 2018. “Lo peculiar es sentirme viva cada vez que pierdo el control en el ruido blanco, y el sonido se transforma en canalización” entiende. Y sigue: “Nadie sabe, ni siquiera yo, qué va a pasar o cómo se desencadenará la ruptura del propio imaginario”.Como una rave ocurriendo dentro de un videojuego de los 80, su música 8-bitera carga “lo imprevisible como modo de existencia”, replicando “un fruto energético que nunca nadie probó”.
Rrayen
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Yoto
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