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Comida

Por qué debes siempre enjuagar la lechuga pre-lavada

Seguramente te sientes seguro comiendo ensalada pre lavada sin volverla a lavar, pero aquí te explicamos porqué es necesario lavarla.
Hilary Pollack
Los Angeles, US
Foto von frangrit via Flickr

¿Lavar o no lavar? esa es la cuestión.

Todos estos conceptos un tanto amorfos acerca de los gérmenes y los patógenos son difíciles de que tengan sentido cuando te encuentras mirando a una selección de verduras frescas y preguntándote si vale la pena o no el enjuagarlas. Después de todo, muy raras veces, lo que pones en tu boca es totalmente estéril. Y claro, sí hubo un brote de E. Coli en la espinaca en el 2006 que mató a un montón de personas y una réplica en 2012, pero esos fueron apenas unas pequeñas señales en el radar de la cultural en general.

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Luego te das cuenta que ya le has puesto aderezo a la lechuga sin enjuagarla antes y ya es demasiado tarde. Oh bueno. Debemos confiar o reinventar las etiquetas que dicen "pre-lavada". ¿Y qué era eso que solía decir tu tía? "¿Dios hizo la mugre así que la mugre no mata?"

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Desafortunadamente, tal vez debas decirle a tu tía que la mugre si mata. Y a esa mugre le encanta esconderse en tu paquete de espinaca.

Según una nueva investigación de la Universidad de California, Riverside, los pre-lavados y los lavados triples son una buena idea, pero no te van a salvar de un ataque de intoxicación de alimentos.

La falla fatal está en los espacios y recovecos que se encuentran en las hojas de verdura, las cuales son particularmente hospitalarias con los pequeños pedazos de mugre que se juntan allí. Cuando las compañías pre-lavan las hojas, agregan pequeñas cantidades de lejía en el agua que usan para enjuagar las lechugas, pero no le aplican desinfectante a la superficie de cada hoja. Como resultado, los investigadores encontraron que la topografía única de cada hoja de espinaca puede dejar alrededor de 15 por ciento suciedad.

Photo via Flickr user nettsu

Foto vía Flickr usuario nettsu

Y luego del proceso de enjuague, la bacteria inmunda que escapó a la muerte puede continuar desarrollándose y extendiéndose a otras hojas –y al equipo de la planta procesadora-.

Esa es la parte extra alarmante: luego de ser pre-lavada, el 90 porciento o más de la "bacteria adherida" sobrevivió en la espinaca que los investigadores observaron. Fue entonces el mismo pre-lavado el que pudo haber causado la contaminación de tandas enteras del producto.

"En cierta forma la hoja está protegiendo a la bacteria y permitiéndole que se expanda", dijo en una declaración Nichola M. Kinsinger, la investigadora que codirigió el proyecto. "Fue sorprendente descubrir como la superficie de la hoja formó micro-ambientes que redujeron la concentración de la lejía y en este caso, los mismos procesos que se utilizan para limpiar, remover y prevenir la contaminación fueron los que se encontraron que eran la vía potencial para la amplificación de brotes de origen alimentario".

Con brotes a gran escala tales como el evento de 2006 que enfermó a cerca de 200 personas en 26 estados y mató a tres en Estados Unidos, agravado con el aumento de las súper bacterias resistentes a los antibióticos, este nuevo entendimiento de cómo los pre-lavados puede que no sean la solución, podría ser crucial a la hora de evitar incidentes de intoxicación alimentaria. Particularmente porque alrededor de uno en cinco de los brotes de enfermedades de origen alimenticio ocurren a causa de los vegetales de hojas.

Por suerte la respuesta es simple en este caso: enjuágalas, enjuágalas bien.