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Fotos

Fotografías de adolescentes raras

"Es como si fueran mis entrañas las que detectan a mis modelos en lugar de mis ojos".

"Los conejos hacen bebés tan rápido que es imposible contarlos", dice la fotógrafa holandesa Hellen Van Meene. Esa velocidad es la esencia del título de su nuevo libro The Years Shall Run Like Rabbits.El libro recoge una serie de retratos protagonizados por mujeres jóvenes, que fueron tomados entre 1994 y 2015.

Las protagonistas son tan extrañas como fascinantes y todas ellas comparten un atractivo especial. Las fotos tienen una composición hermosa y a menudo son comparadas con pinturas de los grandes maestros holandeses. Pero Van Meene lo ve desde otro punto de vista: "Mi obra trata sobre la velocidad de la vida. Además, cuando no estás contento con la fotografía que has hecho, no tienes de qué preocuparte: al día siguiente será diferente".

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Hellen trabaja en el norte de Holanda, pero busca a sus chicas alrededor del mundo, a menudo caminando por las calles de cualquier ciudad o en centros comerciales. ¿Cómo sabes cuando un adolescente es perfecto para ser protagonista de tus singulares fotografías? "No tiene nada que ver con ser linda o no; es más sobre química y atractivo. Puede deberse al humor que tienen, al pelo o a la piel. Simplemente hay algo en ellas que es especial, es como si fueran mis entrañas las que detectaran a mis modelos en lugar de mis ojos".

Y es gracias a ese instinto por el que ha conseguido imágenes como la de una niña pelirroja con su ortodoncia, una chica coreana soplando una burbuja rosa o una gemelas idénticas. El hilo conductor, la mayoría de las veces, es su juventud y su particularidad. Como dice Hellen, "los rostros son impredecibles y pueden tener diferentes interpretaciones. Prefiero caras jóvenes porque son como un libro abierto".

Una vez hecho el casting, es hora de crear la puesta en escena adecuada. A través de sus imágenes, Hellen trata de conseguir obras atemporales, creando escenarios abandonados, con vestidos y camisones de segunda mano. "Me gusta que no se sepa exactamente cuándo se hizo la foto, si ahora o hace 20 años", explica.

Las casas abandonadas en las que le gusta fotografiar son una raza en extinción, y Hellen habla de ellas con un toque de nostalgia: "Las casas así son cada vez menos frecuentes en los Países Bajos. Todo el mundo, incluso las abuelas, se están modernizando demasiado. Casi me siento con la obligación de documentar este tipo de lugares para que no caigan en el olvido". En la portada del libro aparece una casa a la que Hellen intentó acceder durante años, y es una pequeña representación del viejo diseño holandés.

Pero a pesar de su cuidadosa planificación, la artista se deja llevar también por su intuición. Después de veinte años haciendo fotos, confía en su enfoque y perspectiva: "No soy una investigadora. No me pregunto si esto o aquello lo hizo alguien antes, no me importa. Es mi invención, porque todo se ha hecho, pero no por mí".

Con su composición de cuadrado perfecto, se podría pensar que su trabajo es ideal para difundir a través de Instagram pero, aunque existe el hashtag #hellenvanmeene, no encontrarás su cuenta por ninguna parte. "No me gusta compartir mis imágenes con el resto del mundo de esa manera. Cuando hago una foto, nunca se la enseño inmediatamente a nadie. La guardo como si fuera un bebé que acaba de nacer, y no la comparto con el resto del mundo hasta que esté segura de haber hecho un buen trabajo".