Los Bulls de Chicago tocaron fondo, ¿y ahora qué sigue?

Es complicado decir con exactitud en qué momento los Bulls de Chicago del 2016-17 tocaron fondo —quizá les falte todavía caer más bajo—, pero definitivamente el viernes se hundieron un poco más, luego de que los Hawks de Atlanta los agarraran de barquito y sumaran una ventaja de 34 puntos en los primeros 24 minutos. No fue una noche para el optimismo, y terminaría siendo la derrota 23 de Chicago en 44 intentos. Incluso después de la victoria apretada ante los Kings de Sacramento el sábado pasado, los Bulls siguen teniendo un porcentaje de victorias mediocre, y se encuentran en el lugar ocho de la Conferencia Este de la NBA.

La mayoría de las derrotas de Chicago han sido consecutivas, pero tuvieron dos días completos de descanso antes de su partido del viernes contra Atlanta. Lo demás no importó, al parecer, dado que cometieron ocho entregas de balón en el primer cuarto. Después del partido, el jugador All-Star, Jimmy Butler, se vio frustrado, y Dwyane Wade se disculpó con los fans vía Twitter. Así de mal jugaron.

Lo que le pasa a los Bulls no debería sorprender a nadie. A pesar de una defensiva en media cancha impenetrable y el ascenso de Butler como uno de los mejores tres delanteros de la Conferencia Este, todo lo demás en este equipo es de calidad promedio. Esta receta habría funcionado de maravilla hace cinco o seis años, pero en la NBA de la actualidad cuando intentas meter la menos cantidad de triples posible y tienes menos puntería detrás del medio círculo que cualquier otro equipo, el promedio es lo más a lo que puedes aspirar.

Por lo tanto, Chicago tiene básicamente una probabilidad del 50 por ciento para colarse a postemporada, y el panorama parece empeorar la siguiente temporada si la dirigencia no hace ajustes significativos. Butler es una joya, pero sus compañeros de apoyo oscilan entre lo inadecuado y lo indignante. No es una buena señal cuando tu segundo mejor jugador es Taj Gibson. Con 35 años, Dwyane Wade está entrando en la última fase de su carrera, y Rajon Rondo ya ha considerado sus opciones después del retiro. Nikola Mirotic es un espejismo.

Los Bulls no tienen fichas de cambio para crear un efecto positivo de inmediato o desarrollar una solución a largo plazo, ¿entonces qué deben hacer? ¿Pepenar para conseguir un tirador (o tres) antes de la fecha límite? ¿Vender a sus jugadores más productivos por bienes futuros? ¿Fichar a Chris Bosh? ¿Subastar a Butler y empezar de nuevo? ¿O preservar espacio en el tope salarial y esperar a que Anthony Davis se aparezca para salvarlos? Todas las opciones tienen cierto riesgo, y ninguna garantiza disputar el campeonato de la noche a la mañana. Sin embargo, algunas opciones son más factibles que otras y representan, mínimo, la voluntad para mejorar y escapar de la mediocridad actual.

Transferir jugadores por tiradores antes de febrero parece una opción lógica, pero la pregunta es ¿a quién pueden transferir los Bulls? Los Kings les deben una selección dentro de los 10 primeros lugares, lo cual podría servir de algo a pesar de la racha perdedora de Sacramento y la lesión de Rudy Gay.

De los jugadores que Chicago tiene que vender ya, Gibson podría generar algo de valor de los Celtics de Boston o Raptors de Toronto, dos equipos que no tienen delanteros de poder en sus planteles titulares y que están desesperados con los rebotes a la defensiva. Robin Lopez luce como el menos prometedor. Los Warriors de Golden State estarían interesados —por Shaun Livingston, Kevon Looney, y Zaza Pachulia— si el contrato de Lopez no durara otros dos años. El valor de transferencia para el resto del plantel de los Bulls es muy bajo o inexistente.

En cuanto al supuesto interés de los Bulls por Bosh, el plan tiene pocos riesgos, desde el ángulo del tope salarial, con modestos beneficios. ¿Podrá Bosh, con 33 años, hacer de los Bulls un mejor equipo? Tal vez. Asumiendo que esté saludable y no sufra un dramático declive físico, luce como el reemplazo perfecto además de Lopez, y podría liberar espacio salarial para Butler mientras le da un respiro a la carga de puntos. Sin embargo, incluso en el mejor escenario posible, el "corazón" de dicho equipo pelearía por un lugar en postemporada en una o dos temporadas. Chicago se quedaría en las mismas con el fichaje de Chicago, y no sería una solución a largo plazo.

Incluso si los Bulls no logran mejorar sus probabilidades en postemporada con un fichaje este año, no significa que deban quedarse con las manos cruzadas. Los intercambios en mente para el futuro pueden mejorar la posición en el draft de este año. Los Bulls podrían usar un lottery pick, y ser tan malos como para perderse la postemporada, pero tampoco sería el fin del mundo.

Esto nos lleva a la pregunta obligada: ¿Deberían los Bulls transferir a Butler? Cuando echas un vistazo a su edad, sus estadísticas, y su contrato, la pregunta resulta un chiste, pero cuando consideras el tope salarial de Chicago y lo perdida que está la dirigencia como para desperdiciar a Butler en su apogeo, no parece mala idea intercambiarlo por un paquete lucrativo de selecciones y/o contratos ventajosos de jóvenes jugadores (como Andrew Wiggins, Zach LaVine, Jabari, Parker, Aaron Gordon, o Devin Booker, por nombrar algunos).

Nada garantiza que lleguen a ser tan talentosos como Butler lo es actualmente. Que intercambien jugadores dentro del top 15 bajo su propio riesgo. Sin embargo, como están las cosas, los Bulls no tendrán espacio en el tope salarial, lo que significa que el próximo año no será mejor que este. Es difícil hacer proyecciones más hacia el futuro, pero también es igual de complicado pensar que jugadores importantes en agencia libre se acerquen para llevarse el dinero de Chicago.

Chicago la pasa mal pero podría ser peor. Cuentan con un jugador bien clasificado y bajo contrato hasta el 2019, el cual podrían exprimir aún más si así lo quisieran. Convertirse en un destino atractivo para los agentes libres no es imposible, pero llegar ahí mientras Butler sigue siendo un All-Star no será fácil.

Por ello, la situación es muy complicada para los Bulls. Lo mejor que pueden hacer para contender por el campeonato es no perder a Butler o intercambiarlo sin la promesa de recibir un jugador franquicia en poco tiempo.