Conozcan a los Chompos

Durante octubre de 2016 una fuerza disruptiva cambió para siempre lo que los colombianos entendemos por la palabra noticia: tratábamos de digerir el plebiscito, el Nobel de paz y a Uribe entrando a la casa de Nariño muerto de la dicha cuando, de repente, las andanzas de un grupo de universitarios dedicado a crear y compartir memes —momos, como les decían ellos— se volvieron asunto de interés nacional.

Un viernes cualquiera "Chompos y cursos ásperos uniandes" era un grupo marginal de Facebook al que uno acudía en busca de memes demasiado ácidos para los colegas, muy crípticos para publimetro.com e inaceptables para el grupo familiar de whatsapp; pero el lunes siguiente, Antonio Caballero los había tildado de Bacrim en su columna; Héctor Abad salió a interceder por ellos y, unas semanas después, Juanita León tituló: "Con Donald Trump triunfa la chompo-política". Y todo por un meme machista que uno de los miembros del grupo le había dedicado a Carolina Sanín, una de las profesoras más conocidas de la Universidad de los Andes, sobre todo en Facebook.

Las cosas pasaron al plano más tangible de la realidad cuando Carolina Sanín, quien culpó a la universidad del incidente, fue despedida de su cargo en diciembre. Las partes terminaron involucradas en una batalla jurídica de varios meses. Lastimosamente, ni Caballero ni Abad volvieron a compartir sus opiniones acerca del fascinante mundo de los memes. Por su parte, el grupo "Cursos y chompos ásperos" desapareció de Facebook en algún punto de enero de 2017 y la opinión pública se quedó sin saber qué carajos eran "los Chompos"… la bacrim esa.

Por eso buscamos a los fundadores del grupo —quienes ya lo refundaron con el nombre Cycar (por las iniciales del original: Cursos y chompos asperos reloaded—, les dijimos que había dos Pokerones con sus nombres en nuestra oficina y ellos subieron por una de las cuadras más empinadas de Chapinero para reclamarlos.

El que muestra la cara es Diego Urbano, egresado de la facultad de Ingeniería de la universidad de los Andes. El de la máscara de unicornio nos pidió que solo nos refiriéramos a él como el hombre que controla el perfil de Victor Chomsky.

Se los presentamos.

VICE: ¿Cuéntenos, qué es un chompo?
V.C.: Chompo es la chaqueta que usan los ñeros para robar.

¿Y a cuál de ustedes dos se le ocurrió ponerle ese nombre al grupo?
V.C: A ninguno. La persona que creó el grupo lo creó porque quería un grupo académico, pero no le funcionó esa mierda. Diego era amigo del man y le dijo. Mejor dicho, cuente usted Diego que usted empezó Chompos.

D.U.: Bueno, Chompos era un espacio muy académico en el que se intercambiaban referencias de los profesores y de sus clases. Ese era el propósito inicial de Chompos, pero nadie copió de esa idea. Sí copiaron de la de crear sátira en torno a la Universidad de Los Andes. En torno a las élites que normalmente no se veían expuestas a un humor tan… Subversivo, tan irreverente, tan visceral.

V.C: Es que solo decir Cursos y Chompos Asperos Uniandes ya es algo que choca. Eso es como decir Raponeros Uniandes.

Hablando de élites y raponeros, siempre me pregunté hasta qué punto chompos era un fenómeno de clases.
V.C.: En Chompos hay cero clases. Es decir: Chompos es gente pobre burlándose de ser pobre.

D.U. Nosotros somos multiestrato, o sea, cuando hay una reunión de Chompos, los administradores llegan desde Rosales y desde Soacha, pero la gran mayoría somos chompos burlándose de chompos.

V.C: Cuando queremos ir a tomar cerveza a un sitio barato, nosotros decimos "vamos a echarnos un Ser Pilo Paga". Pero eso es un chiste, yo no creo que haya algún lugar a que vayan los becados por ser becados.

¿Ustedes sentían que esa era la clase de irreverencia que no existía en la universidad?
D.U.: Sí, la sátitra de humor negro no existía en Los Andes y la gente quería ese espacio. Chompos le quitó la máscara a un montón de personas que no pretendían dar su opinión frente a un montón de temas tabú.

¿Cuáles eran esos temas tabú?
V.C.: Inicialmente, el precio de la matrícula, los horarios y cosas muy propias de la Universidad de Los Andes.

D.U: Las brechas sociales entre los becados y la demás gente…

V.C: Luego Chompos se convierte en un movimiento de contracultura en contra de los social justice warriors,

¿Quiénes son esos social justice warriors?
V.C.: Es el progresismo político y el mal llamado liberalismo del siglo XXI. Los políticamente correctos, el feminismo de tercera ola: esa corriente que dice que aparentemente ya tenemos demasiada libertad entonces debemos empezar a restringirla de aquí hacia adelante.

D.U.: Vea: si Chompos no era el grupo que iba a burlarse de ellos, nadie más iba a hacerlo. Digamos que no está muy bien visto criticar esas ideas en un espacio académico.

Ustedes dicen que no había lugar para esa crítica en la universidad. Pero, antes de acudir a Chompos, ¿intentaron tener esas discusiones en clase?
V.C.: Sí. En la universidad se puede hacer esa crítica pero no tiene plataforma. Usted puede decir que cree en la igualdad del siglo XIX, que es: todos iguales ante la la ley y nada más y le responden con ese credo de que para ser libres, verdaderamente libres, necesitamos un mínimo de igualdad material. Y eso es indiscutible, es una axioma que usted no puede controvertir.

Las universidades, por así decirlo, son dogmáticas con el progresismo político.

Eso que ustedes me dicen suena casi como un deja vú del discurso que tenían los gringos en los foros de 4Chan y reddit. Ese movimiento se politizó: las personas que participan en esos foros y que usaban al meme de Pepe la rana terminaron siendo agrupadas bajo el término alt right y jugaron un papel en la victoria de Trump. ¿Chompos tiene algún contenido político? V.C.: Lo de 4chan es bien complicado porque el día que ganó Trump la discusión en el foro de política fue: "¿Qué hicimos? Queríamos joder al progresismo político y terminamos eligiendo a este tipo que no nos representa. La cagamos". La idea de Chompos tampoco es que pase lo de Estados Unidos.

D.U.: No queremos tener esa responsabilidad.

V.C.: Uno puede hacer algunas generalizaciones acerca de los miembros de chompos, como que defendemos la libertad de expresión sobre todas las cosas, pero de ahí a decir que los miembros de chompos van a votar por este o ese candidato en el 2018, no. Chompos no tiene una voluntad grupal. Aunque no faltara el desubicado que crea que vamos a votar por Uribe o Duque.

Guardando las proporciones, esa historia, la de los gringos en 4chan, ¿no es muy parecida a la de ustedes en Chompos? D.U.: Así le decimos a Chompos: el chiste que llegó muy lejos.

Señor de la máscara de unicornio, usted y yo ya habíamos hablado a través de Facebook. Esa vez usted me decía que lo que sus detractores no entendían era que lo que pasa en las redes, se queda en las redes. Después de todo lo que ha pasado, ¿siguen pensando igual?

V.C.: Seguimos creyendo que lo que pasa en las redes no debería trascender al mundo real.

Evidentemente, trascendió. ¿Qué pasó? V.C.: Creamos fanáticos.

D.U.: Creamos una identidad que realmente no tenemos.

V.C.: Haga de cuenta que hay gente que en lo único que es buena es en hacer memes en Chompos. Cuando alguien ataca al grupo es como si alguien lo amenazara a usted con quitarle un trabajo en el que usted es bueno: que lo es todo para usted.

D.U.: Probablemente Chompos sea más valioso para ellos que para nosotros como moderadores del grupo.

Y como moderadores, ¿se sienten responsables en alguna medida por el hecho de que las cosas que pasaban en el grupo hayan trascendido a otras esferas? D.U.: Por eso quitamos la palabra uniandes del nombre del grupo. Para que los miembros no tuvieran esa responsabilidad directa frente a la institución. El punto es: ¿frente a quién tendríamos esa responsabilidad social ?

No sé, supongo que frente a los chompos, esos miembros del grupo que, como ustedes mismos se dieron cuenta, veían en Chompos algo más grande que el mundo. V.C.: No, nuestra única responsabilidad es que Chompos siga existiendo para ellos.