Matt Harvey tendrá que enfrentar a los medios...aunque los deteste

La mayoría de los beisbolistas ven a los medios como un mal necesario. Pocos jugadores quieren hablar con los reporteros al menos que tengan forzosamente que hacerlo. Incluso una menor cantidad quiere enfrentar a la prensa sólo porque uno de sus compañeros evitó contestar preguntas de la misma forma en que Matt Harvey lo hizo el martes por la noche, dejando al cátcher Kevin Plawecki para que explicara el porqué del fracaso del pícher de los Mets de Nueva York ante los Nationals de Washington; la metida de pata más reciente de Harvey.

No es difícil entender por qué Harvey, un imán de los medios con un ERA inflado de 6.02, huyó. Por primera vez en su carrera, la está pasando muy mal. Si él contara con respuestas, estoy más que seguro que las compartiría. Pero es claro que no. Es más, hasta podría estarse cuestionando su identidad. Pero el negarse a responder preguntas sólo genera más dudas, y a Harvey le vendría mucho mejor presentarse a sus sesiones de medios después de los partidos para que sus compañeros no tuvieran que dar la cara por él.

En caso de que te lo hayas preguntado, es horrible cuando te dan una paliza en el campo. No saber qué está mal o cómo solucionarlo debe ser aún más horrible. Es un sentimiento de vacío que puede convertir al pícher más confiado en un apostador, esperando a que el siguiente lanzamiento pueda darle la vuelta a la situación. Ningún pícher querría hablar de esto ante los medios.

Desafortunadamente para Harvey, el silencio tiene severas consecuencias.

He escuchado que enfrentar a una congregación de medios de la ciudad de Nueva York con clase y porte luego de una pésima actuación es la señal de un verdadero beisbolista profesional. Es equivalente a decir, "Si pudiste lograrlo ahí, puedes romperla en todas partes". Por ende, al no haber acudido a la ronda de preguntas, Harvey ha demostrado que no puede lograrlo. Al menos así es como los medios lo pondrían. En efecto, es lo que ya hicieron.

Esto es lo que Mike Vaccaro de New York Post opinó luego del desplante de Harvey ante los medios:

"Ahora uno se pregunta si Harvey no estará pagando su situación actual por tentar al karma. Se perdió la práctica obligatoria de los Mets antes del arranque de la postemporada del año pasado porque 'perdió noción del tiempo'. Esto sucedió al final de la temporada cuando caprichosamente se irritó por los intentos de los Mets por mantener sus entradas en un ritmo controlado, y después permitió a su representante que provocara una tempestad a finales de la campaña cuando acusó al equipo de abuso.

Y ya que hablamos de esto, identifiquemos los demás problemas evidentes: Harvey ya no es, por mucho, el atleta de élite que era en 2012. No se necesita ver el juego del 2013 entre Mets y Yankees para darse cuenta de existe una abismal diferencia entre este Harvey y el Harvey de antaño.

"Tiene 27 años", comentó recientemente un miembro de la organización. "Es un atleta profesional, que se gana el pan todos los días siendo atleta. ¿A ustedes les parece un atleta de élite?"

No estoy seguro qué tiene que ver el hecho que Harvey haya llegado tarde a la práctica de postemporada del año pasado con sus actuaciones como pícher de esta campaña, pero esto es lo que pasa cuando los reporteros tiene la libertad de llenar una hoja en blanco sacando cosas del pasado. Ofrecen comentarios al aire de fuentes misteriosas y mencionan al karma como su fuera una explicación lógica de todo.

Por cierto, yo sí creo que Harvey sigue siendo un pícher de élite. Ha ganado peso comparado cuando tenía veintitantos años, es innegable, pero tampoco se trata de Pablo Sandoval. Harvey ha lanzado más entradas en una temporada después de someterse a una cirugía de Tommy John —el año pasado— que cualquier otro pícher antes que él.

Harvey sigue siendo de élite, es sólo que atraviesa un mal momento. Cuando se recupere y regrese a su nivel anterior, todos los comentarios del "gordo" Harvey y el karma se irán por el caño.

Pero los fans y los medios sólo ven el presente. El beisbol es una industria que sólo toma en cuenta lo que has hecho recientemente, y hace unos días Harvey decidió evadir a la prensa.

Si Harvey fuese el único recibiendo las críticas, le recomendaría que aguantara la tormenta. Al diablo con la prensa y no leas los encabezados hasta que recobres tu nivel. Los fans suelen cambiar y sólo te amarán cuando ganes. Mantén tu cabeza abajo, trabajo duro, y enfócate en lo que importa.

En teoría suena muy bien, pero no es una opción: no cuando quieres que los vestidores terminen siendo un desastre tóxico.

En un lugar como Nueva York, si no les puedes ofrecer sangre a los reporteros cuando es hora de sangrar, buscarán a quién desangrar, como con Plawecki el martes y David Wright el miércoles.

Esto es lo que Wright declaró al New York Post sobre la decisión de Harvey para evadir a los medios el día martes:

"Es obvio que Harvey atraviesa una racha difícil, creo que todos hemos pasado por lo mismo. Creo que el consenso es que todos deberíamos hacernos responsables con lo que haces en el campo de beisbol.

"A todos nos gusta venir y hablar cuando tenemos buenos partidos y unos cuantos, yo incluido, disfrutan hacer lo mismo cuando no jugamos bien. La responsabilidad es grande y creo que [Harvey] tuvo un lapso a la hora de tomar la decisión".

Es fácil tener un lapso de juicio cuando tu mente no está bien. También es igual de fácil decir algo estúpido. Mientras que la decisión de Harvey para evitar a los medios fue una equivocación considerando la tradición popular de los medios para condenar a aquellos que los ignoran, puede que sólo haya sido el menor de dos problemas. Después de todo, los medios de Nueva York no son famosos por hacer preguntas fáciles. Una respuesta equivocada podría condenarte en todas las secciones deportivas del país.

Sin embargo, para los compañeros que pagan los platos rotos en tu ausencia, esta lógica no es muy grata. Cuando los medios comienzan a buscar respuestas por medio de tus compañeros, no querrán preguntar cosas temporales. Harán preguntas para saber más del tema.

Cuando Harvey se esconde, sus compañeros son lo que reciben las preguntas volátiles sobre su comportamiento. Si dicen algo mal, la nota hablará de la mala relación entre ambos, del odio en los vestidores, etc.

Y tú pensando que llamarle gordo era lo más feo.

El beisbol guarda el historial de los severos encabezados generados por los compañeros de juego, y los muestra bajo frases como "presencia en el clubhouse" y "química de equipo". La cagas en los medios impresos y dañas tu reputación, tu carrera, y rentabilidad. Básicamente: "gracias por no presentarte ante lo medios, gordo".

Lo que se está desarrollando entre Harvey, la prensa, y los Mets es la razón por la que muchos jugadores detestan hablar ante los reporteros. Algunos los ven como parásitos que hacen preguntas burlonas, esperando provocar dramatismo para ver de qué pueden hablar. Pero no es así. Algunos miembros de los medios son detestables, es verdad. Pero la gran mayoría sólo sigue el desenlace de la historia, ya sea en el campo o en los vestidores; siempre lo harán.

Lo mejor que un jugador puede hacer es controlar la historia antes de que ésta logre controlarlo, al clubhouse y a su futuro. Así que el primer paso, Matt Harvey, es presentarte ante los medios, incluso si lo único que tienes que decir es que estás intentando entender qué es lo que te pasa.