Los beduinos en Israel están siendo desalojados con gas lacrimógeno y agua a presión

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Los beduinos en Israel están siendo desalojados con gas lacrimógeno y agua a presión

El ‘Plan Prawer’ trata de destruir y relocalizar a los residentes a municipios controlados por el gobierno israelí, como Hura.

El sábado, a lo largo de Israel y Cisjordania, miles se manifestaron contra el plan de evacuar a los residentes beduinos del desierto de Naqab. A ese día se le llamó el "Día del odio", que ciertamente hizo honor a su nombre, con cientos de manifestantes enfrentándose a las fuerzas de seguridad que usaron gas pimienta, agua a presión, caballos y bombas de gas lacrimógeno.

La ira fue generada por el Plan Prawer, una propuesta de ley israelí que llevaría al desalojo de hasta 70 mil beduinos que viven en el Naqab, en Israel. Muchos de los beduinos ahí viven en aldeas que el gobierno se niega a reconocer. El Plan Prawer trata de destruir y relocalizar a los residentes a municipios controlados por el gobierno, como Hura.

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De acuerdo con el gobierno israelí, el Plan Prawler "constituye un gran paso en favor de la integración beduina en la comunidad multicultural israelí, mientras se preserva su cultura y herencia únicas". Los activistas anti Prawer, como Khalil Alamour, de la aldea no reconocida de Assiri, tienen un punto de vista distinto.

"Ellos [el gobierno israelí] tienen muchas argumentos y hermosas excusas para ocultar sus verdaderas razones, que son concentrar a los beduinos y colocarlos en un espacio mínimo para tomar sus tierras ancestrales", dijo Alamour.

Hacia el final del día, había al menos 28 arrestos y 15 policías israelíes heridos, incluyendo a uno que había sido apuñalado en la pierna. En la protesta más grande, en el municipio beduino de Hura, un niño de 14 años fue arrestado a punta de pistola por la policía.

El doctor Thabet Abu Rass, director de la oficina Naqab del Centro Legal Adalah para los Derechos de Minorías Árabes en Israel, dijo que el plan toma en cuenta diferentes criterios para la construcción en pueblos beduinos y judíos en el Naqab.

"Como árabes, somos discriminados por el estado israelí", dijo. "Esta ley va a afectar a un segmento de la minoría árabe severamente, que son los beduinos del Naqab… el estado israelí se mueve para establecer nuevos criterios para un grupo específico de gente, los beduinos, que evitaría el reconocimiento de las aldeas beduinas".

Estas tribus han vivido en el desierto de Naqab por cientos de años, desde antes de que existiera el estado de Israel, y tradicionalmente han vivido de la agricultura. Después del establecimiento de Israel, los beduinos del Naqab han vivido una historia llena de demoliciones y relocalizaciones forzadas. "El desalojo es la experiencia histórica básica de los beduinos en el Naqab", dijo Gadi Algazi, un profesor asociado en el departamento de historia de la Universidad de Tel Aviv.

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"Lo que pasa es que las autoridades israelíes han decidido solucionar el problema de la propiedad de la tierra y la llamada 'cuestión beduina' de una vez por todas. Y lo hacen de una manera que ya es conocida. Es la doctrina del shock", dijo Gadi. "Significa que, como ellos lo imaginan, en tres años, todas las cuestiones de propiedad se habrán solucionado, de manera que los beduinos se quedarán sin nada".

Aziz Alturi viene de Al Araqib, una aldea no reconocida que ha sido destruida y reconstruida más de 50 veces en los últimos tres años. En términos de la frecuencia de destrucción es como South Park, pero en lugar de ser aplastado por gigantes celebridades robóticas, el diablo, Saddam Hussein o cualquier otro, es demolida por el estado israelí. Aziz dijo que al destruir las aldeas y evitar que los beduinos practiquen su estilo de vida agrario, el gobierno israelí espera obligarlos a aceptar trabajos con bajos sueldos, para ayudar a la economía israelí.

"El gobierno está buscando la manera de cambiar nuestra cultura, de cambiarnos a nosotros, de confiscar nuestra tierra. Cuando alguien tiene tierra, se siente un hombre de negocios o una persona normal. No se siente como un trabajador o como un esclavo o algo porque cultiva la tierra y trabaja en la tierra y continúa con su vida… Ahora, cuando miro lo que está pasando con las demoliciones, estoy seguro de que el gobierno tiene la idea de cambiarnos para que seamos esclavos".

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