Roberto Osuna no quiere ser un pitcher abridor

Roberto Osuna es un joven listo. En sus cuatro años en los Estados Unidos, su inglés ha mejorado a la par de su pitcheo. En el momento crítico, el jugador con base en Toronto, es el tutor preferido.

"Me encanta, por eso lo veo todas las noches", dice. "Cuando escucho algo me pongo a buscarlo en Google para ver qué significa. Así es como aprendo."

Cuando Osuna habla, su sintaxis tiende a ser franca y clara. El martes, fue particularmente claro con su postura en cuanto a su futuro en el beisbol. No quiere ser un abridor, como los Blue Jays le dicen que debería ser. Él quiere ser un cerrador, y quiere que el cuerpo técnico lo escuche claro y fuerte.

"Un cerrador, por supuesto", responde cuando le pregunto sobre sus preferencias. "Me gusta estar en esas situaciones. No quiero decir que sea fácil cerrar los juegos, pero es fácil estar allá afuera y saber que solo cuentas con la novena entrada. Así que tienes tiempo para prepararte para la última entrada. Si estás viendo el partido, más o menos sabes lo que tienes que hacer cuando entres a jugar."

El año pasado, cuando tenía 20 años, Osuna aprendió bajo presión lo que tenía que hacer. Logró 20 saves, un ERA de 2.58 y un WHIP de 0.919. Ponchó a 75 en 69.2 entradas. Sus bolas rápidas promediaron 95.5, su slider 88. Pitcheó más entradas el año pasado de en sus primeras tres temporadas como profesional. También se cansó al final y su mando sufrió en ocasiones como resultado.

Le ha dado muchas vueltas al debate de cerrador contra abridor, y puede ver cómo se aproxima un punto crítico en su carrera . Después de convertirse en profesional con la intención de abrir —posición donde se obtiene más dinero— una serie de circunstancias (y una cirugía Tommy John) lo llevaron al bullpen como un novato de grandes ligas, donde disfrutó de la adrenalina y prosperó bajo presión.

"Me gusta ser un relevista porque me gusta pitchear seguido", dijo durante una entrevista con tres reporteros en un clubhouse vacío después de que los Jays llevaran a su primer equipo a jugar contra los Tigers en Lakeland, Florida. "Me aburriría su lanzara pocos días a la semana. Creo que soy el tipo de jugador que quiere estar en el campo todos los días ayudando al equipo de todas las formas que pueda."

Lo que también le preocupa es cómo una transición en la rotación del plantel funcionaría, y cómo afectaría su codo después de la cirugía. ¿Acaso los Jays harían lo que los Nationals hicieron con Stephen Strasburg, deshaciéndose de él después de alcanzar su límite de entradas? ¿Lo harán crecer como jugador al ponerlo en Buffalo y tomarse las cosas tranquilas? ¿Lo mantendrán en las mayores pero se saltarán en ocasiones partidos como abridor?

Osuna dice que ponerlo en la rotación de 2017 y dejarlo libre sería un "gran riesgo".

"Obviamente tendríamos que hacer un plan para mí", aclara. "No creo que pueda lanzar 200 entradas…Si quieren que sea abridor tendrán que entenderlo. Sabes, quiero tomarme las cosas despacio. Es obvio que quiero ser un relevista este año".

"Pero mi plan para el año siguiente es ser abridor."

La palabra "mi" en esa última oración pudo haber sido un error de la lengua de Osuna. Le pregunto si dijo que espera convertirse en abridor porque es parte de su plan, o porque él cree que es lo que los Jays quieren que haga.

"Tienes razón", me responde, "es porque me quieren como abridor. Pero si me dieran a escoger, diría que me quedo en el bullpen, en especial el próximo año cuando probablemente no contemos con [Drew] Storen, o [Brett] Cecil, así que es posible que sea cerrador. Prefiero cerrar que abrir."

Storen y Cecil serán agentes libres en noviembre. Si Aaron Sanchez obtiene su deseo, habrá dejado el bullpen por la rotación. Esto dejaría a Osuna como el último hombre disponible, posición en la cual quiere estar.

Mientras tanto, Osuna dice que aprendió mucho de su temporada como novato, donde el coach del bullpen, Dane Johnson, lo ayudó a recuperar el control de su slider. (Un pequeño movimiento de la muñeca, más presión sobre un dedo y menos en otro. Como resultado, uno de los dedos a veces sangraba cerca de la uña, pero el pitcheo comenzó a funcionar de nuevo).

Cuando regresó a casa en Sinaloa, México, durante la temporada baja, atrajo de forma natural mucha atención de los habitantes, pero no en su totalidad por las razones que imaginan. Muchos estaban más interesados en sus compañeros que en el joven Roberto, a quien han conocido por años.

"Como juego con Bautista, [Josh] Donaldson, [Troy] Tulowitzki, y todos ellos, la gente me preguntaba más sobre ellos. Me decían, '¿Cómo está Bautista? ¿Y Encarnación?' El trabajo que realizamos el año pasado fue increíble, por eso todo mundo estaba feliz."

"Me preguntaron muy poco por mí. Teníamos a [David] Price el año pasado, y me preguntaban, '¿Cómo le va a Price? Se ve que es buena persona.'"

Osuna dice que trabajó con cuidado para fortalecer su hombro en la temporada baja y para continuar con su beca de beisbol.

"Intenté ponerme en forma un poco más que el año pasado", comentó. "Aprendí muchas cosas de los bateadores. Vi muchos vídeos del año pasado, y vi las cosas que hice mal, y obviamente traté de mejorarlas para este año. No solo se trata de mi cuerpo, también tiene que ver con este deporte."

La temporada baja también puso a su vecindario en los reflectores del mundo, gracias a las acciones de dos hombres famosos: el narcotraficante "El Chapo" Guzmán, y el candidato republicano a la presidencia de los EE.UU, Donald Trump.

Cuando "El Chapo" fue capturado, Osuna estaba en casa a 3 cuadras y media de distancia.

"Comencé a escuchar los disparos alrededor de las 4, 4:30 am", comentó. "Pero no sabía que se trataba de él. Es algo muy normal en México", refiriéndose a la balacera.

Desde luego, Trump quiere alzar una pared entre México y los Estados Unidos, y esto también es tema de conversación en la tierra de Osuna. Dice que trata de ignorar este asunto.

"Si prestara atención a esas cosas, me vería peor", dice.

Le pregunto si sus compatriotas están molestos con Trump, o si se burlan de él.

"Se ríen porque es tonto pensar que va a construir una pared", dice Osuna. "Y la verdad no nos importa. Si tienes una visa, puedes cruzar a los Estados Unidos y puedes hacer lo que quieras. Todos saben que nosotros los mexicanos trabajamos duro y no hacemos lo que queremos. Nos asusta la policía y otras cosas. En México podemos hacer lo que sea pero no aquí."

"He estado en Estados Unidos en los últimos años y aún tengo miedo de hacer algunas cosas, como manejar y pasarme el límite de velocidad porque no sé si me meteré en problemas [con la policía que se guía por los estereotipos]. No estamos en este país para hacer lo que Trump dice."

Luego de declarar contundentemente que quiere ser relevista, Osuna se convierte en un diplomático cuando le pregunto sobre su competencia con Storen por el puesto de cerrador este año. Osuna insiste con una sonrisa que no importa si cierra o arranca.

Por supuesto, quiere desesperadamente mantener su posición, pero en ocasiones deja de lado el tema del primer equipo. Dice que no se sorprendió que los Jays fueran por Storen y no se sorprenderá si el recién llegado se queda con el puesto que él quiere.

"Entiendo que tengo 21 años, y no tengo experiencia. Posiblemente quieren sentirse seguros con alguien más que lance en la novena entrada. Así que lo entiendo", comenta.

¿Entonces estás diciendo que Storen lanzará en la novena?

"No lo sé. Probablemente. Cuenta con la experiencia y es lo que están buscando. Pero bueno, ya veremos."

"Vamos, Roberto", le digo. "Muy dentro de ti sabes que quieres ese puesto, ¿no?"

"Obviamente", me responde. "Lo quiero, pero está fuera de mi control. Solo hago mi trabajo. Veremos qué sucede."