El pasado lunes La Habana lloró a Fidel Castro. Después de cuatro noches de silencio y recogimiento tras el anuncio de la muerte del líder de la Revolución, el viernes 25 por la noche, miles y miles de ciudadanos salieron a despedirse del estadista.
A las 9:00 a.m., 21 cañonazos de salva fueron la señal que dio inicio al homenaje por el luto que va a durar nueve días. En total, 216 horas de despedida. Niños, familias, jóvenes estudiantes, ancianos… sus simpatizantes darán el último adiós al Comandante Castro, la figura política e histórica quizá más importante para América Latina del siglo pasado.
Una fotografía en blanco y negro de Castro, rodeada de arreglos florales, se erige como premio de consolación para los isleños que no pudieron ver la urna con las cenizas del militar en la plaza José Martí de la Revolución.
El homenaje en ese lugar permanecerá hasta hoy martes a las 7:00 p.m., cuando se celebre el protocolo oficial de despedida con los mandatarios de diferentes países del mundo que acudirán a la ceremonia.
A partir del miércoles las cenizas harán un recorrido de más de 1.000 kilómetros a bordo de una carroza fúnebre. El cortejo seguirá la ruta recorrida del 2 al 8 de enero de 1959 por el ejército rebelde, cuando Fidel Castro y sus hombres lograron derrocar al dictador Fulgencio Batista y sus vidas se elevaron al rango de leyenda en la pequeña isla caribeña.
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Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.