Batey Naranjo, a las afueras de Santo Domingo, una comunidad de ascendencia haitiana mayoritariamente. Fundada como un campamento para trabajadores de la caña de azúcar de Haití, ahora se echó a perder en la pobreza y el abandono. Alrededor del 90 por ciento de la comunidad de las cuatro mil personas que residen en él es de ascendencia haitiana.