¿Puedes morir si te drogas con gas de la risa?

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Drogas

¿Puedes morir si te drogas con gas de la risa?

Los medios dicen que puede ser letal. Tus colegas creen que no hace daño. ¿Quién tiene razón?

Las cápsulas de óxido nitroso (también llamado gas de la risa) son una forma accesible de pillar un colocón. Y muy barata: por 12 euros puedes comprar un paquete de 24 cápsulas. Por eso no sorprende que esta droga haya experimentado un auge, sobre todo en Inglaterra, donde se consume de forma mucho más habitual. Pese a que, desde 2006, se han registrado 17 muertes a causa de este gas, todavía hay opiniones divididas sobre lo perjudicial o inocuo que resulta. Así que decidimos consultar con un experto para conocer la verdad sobre el gas de la risa.

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¿Qué es el óxido nitroso?

Es un gas incoloro e inodoro que provoca un efecto disociativo en el cerebro humano. Al inhalarlo, uno se siente como si estuviera echándose unas risitas en el espacio. El gas fue descubierto en los laboratorios del químico inglés Joseph Priestley en 1772, aunque no fue hasta 1799 que Humphry Davy, otro químico inglés, popularizó el gas como droga recreativa. Humphry desarrolló cierto gusto por las alucinaciones que el gas le provocaba e incluso celebraba lo que él denominaba “fiestas del gas de la rosa”. El óxido nitroso empezó a popularizarse entre la clase alta británica. Varios años después, se aplicó por primera vez como anestésico en el ámbito médico. La primera operación quirúrgica de la que se tiene constancia en la que se usó el gas se llevó a cabo en 1844.

¿Puede el óxido nitroso ser letal?

El profesor Gordian Fulde, fundador del Australasian College for Emergency Medicine y director del departamento de Medicina de Urgencias del Hospital de San Vicente, en Sídney, asegura que él no se echaría las manos a la cabeza diciendo que ese gas te puede matar.

“El único modo en que el óxido nitroso podría matarte es si te privara de todo el oxígeno del cuerpo”, explica Fulde. “Hay gente que se pone bolsas en la cabeza y hace otras bobadas para evitar que entre el oxígeno. Es entonces cuando hay un verdadero riesgo”. Sin embargo, en sus 34 años de experiencia en la profesión, Fulde nunca ha tratado a un paciente con lesiones producidas únicamente por el gas de la risa, y mucho menos ha visto a nadie morir de ello.

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Imágenes por Ashley Goodall

¿Cuáles son los efectos a largo plazo del consumo del óxido nitroso?

La Alcohol and Drug Foundation sugiere que la “exposición prolongada” al gas puede provocar pérdida de memoria, zumbidos en el oído, incontinencia, entumecimiento, espasmos, psicosis, depresión, posibles defectos en el feto y alteraciones en el sistema reproductivo. También existe la posibilidad, señalan, de que al inhalar el gas se produzca la congelación de la nariz, los labios y la garganta. Esto ocurre porque el óxido nitroso se envasa a presión en forma de líquido, lo que implica que su temperatura está por debajo del punto de congelación.

Finalmente, existe otro riesgo con este gas. “Un síntoma muy, muy poco frecuente es la degeneración de la médula espinal”, añade Fulde. “Eso está relacionado con una deficiencia en la absorción de la vitamina B-12. Si consumes este gas de forma abundante y continuada, la médula y la función motora se irán degenerando y puedes desarrollar una enfermedad similar a la esclerosis múltiple”.

“Sin embargo, yo nunca he visto ningún caso así causado por el óxido nitroso. Siempre ha sido debido a la combinación de otras cosas. Para acabar en Urgencias solo por inhalar este gas, tendrías que consumirlo en cantidades bestiales”.

Entonces, ¿es peligroso inhalar óxido nitroso?

El verdadero problema es que, casi siempre, este gas se consume junto con otras sustancias. Nadie sale de fiesta y únicamente inhala óxido nitroso. “Los australianos somos líderes del mundo en el consumo de anfetaminas, de éxtasis y terceros en el consumo de cristal de metanfetamina”, explica Fulde. Por tanto, lo más probable es que el consumo de gas de la risa se vea exacerbado por el de alguna de esas otras sustancias.

Con la popularidad del gas, su consumo se está disparando. “Se trata de un gas muy fácil de comprar y legal, y lo consumen muchos jóvenes como ritual de iniciación, etc.”. El verdadero riesgo es precisamente ese, el de la accesibilidad. “Espero que esto cambie dentro de unos años”, apunta Fulde.

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Este artículo apareció originalmente en VICE AU.