La escena nacional cobró fuerza en The BPM Festival 2016

Playa del Carmen es el lugar en el que necesitas estar cada vez que comienza un año en México. Lo agradable y tersa que es la arena en esa zona del país, el calor no tan excesivo como los veranos, los ricos tacos, y sobre todo, la innumerable oferta de fiestas de música electrónica que se gestan ahí año con año, lo han hecho en una suerte de Ibiza a la mexicana.

Comencé a ir a esta zona del país desde 2012 de manera regular, y para mí significó mucho no sólo por lo asombrado que estaba de haber visto grandes fiestas, sino que cada vez que he vuelto, me asombra cómo tanto Cancún, como Playa del Carmen, han crecido en su totalidad. Hoy son lugares llenos de centros comerciales, tiendas y restaurantes importados de cadenas. El sabor local no ha quedado en segundo plano, en realidad es el que predomina el paladar de todos, pero hay quienes no pueden vivir sin un café de sirena, o una hamburguesa de McDonald's. Entre todas estas cosas que han empezado una serie de éxitos financieros para el paraíso del Caribe, Playa del Carmen se ha comenzado a adueñar de un horario obligado en la agenda de cualquier DJ en el mundo.

BPM Festival, que a pesar de lo que muchos creen, no significa, "beats per minute", sino, "bartenders, promoters and music", está a punto de cumplir una década de fiestas en Playa del Carmen. Lo curioso para muchos, es que no es un festival que esté al 100% hecho por México, pero el país lo ha abrazado con mucho cariño y el gobierno lo ha dejado ejecutar casi siempre sin ningún tipo de complicación. Los problemas que ha sufrido en ediciones pasadas estaban a veces por las inclemencias del tiempo, o la aparición sorpresa de artistas como Tiësto que decidían aparecerse a tocar de imprevisto, al cual no se le niega la tornamesa, pero ha hecho una serie de malos comentarios entre el resto de los promotores. Cada año, este tipo de cosas son tomadas muy a consideración de los creadores de este festival y se ha ido perfeccionando poco a poco. Y para muchos la pregunta sigue siendo, ¿cuándo el talento nacional estará en primer lugar en este evento?

El 2016 es un año clave para la industria nacional, no sólo porque vamos a mitad de una de las décadas que más fama ha tenido en cuanto a música electrónica, hecho que ha potencializado el auge de los DJs, sino que es más considerado quién es el verdadero talento que está presentándose en los eventos. La misma naturaleza y hermetismo que puede tener el sonido que hay en el festival, hace que sea más puro en cuanto a su tipo de fanáticos, es decir, es muy poco el porcentaje de gente que está ahí por pose, porque la mayoría, conoce y baila con gran energía toda la música de sus DJs favoritos. Muchos ejecutan la propuesta y tocan canciones que nadie conoce, más que el mismo autor, y eso, más que un hecho de sentimiento de desconocer, une, porque lo único es más atesorado que lo repetido.

Visité a la gente que estaba en el showcase de Born in México, una de las pocas iniciativas nacionales que tuvieron espacio en este festival. No lo hicieron en cualquier venue, se trataba de ni más ni menos que la emblemática, Santanera, donde el Señor y amo de las tornamesas te recibe con un enorme cartel de néon, y al llegar al tercer piso, te encontrabas con una fiesta que no sólo incluía a compañeros mexicanos en su pista de baile, sino una gran cantidad de europeos que tenían curiosidad de saber qué era lo mexicano.

Un amigo alemán que trabaja en Kompakt, estaba en la fiesta y me comentó, "estoy aquí porque me llamó la atención saber qué era eso que sonaba en México. Además, el showcase dice que es gente nacida en México y me dio mucha curiosidad saber qué estaba pasando aquí, porque quiero saber cuál es el sonido que su país representa". Además de presentarlo con artistas nacionales y promotores, el lugar sirvió como un semillero en el gusto de la gente, porque no había nadie que no estuviera bailando a ritmo de la propuesta mexicana. A la par, los chicos de Zombies in Miami hacían un live act en el que cantaban, sampleaban y ejecutaban en vivo desde sus pads y laptops. Todo esto se expresaba con mucha honestidad, sonrisa en el rostro de muchos de los asistentes y una vibra de unidad que pocas veces había sentido. Es la misma sensación que desató en los asistentes europeos el showcase de Akbal Music, un sello mexicano que está radicado en Playa del Carmen y que usó al Canibal Royal como su centro de operación como showcase en uno de los 10 días que duró el festival. Un poder de música que ha llevado la vara a otro nivel.

Quise que este BPM no estuviera lleno de entrevistas en mi agenda, porque a veces ello te deja sin disfrutar las fiestas que están ocurriendo a la par en más de cinco clubes de Playa del Carmen, y eso me hacía sentir incompleto. Lo único que tenía en mente era explorar más lo que estaba conectando lo nacional, con lo internacional. Para ello me junté con Hector, un productor originario de Guadalajara y que hoy la está rompiendo en varios de los festivales más reconocidos del mundo. Él fue el único mexicano al que quise entrevistar y quien me hizo entender mejor el panorama de lo que estaba ocurriendo en el mundo del mal nombrado, "underground". Lo digo mal nombrado no porque sea lo contrario, pero al final, todo está unido en un mismo árbol que se llama música electrónica y son las etiquetas las que a veces fomentan la división, más que ayudar a la descripción.

La necesidad de sentir los cambios en una escena que por años ha estado dividida por razones que ya hemos tratado anteriormente como las envidias, los malos tratos, el mal pago, la mala apreciación, poco a poco se está desvaneciendo porque se entiende que el trabajo en equipo está beneficiando a los verdaderos amantes de la industria. Esto es apenas el comienzo de un nuevo capítulo para la historia nacional y lo interesante es que sean los festivales internacionales los que nos están haciendo unir para triunfar.

Trino Treviño es el Publisher de THUMP en México. Está en Twitter.