FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Este restaurante le prohíbe la entrada a los banqueros pero acoge a los perros

Una de las ventajas de ser dueño de un restaurante es que puedes impartir reglas para prohibir cualquier cosa que se te ocurra a tus clientes.
Phoebe Hurst
London, GB

Una de las ventajas de ser dueño de un restaurante es que puedes impartir reglas para prohibir cualquier cosa que se te ocurra a tus clientes.

¿No te gustan los niños? Prohíbe la entrada a esos insoportables arruinadores de brunches. ¿Te cae mal la gente que se come el pan y no ordena un plato principal? Cóbraselo. Estas harto de los veganos que te piden que les cambies la carne por tofu y se ríen de tu selección de jugos? Escribe un malhumorado post sobre el asunto en Facebook dejando en claro que los clientes que sólo comen plantas no son bienvenidos.

Publicidad

El dueño de un restaurante francés llevó sus poderes dictatoriales a un extremo aún mayor esta semana y anunció que les prohibía la entrada a su establecimiento a los banqueros.

Alexandre Callet, quien dirige Les Ecuries de Richelieu en París, dice que le ha prohibido la entrada a los financiers luego de que varios bancos rechazaran su pedido de un préstamo de €70,000 para abrir un segundo restaurante.

En vez de mostrar los especiales del menú, la pizarra fuera del local tebía el siguiente mensaje: "Los perros son bienvenidos, los bancarios no (al menos que paguen una entrada de €70,000)".

Hablando con The Local, Callet explicó: "Creo en la reciprocidad y tenía que responder. Si me golpeas, yo te golpearé". Tan pronto como veo un banquero que reconozco, no los dejo entrar a mi restaurante. Me trataron como un perro así que les negué el acceso".

Según Callet, cuando intentó abrir su primer restaurante a la edad de 23 años, los bancos le negaron su solicitud préstamo más de 20 veces. Ahora a los 30 el restaurateur dice que es humillante que le hayan negado su pedido de €70,000, una suma que él ve como "nada" comparado con las recientes ganancias de Les Ecuries de Richelieu de €300,000.

Callet continuó: "Esto no es un puesto de kebabs. Mi restaurante está en la guía Michelin y las estrellas de cine vienen aquí. Muchos de los banqueros que me negaron el préstamo me conocen. Vienen a comer aquí".

El restaurateur ve sus experiencias como síntomas de la reticencia de los bancos franceses de asistir a los jóvenes dueños de negocios, y agregó: "Los restauraterus, entrepaneurs –es siempre igual-. Nos tenemos que poner en cuatro patas. Nunca he tenido problemas financieros y aún así me encuentro en esta situación. Los banqueros no están haciendo su trabajo".

Según The Local, Callet aún no ha tenido que echar a ningún banquero hambriento. No tenemos tampoco ningún comentario de los miembros de la población canina parisina acerca de si han tenido la chance de probar el foie gras de canard del restaurante.