Imágenes que bailan

Jean-Paul Goude es diseñador gráfico, ilustrador, el mejor fotógrafo del mundo según Andy Warhol, director de vídeos musicales y anuncios para televisión, y uno de los últimos franceses interesantes que quedan con vida. Es conocido por haber ayudado a su amante, Grace Jones, a desarrollar una de las imágenes más potentes y emblemáticas en el mundo de la música y la moda. También ha dirigido algunos de los mejores anuncios de los últimos años del siglo XX, entre ellos el que quizá sea el mejor anuncio de coches de todos los tiempos: ese en el que un Citroën CX sale de la boca de Grace Jones y recorre el desierto mientras ella repite melódicamente la palabra francesa "bien". Un anuncio con el que, básicamente, se te ponen duros los pezones. También fue responsable del increíble desfile francés de 1989 que conmemoraba el bicentenario de la revolución: un oso patinando sobre hielo para Canadá, adolescentes haciendo el moonwalk para Estados Unidos, gaiteros escoceces bajo una lluvia artificial y guardias soviéticos caminando sobre nieve artificial.

Probablemente el mejor anuncio de coches del mundo, con Jean-Paul Goude como director de arte, y con la actuación de su novia de entonces, Grace Jones.

VICE: ¿Qué hace Jean-Paul Goude? 
Jean-Paul Goude: Entiendo que es fácil para los escritores centrarse en lo que me hizo famoso: los anuncios y el desfile del bicentenario de la Revolución Francesa, pero siempre he volcado mis intereses (baile, moda y revistas) en lo que hago. Siempre he tenido esa actitud de artista y nunca me imaginé haciendo otra cosa. Sin embargo, aunque el mundo artístico de París era interesante, me pareció un mundo difícil.

Empezaste como ilustrador, ¿cierto?
Sí. Cuando todavía estaba en la escuela dibujaba a mis amigas vestidas de diversas formas. Siempre tuve fascinación por la ropa.

¿Cuándo conociste a Harold Hayes, el jefe de Esquire?
Harold estaba en Europa de compras, y buscaba nuevos talentos. El tiempo que pasé en Esquire fue crucial para mí. Harold inventó lo que llamamos Nuevo Periodismo, él me lo enseñó todo. Siempre estaba buscando cosas nuevas. Esquire tenía a gente como Tom Wolfe, Truman Capote y Gore Vidal escribiendo para la revista. También estaba George Lois, un genio de la dirección de arte, pero creo que Harold estaba buscando una alternativa a George, y esa alternativa fui yo. Harold siempre dijo que estaba adelantado a mi tiempo, pero yo sólo quería ser original.

Una portada de Esquire, dirección de arte por Jean-Paul Goude.

Te refieres a tu técnica más famosa como "French Correction". ¿Qué es eso?

Los editores de Esquire fueron quienes la bautizaron. El objetivo de la corrección francesa es jugar con las proporciones de las personas, sin Photoshop. Recortar y reordenar fotos para crear un fotomontaje en el que extiendo las extremidades o exagero el tamaño de la cabeza, o cualquier otra cosa. Fue algo que siempre me llamó la atención a muchos niveles; siempre estoy buscando el equilibrio, la simetría y el ritmo en una imagen.

Ritmo es una palabra extraña para describir una imagen. ¿También fuiste bailarín, no?

Eso fue por mi madre, que fue acróbata. La gente se dio cuenta de su talento y empezó a animarla para que aprendiera a bailar, pero sabía que nunca podría ser bailarina porque no tenía el físico. Sin embargo, era una bailarina nata. Lo que tiene el baile es que son los movimientos aquello que te llama; cada movimiento de tu cuerpo es un baile en sí. Piensa en un grupo de personas cualquiera en la calle. Algunas caminan al mismo ritmo y otras siguen su ritmo interior. Una amiga negra en Nueva York tenía un hijo que practicaba su forma de caminar frente al espejo antes de salir, y su forma de hacerlo variaba en función del sombrero que llevara puesto. Creo que esto es una forma de baile, al menos como yo lo entiendo. Ya no bailo, pero mi amor por el baile sigue intacto. Lo expreso de forma distinta. Bailo sin bailar.

El desfile del Bicentenario del Día de la Bastilla, dirección de arte Jean-Paul Goude.

So Far, So Goude video incluido con el libro.

Gays.

¿Trabajó Andy Warhol contigo en un número de Esquire?
Lo conocí mientras trabajaba en mi segundo número de Esquire. Se llamaba, si no me falla la memoria, "The Final Decline and Total Collapse of the American Avant-Garde" [El Último Declive y el Colapso Total del Avant-Garde Norteamericano]. Le pedimos que hiciera algunas fotos para ese número. Recuerdo que era muy reservado. Tenía un atractivo diferente, con su peluca de lado y mal maquillado.

Eres muy conocido por tu trabajo con Grace Jones. ¿Qué intentabas hacer?
Grace era muy abierta. Trabajamos juntos para crear este personaje intimidante. Es decir, su cuerpo ya es intimidante de por sí: ese cuello recto, los pómulos pronunciados, una mandíbula larga y delgada. Es femenina, no cabe duda, pero siempre me pareció mucho más hermosa sin todos los accesorios que usa para verse más femenina.

Traté de enfatizar la forma de su cuerpo a través de un expresionismo alemán minimalista, con un juego de sombras y figuras angulares. Grace es de Jamaica, así que habla un inglés muy articulado. También le aconsejé que se dirigiera a su público, compuesto casi íntegramente por homosexuales, como lo haría una maestra: con severidad. Todo eso ayudó a construir su imagen.

Foto de Jean-Paul Goude por Maciek Pozoga.

Por último, ¿en qué estás trabajando ahora?
En este momento hay una intensa guerra entre los grandes almacenes parisinos, Le Printemps y Le Bon Marché, que se presentan como lugares de prestigio para ir de compras. También está Les Galeries Lafayette, con su imagen adulta y acomodada. Llevo diez años trabajando con ellos. Mostramos la ropa con mujeres bonitas porque así funciona la publicidad en la industria de la moda. Las imágenes son un poco ambiguas, y en el mundo de la moda se preguntan: "¿Goude se está burlando de nosotros? ¿Se está burlando de la moda?" Por ejemplo, disfrazando a Lætitia Casta de hombre.