Habilidosos con el balón y larguiruchos: así es la nueva camada de la NBA

Las metáforas de maquinaria y herramientas son particularmente útiles para describir jugadores en la NBA. "Martillo" funciona para alguien bestial de bajo de los postes. "Navaja suiza" para alguien que gana rebotes, inicia jugadas a la ofensiva, y recorre toda la duela para defender. Pero existe una clase emergente de jugadores que tiende a desafiar cualquier afiliación preconcebida con una herramienta: aquellos jugadores altos, extremadamente habilidosos, rápidos de pies, y buenos para tirar. La gente les llama "unicornios", pero un mejor apodo sería "llaves maestras", jugadores tan únicos en su repertorio de habilidades y estatura que demuestran su potencial a la ofensiva sin importar qué equipo tegan en frente.

Karl-Anthony Towns y Anthony Davis son dos monstruos que ejemplifican a la perfección esta nueva camada. Su rapidez y habilidad para tirar no tiene cabida para jugadores de su tamaño. Los aleros no pueden marcarlos, y los más altos no son tan ágiles para detenerlos. Invierten el orden sobre la duela, y obligan a los grandulones del equipo contrario a jugar en territorio desconocido cerca del perímetro. En el vídeo de abajo, Towns realiza una jugada individual sobre Steven Adams, el protector del aro de Oklahoma City. Towns ejecuta una veloz finta, y llega al tablero con facilidad. Sin un defensor tradicional que ayude a cubrir el aro, el Thunder sólo puede quedarse mirando impotente.

Hasta el momento, el trabajo de Anthony Davis es incluso un mejor ejemplo del jugador apodado "llave maestra". Rodeado por un plantel carente de talento, Davis es el único jugador dinámico. Los vídeos de sus mejores jugadas incluyen todo tipo de jugadas en conjunto e individuales. Todo esto obliga a la defensiva contraria a invertir las coberturas tradicionales que los dejan mal parados al momento de proteger el aro o las bandas.

Los centros de menor estatura y rápidos de pies podrían mitigar algunos de estos efectos, pero sólo cuando Towns, Davis o Kristaps Porzingis regresan a sus raíces y pueden ser superados desde abajo.

El molde del "jugador de la llave maestra" ya está siendo copiado, y varios jugadores universitarios y preparatorianos esperan poder encajar. Durante años, los expertos en reclutar talento no paraban de decir, "a los altos no se les puede educar". Pero en la actualidad, la habilidad y la altura son de suma importancia para desarrollar jugadores estrella. Harry Giles, jugador de primer año de Duke, necesita extender sus horizontes dentro de la duela pero parece ser el atleta universitario más prometedor para unirse al nuevo privilegiado club, aunque su historial de lesiones es algo preocupante. Es mucho más probable encontrar fuertes candidatos a nivel preparatoria.

La proliferación de tiros, fintas, y habilidades sobre el perímetro para una posición que solía estar orientada en el juego interior creará, inevitablemente, imitaciones de este tipo de jugadores en los años venideros. Pronto serán una realidad, aunque muchos más serán copias baratas. Sin embargo, esto no impedirá que varios equipos los sigan fichando, ya que su potencial bidimensional es imposible de replicar.

Tarde que temprano las defensivas en la NBA intentarán hacer ajustes, ya que siempre existe una manera de forzar el cerrojo para evitar que la llave entre. Aunque por el momento, estos jugadores se han dado a respetar en toda la liga.