De Laurie Anderson a Grimes, estas son 26 razones por las que el Moogfest 2016 se destacó

Artículo publicado originalmente en THUMP CA.

A pesar de que su ciudad sede cambió este año de Asheville a Durham, Carolina del Norte, el Moogfest sigue siendo uno de los festivales de música electrónica más arriesgados e innovadores de Norteamérica, con un evento de cuatro días que ofrece una mezcla heterogénea de presentaciones, conferencias y talleres. A pesar de la actual controversia por la ley estatal anti LGBTQ llamada HB2—sobre la cual los organizadores se pronunciaron en contra—las calcomanías de "Synthesize Love" del Moogfest estaban en todos lados y la programación reflejó el enfoque incluyente y progresista del booking del festival.

Desde estrellas actuales como Grimes y Oneohtrix Point Never, a pioneros del género, incluyendo a Gary Numan y Laurie Anderson, presentamos un resumen selecto de algunas de las mejores cosas que vimos este año.

En comparación con el hogar anterior del Moogfest, hay relativamente pocos locales de música tradicionales en Durham, así que los organizadores se pusieron creativos, infiltrando una serie de espacios no convencionales que incluyeron una iglesia, un teatro histórico y un complejo de fábricas de tabaco. Uno de los espacios más chidos fue The Armory, originalmente construido en la década de 1930 como la central de la unidad de la Guardia Nacional de la ciudad. Parecía un salón de graduación con techos altos y pisos de madera. Su proximidad con todos los sitios donde necesitabas estar—incluyendo food trucks mejores que el promedio—y sets nocturnos de Bicep, The Black Madonna y DJ Harvey hicieron que el lugar estuviera consistentemente concurrido.

Pocos artistas representan a su ciudad con tanta pasión como lo hace Dev Hynes, de Nueva York. Al presentarse frente a proyecciones que mostraban imágenes del horizonte de los cinco barrios, su set del viernes en la noche se sintió como una coronación de su talento sin fin. Flanqueado por dos bailarines y un saxofonista, abrió con un breve cover del estándar de jazz "Afro Blue", dominando fácilmente al público con sus desgarradores riffs de bajo influenciados por Prince y un falsetto susurrado que pocos artistas pueden igualar.

Mientras la música de Hynes es más orientada al pop que la mayoría de los artistas del festival, para el momento en que tocó favoritas del público como "Bad Girls" y "Champagne Coast", todo el mundo estaba bailando con demasiada fuerza como para preocuparse por construcciones de género. Si el puñado de temas que tocó de su tan anticipado próximo álbum Freetown Sound es un indicativo, entonces está listo para cimentar su reputación como uno de los mejores cantautores de su generación.

Mientras Grimes pudo haber dominado una de las audiencias más grandes de la semana (ver abajo), hubo muchos otros artistas canadienses innovadores que hicieron el viaje hasta el estado apodado Tar Heel (Carolina del Norte). Quizás uno de los más omnipresentes fue el productor y músico pionero nacido en Quebec, Daniel Lanois, quien participó en numerosos paneles de discusión, y lució su magia con el pedal steel durante un set principal el jueves en el salón Fletcher del teatro Carolina.

Un momento destacado fue la conversación matutina informativa y chistosa con Alex Patterson, de The Orb, en The Armory, donde Lanois discutió cándidamente sobre todo, desde sus comienzos en la música (casi toca el banjo), hasta conocer por primera vez a su colaborador y pionero del ambient Brian Eno: "se sintió como si una luz resplandeciente cayera sobre mí".

En el otro extremo del espectro musical, tenías a la DJ de Montreal favorita de todos, Lunice, tocando hits de hip hop sin parar previo a un set enérgico del prometedor rapero Tory Lanez; mientras tanto, en el salón Fletcher, Tim Hecker presentaba una alineación nocturna que incluyó a Ben Frost y Oneohtrix Point Never.

Los cinco minutos que alcancé a ver del set de la cantautora de R&B y afiliada de Fade To Mind, Dawn Richard, confirmó lo que aquí en THUMP habíamos sospechado por mucho tiempo—es una estrella, y su próximo álbum, RedemptionHeart, será un candidato seguro a las listas de lo mejor del año.

Mientras que su nombre ha estado últimamente en los titulares de noticias musicales por razones significativamente más ruines, cuando no está cantando con el dúo de pop YATCH, Claire L. Evans trabaja como periodista de ciencia y tecnología, además de ser editora en Motherboard, de Vice. Su concurrida charla del jueves sobre la historia del ciberfeminismo, y los roles inmensamente ignorados de las mujeres en el desarrollo del internet, fue informativa sin ser seca ni ensimismada. No te preocupes si te la perdiste—Evans está trabajando actualmente en su primer libro, The Future is Unmanned, para Penguin Random House.

Si eres fan del proyecto del productor londinense, Sam Shepard, es tu deber verlo en vivo, donde le da un músculo post-rock a sus composiciones ambient con tendencias jazz, con la adición de una banda de apoyo completa. Tocaron al aire libre en el parque Motorco el jueves, y tienen puntos extras por sus visuales caleidoscópicas que te hacían sentir como si estuvieras bajo el agua.

Por lo visto, toda la población gótica adolescente de Carolina del Norte vino al set del viernes en la noche de Grimes, y no se fueron decepcionados, ya que la estrella de art-pop canadiense y sus bailarines brindaron un set digno de un show de estadio en lo que era esencialmente un estacionamiento glorificado. Compuesto mayormente de material de su disco del año pasado Art Angels, el set de 40 minutos minusiosamente coreografiado mostró a Claire Boucher seduciendo, gritando y tocando múltiples instrumentos con aplomo.

Moogfest también marcó el debut de "REALiTi: Inside the Music of Grimes", una colaboración con Microsoft que permitió a los fans "remezclar" la canción homónima al tocar una malla unida a sensores de movimiento. Sin embargo, el Q&A para los medios dejó algunas preguntas sin responder sobre el grado de participación de Boucher.

Pasar de los frenéticos momentos coreables de Grimes a una presentación susurrada y sentada de Grouper fue ligeramente discordante para los sentidos, pero la música de la prolífica artista del noroeste pacífico Liz Harris fue perfectamente apropiada para el local cavernoso y acústicamente rico. Presentándose frente a proyecciones policromáticas de 16mm hechas por su amigo y colaborador Paul Clipson, se sentó con las piernas cruzadas con una guitarra frente a un arreglo de pedales de efectos, y su música arrulladora sirvió como el escape perfecto del ajetreo que había en las calles.

Junto con las ciudades vecinas Chapel Hill y Raleigh, Durham es parte de lo que se conoce como el Parque del Triángulo de Investigación, uno de los centros de investigación y desarrollo de alta tecnología más prominentes en los Estados Unidos. Muchos de los trabajos de las compañías involucradas estuvieron toda la semana en exposición, incluyendo IBM Watson, una nueva plataforma que usa procesamiento natural del lenguaje y aprendizaje de máquinas para revelar detalles de una gran cantidad de datos no estructurados.

Si hay un mejor lugar para ver a Juliana Barwick y Julia Holter tocar sus composiciones íntimas y trascendentales que una iglesia presbiteriana, de verdad no se me ocurre ninguno.

El set de dubstep castigador del jefe de Hyperdub fue tan inspirador que un fan comenzó a hacer flexiones en medio del set.

Nunca sabes lo que va a ocurrir en un performance de dos horas de Laurie Anderson, pero dentro del teatro Carolina el sábado en la noche, la artista experimental americana le regaló a sus fans historias correspondientes al entonces senador John K. Kennedy, críticas a la perspicacia arquitectónica de Donald Trump, y música tocada por sus instrumentos hechos a la medida.

Se explica solo, pero hubo muchas actividades a lo largo de la semana para mantener ocupados a los aficionados de equipos musicales, incluyendo una fábrica pop-up que vendía múltiples sintetizadores como el reeditado Minimoog Model D.

Si había alguna duda sobre cuál era el artista más esperado en la edición de este año del festival, sólo tenías que ver las playeras de los asistentes, con imágenes de la cara el pionero británico del new wave superando en número a los otros artistas en una relación de diez a uno. Podrá estar acercándose a los 60, pero su función de tres noches en el teatro Carolina comprobó que tiene más vigor que artistas con un tercio de su edad, girando y saltando como un gallo a través del escenario.

Dedicando cada noche a un álbum diferente de su amplia discografía—Replicas, de 1979, grabado con su banda, Tubeway Army; The Pleasure Principle, de 1979; y Telekon, de 1980,—Numan y su banda de apoyo tocaron al perfecto unísono, acompañados de un vertiginoso show de luces. En caso de que te estuvieras preguntando si el clásico del synth-pop "Cars" aguantaba en vivo 37 años después de liderar las carteleras británicas, la respuesta es un "sí" resonante.

Esto no tiene nada que ver con su presentación—a la que no pude asistir debido a una fila que recorría media cuadra—pero lo mejor que vi del festival podrían haber sido las publicaciones de Snapchat de Usher escuchando el disco de Daniel Lopatin, R Plus Seven, del 2013. ¿Show conjunto en el Moogfest de 2017? Soñar no cuesta nada.

Otro de los locales más populares de la semana, el diminuto antro estaba lleno noche tras noche para los shows del productor de Houston firmado por Tri Angle, Rabit, el grupo de metal experimental con base en Portland, The Body, y otros.

Hemos estado alabando a esta artista japonesa desde hace un tiempo, pero durante su entrevista transmitida por internet, reveló que está trabajando duro en su álbum debut. La protegida de Ryan Hemsworth y remezcladora de Porter Robinson fue reservada con los detalles, pero nos dijo que podíamos esperar más sonidos "orientados al club", con una potencial fecha de salida para más adelante este año.

El comediante de improvisación, músico y líder de la banda del Late Late Show estuvo en todos lados en el Moogfest, anunciando los line-ups de formas típicamente excéntricas, apareciendo en un panel organizado por Wondaland Records (ver abajo), e incluso haciendo una presentación para niños en un show de variedades presentado por DJ Lance Rock, de Yo Gabba Gabba, bajo una torre de agua.

Presuntamente trasladado afuera a último minuto por miedo a que su drone metal cacofono fuera a causar daños estructurales al salón Fletcher, el set del sábado de Sunn o))) en el parque Motorco hizo que hasta el de oídos más fuertes buscara tapones, con los encapuchados veteranos de Seattle presentándose a través de una sábana de niebla morada y azul densa. Como si la presentación no fuera lo suficientemente teatral, el líder Attila Csihar desapareció hacia el final, reapareciendo con una corona demente de la Estatua de la Libertad y una capa decorada con fragmentos de vidrio.

No el líder de Black Moth Super Rainbow, sino la Compañía Americana de Tabaco, la cual fue fundada en Durham en 1890. Caminar entre las chimeneas y paredes de ladrillos adornadas por Lucky Strike, el cual albergó proyecciones de películas en la antes mencionada fábrica pop-up de Moog, se sentía como entrar a un portal y viajar en el tiempo hacia el siglo XIX.

Hablando con THUMP sobre su sello Secret Songs el año pasado, el productor canadiense Ryan Hemsworth dijo: "aunque estés haciendo música increíble, a veces se la lleva el viento, porque muchos chicos no se promueven a sí mismos tan bien. Sólo trato de presentar de la manera más natural y no asquerosa". El showcase de Hemsworth en el Moogfest fue un testamento a su sentido experto de curación, con sets que cubrieron diversos géneros, como la estrella del footwork de Gary, Indiana, Jlin, Qrion, y el productor de alcoba UV boi, quien hizo su debut en Norteamérica.

Mucha gente ha criticado justamente el desbalance de género asociado al booking de festivales de música electrónica, pero los organizadores del Moogfest demostraron lo fácil que es ensamblar un line-up diverso e incluyente. Uno de los mejores ejemplos de esto fue el programa del sábado de The Pinhook, presentando pesos pesados del house y el techno underground como la experimentalista electrónica con sede en Berlín, Laurel Halo, la prometedora productora de Brooklyn, Via App, y la fundadora de Minimal Wave, Veronica Vasicka. Tras una breve tormenta, sus respectivos sets dejaron sudor corriendo de las paredes, y dieron un segundo aire para los cuerpos cansados.

Una de las temáticas centrales del Moogfest de este año fue el "afrofuturismo", así que, ¿quién mejor que Janelle Monae y su equipo de Wondaland Records para comandar las múltiples discusiones? La cantante americana de R&B se unió al productor de Chicago, Hieroglyphic Being, a los DJs y miembros del dúo de producción Christian Rich y a Reggie Watts, para conversar sobre sus respectivas crianzas y la importancia de no ser puestos en una caja como artistas. Monae también habló sobre la próxima película, Hidden Figures, donde interpreta a Mary Jackson, una de las tres matemáticas afroamericanas que ayudaron a la NASA a enviar al astronauta John Glenn al espacio en los 60.

Cada mañana, el festival ofrecía "Moga" en el hotel Durham, que es la combinación de exactamente lo que estás pensando. Estoy seguro de que fue disfrutable, pero no hay manera de que me despierte tan temprano.

Aunque normalmente no defendemos el tomar siestas en los shows, hubo numerosas instalaciones sonoras de muchas horas dirigidas por innovadores avant-garde como Suzanne Ciani y Greg Fox, las cuales proporcionaban oportunidades amplias de escapar del alboroto del Moogfest y recargar las baterías emocional y físicamente. Si eso no era suficiente, también estaba el "Sleep Concert" de ocho horas, del músico americano de ambient Robert Rich, el cual influía el sueño en el ciclo REM de los escuchas con estímulos auditivos.

Max Mertens está en Twitter.