Como decía Don Hermes Pinzón en Betty la Fea, "el diablo es puerco". Y sus tácticas para reclutar cerebros jóvenes se están volviendo cada vez más complicadas de detectar. No contento con su pacto con Maluma, ni con su Templo en el Quindío o el niño que poseyó en Lorica y que respiraba fuego, el Diablo se ensañó con los nuevos juguetes de moda: los fidget spinners.En un video reciente, nuestro hermano, el pastor evangelista Juan Mariano Ávalos de la Congregación Pentecostés de los Primeros Cristianos, explicó a su comunidad de ocho feligreses la oscura estrategia de Satán para seducir a nuestros niños. Camuflando el pecado en un dispositivo antiestrés (que creó una noble inventora gringa para jugar con su hija, quien padecía de una enfermedad neuromuscular), Satanás está enseñándole inconscientemente a la gente sus señas y doctrinas.
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Sí, al tomar el spinner con el dedo gordo y medio, sus hijos están aprendiendo a hacer la mano cornuda. Y cuando lo cogen con el pulgar y el índice, el Diablo los obliga a hacer el 666. El número de la bestia a miles de revoluciones por minuto. Afortunadamente, tenemos de nuestro lado a la Congregación Pentecostal y al grupo de Mamás Cristianas Contra los Fidget Spinners.Escuchen la explicación del pastor Ávalos de cómo este macabro juego hace que los niños hagan "este signo burlándose de Dios, este signo satánico":
Y hay más.Un alma cristiana encontró que, escondido en las formas de los fidget spinners, hay formas satánicas e iluminatis, simbolismo de Baphomet. Por ejemplo, los triángulos, el parecido con los ojos, esas espirales de los demonios. Vean con sus propios ojos:
Ya ni los spinners antiestrés se salvan de las garras del Infierno. Ahora toca que, en palabras de Ávalos, "cancelen esto de sus casas". Tres rosarios y chao juguete satánico.¿Qué le decimos a Satán y sus fidget spinners?
