FYI.

This story is over 5 years old.

Golden State Warriors

De cómo las lesiones pueden darle a los Warriors el campeonato una vez más | ES | Translation

Los Golden State Warriors están teniendo muchas lesiones en esta temporada, pero esto podría no ser tan malo.
Isaiah J. Downing-USA TODAY Sports

El momento más significativo para el campeonato de Golden State la temporada pasada fue una lesión. No, no fue la fractura de rodilla del base de los Cavaliers Kyre Irving en el primer juego de las Finales, ni tampoco la lesión en la cara del guardia de Memphis Mike Conley, o incluso la cirugía de pie que terminó la temporada de Kevin Durant en marzo. Dicho incidente llegó mucho antes y en su momento no pareció de trascendencia. En el partido final de la pretemporada, el ala pivote de los Warriors, David Lee, sufrió un esguince en su pierna. No fue una lesión que acabaría con su temporada o de gran riesgo, pero sí obligó a Lee a quedarse fuera los primeros 25 partidos de la temporada. Steve Kerr puso de titular a Draymond Green en su lugar, y el resto es historia para Golden State.

Publicidad

Green fue la llave que abrió el potencial de los Warriors en los dos lados de la cancha, ayudándolos en su transformación de recién llegados luchones a una máquina imparable. Los Warriors tuvieron una marca de 22-3 durante la ausencia de Lee. No sólo Lee nunca recobró su posición como titular, sino que también terminó en el último lugar de la rotación. A excepción de unas cuantas apariciones en los playoffs, Lee vio las batallas cruciales del título de los Warriors desde la banca.

A Steve Kerr se le había ordenado un mandato para que renovara la ofensiva de Golden State, y es posible que haya tenido una corazonada sobre el potencial de Green para ganar partidos. Pero aún así, es difícil imaginarse a un entrenador novato sentirse cómodo al banquear a su jugador mejor pagado y dos veces All-Star a favor de un desconocido ala-pivote de tercer año, especialmente por el capital político que había gastado para mover a Andre Iguodala a la banca. La lesión de Lee le dio a Kerr la razón y la licencia para probar a Green y, por ende, cambiar el curso de la temporada.

Un cambio tan drástico es poco probable que suceda en 2016, pero el torrente de lesiones de esta temporada, asumiendo que no aparezca en los playoffs, tal vez termine ayudando a los Warriors a la larga. El primero, y más obvio, es la forma en que han dado oportunidades para que los jugadores prosperen. Las lesiones de Andrew Bogut al principio de la temporada obligaron a Festus Ezeli a jugar con el primer equipo, donde su confianza y firmeza a la ofensiva y sus instintos a la defensiva han progresado. Aunque no reemplazó a Bogut en la alineación titular, y Ezeli encaja mejor con la segunda escuadra, ahora comparten minutos en la duela. Quien juega más depende de los partidos, tanto de las rotaciones y problemas con las faltas.

Publicidad

Jugadores como Festus Ezli han sido capaces de ganar minutos valiosos esta temporada. Foto por Kyle Terada-USA TODAY Sports

De igual manera, el esguince de tobillo de Harrison Barnes impulsó a Brandon Rush a la alienación titular, y ha generado un renacimiento en su juego. Está jugando su temporada más productiva en cuatro años. Ha redescubierto su toque y anota el 48 por ciento de sus tiros de tres, aunque tales cifras pueden ser un tanto engañosas —sus geniales lanzamientos se los debe en gran parte a la atracción de Curry que le genera espacios para sus tiros, ya que Rush (de acuerdo a nbawowy.com) lanza un absurdo 57 por ciento de tres cuando Curry está en la duela y un mediocre 33 por ciento sin él—. De todas formas, las defensivas deben respetar sus tiros y presionarlo en la línea de tres. Incluso si Rush regresara a su promedio, será un jugador de gran uso. Desde hace tiempo, Golden State ha estado buscando a un gran lanzador que venga de la banca, y tal vez lo hayan encontrado.

En un nivel más general, las lesiones también han alentado a los Warriors a convertirse, en un par de formas, más a la franquicia que han copiado, a lo mejor el único equipo lo sigue intimidando: los San Antonio Spurs. Las lesiones han obligado a los Warriors a experimentar con alineaciones que de otra forma jamás habrían probado. "Experimentación de alineaciones" es un poco difícil de concebir, pero aún podemos ver evidencia de ello en las estadísticas de la NBA. La temporada pasada después de 39 juegos, los Warriors utilizaron 206 alineaciones diferentes; sus tres alineaciones más usadas jugaron 313, 170 y 101 minutos, respectivamente. Esta temporada después de 39 partidos, los Warriors han intentado 250 alineaciones diferentes, y sus tres alineaciones más utilizadas —de las cuales ninguna es la preferida— han disputado 197, 120, y 110 minutos, respectivamente.

Publicidad

Los Warriors prueban más combinaciones de jugadores, y distribuyen sus minutos de mejor forma. El entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, ha utilizado la temporada regular como un laboratorio por años. Mientras los expertos muchas veces discuten sobre la estrategia de Popovich en cuanto a su rotación de minutos para su plantel base con más edad, el efecto menos hablado del régimen de descanso es que los Spurs son capaces de probar a su banca en muchas situaciones y diferentes configuraciones. Los Warriors suelen estar tan adelantados en el marcador para el final del tercer cuarto que su banca juega el último cuarto completo. Pero jugar en tiempo de sobra cómodamente es menos valioso que jugar un partido cerrado que podría ir para cualquier lado.

Son estos minutos valiosos, tanto como el descanso de los titulares, los que terminan pagando dividendos en la postemporada: la banca curtida de los Spurs juega con disciplina y precisión incluso bajo presión de playoffs, conformado un equipo los suficientemente flexible para adaptarse a todo tipo de situaciones, gracias a la confianza y química en la temporada regular. El cuerpo técnico también es capaz de hacer ajustes confiables en playoffs, después de haber determinado cuáles alineaciones funcionan y cuáles no.

Gregg Popovich puede estar muy orgulloso de los Warriors. Foto: Soobum Im-USA TODAY Sports

Por supuesto, no es recomendable que todos los equipos sigan este camino. Los Spurs son capaces de salirse con la suya por los años de experiencia de su plantel base y por su habilidad para ganar de visitante en los playoffs que les permite perder partidos menos importantes. La mayoría de los equipos no pueden darse el lujo de sacrificar las oportunidades para que sus titulares se acostumbren a sus compañeros o arriesguen su lugar en playoffs. Incluso los Spurs se han alejado de esta estrategia este año. Ya que necesitan integrar a LaMarcus Aldridge, su alineación titular ya ha juagado el doble de minutos que su alineación más usada de la pasada temporada, y ni siquiera estamos a mitad de la misma. Pero para los Warriors, un equipo que repite con casi todas sus piezas de campeonato y su identidad bien establecida, la temporada regular puede ser utilizada para probar el terreno con alineaciones y estrategias.

Por ejmplo, cuando Barnes fue banqueado, los Warriors fueron incapaces de poner en acción a su "alineación de la muerte" conformada por los jugadores Curry/Thompson/Iguodala/Barnes/Green que fue clave para ganar el campeonato el año pasado y que ha sido su arma para este año. En ocasiones, los Warriors han optado por la llamada "pestilente alineación" donde sustituyen a un jugador no renombrado (Livingston por lo general) por Barnes. Estas alineaciones han sido, sorpresivamente, malas. Aunque sólo las vemos en acción unos cuantos minutos, se han visto superadas por 12 puntos por cada 100 posesiones. Los Warriors se ven mejor cuando ponen a Curry/Thompson/ Green, ya sea con Livingston o Iguodala (pero no juntos), o incluso con alineaciones más tradicionales con Green de 4 y Ezeli o Bogut de 5. Se trata de un conocimiento ganado a base de lucha que no habrían obtenido sin la lesión de Barnes.

A lo mejor los Warriors habrían experimentado algunas de estas alineaciones con o sin lesiones bajo el mando de Kerr, pero dicho escenario sería menos probable con Luke Walton. Como entrenador temporal, Walton no se habría sentido con la autoridad necesaria para desviarse del plantel ganador que el staff fichó la temporada pasada. También, de alguna forma Walton parece estar buscando un nuevo trabajo. Obviamente, esto no significa que esté comprometiendo conscientemente los intereses del equipo a largo plazo para fortalecer su currículo, pero tal vez lo obligue a inclinarse menos a tomar riesgos con alineaciones que podrían traerle derrotas.

Las lesiones también habrían salvado a los Warriors de sí mismos al terminar su racha ganadora. Aunque la racha fue divertida para los fans y genial para la liga, hubo señales cerca del final que comenzaba a tener un impacto negativo en el equipo. Les generó efectos psicológicos por ser el foco de atención y la intensidad insostenible en muchos juegos de temporada regular. Pero también hubieron señales más concretas. Los Warriors estaban presionando demasiado para mantener su racha viva —los titulares jugaron minutos de más repetitivamente para rescatar juegos que de otra forma habrían concedido por intereses de salud. La racha ha finalizado, pero las lesiones ayudaron a que terminara antes y de forma decisiva. Jugar sin Thompson y Barnes obligó a los Warriors a sacar las garras en tiempo extra frente a Boston, desgastándolos para su derrota ante los Bucks.

Steph Curry declaró que el equipo ni siquiera había mencionado el tema de los descansos hasta esta semana, y es casi posible que si la racha hubiera seguido extendiéndose, dicha discusión habría quedado en el olvido. Los Warriors convencieron a Draymond Green para que descansara los dos próximos partidos, y también intentarán que Andre Iguodala descanse. Este reposo, al igual que la serie de eventos que las lesiones han provocado a los Warriors, sólo pueden hacerlos más fuertes para su defensa del título —incluso cuando les haya costado la derrota de anoche—.