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Las películas colombianas que darán de qué hablar en 2017

Estas son ocho de las películas colombianas que se estrenarán este año a cargo de Víctor Gaviria, Óscar Ruiz Navia, Jorge Navas, entre otros.

Según un informe de Cine Colombia publicado recientemente, 2016 fue el mejor año en cifras para el cine en Colombia. En total, fueron más de 61 millones de personas las que fueron a una sala de cine en el país durante el año, alrededor de tres millones de espectadores más de los que hubo en 2015. Y aunque, como siempre, las películas más vistas siempre son producciones gringas, el año no pasó en blanco para el cine colombiano.

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Mientras que los primeros lugares de las películas colombianas más vistas siguen siendo ocupadas por las comedias, en gran parte auspiciadas y producidas por Dago García, —El Coco, Uno al año no hace daño 2 El paseo 4— el llamado cine de autor, ese de festivales internacionales, también tuvo un año importante en 2016. El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, logró colarse en el sexto puesto de las colombianas más vistas, luego de haber logrado ser la primera película colombiana nominada a un Óscar.

Y aunque otros títulos nacionales no fueron tan exitosos en taquilla, hubo varios que dieron mucho de qué hablar, que revelaron nombres nuevos de la producción cinematográfica local o que recordaron nombres que hace un tiempo no llegaban a la pantalla: Los Nadie de Juan Sebastián Mesa, Oscuro animal de Felipe Guerrero, Saudó de Jhonny Hendrix o Todo comenzó por el fin de Luis Ospina.

Hasta ahora, los proyectos programados a estrenarse en 2017 apuntan a darle el nivel a lo que fue la producción de cine nacional en 2016. Pero este año, particularmente, parece ser el año de los regresos: hay una nueva película de William Vega (La sirga, 2012), de Víctor Gaviria (La vendedora de rosas, 1998) y de Juan Andrés Arango (La playa D.C., 2012), para empezar. Y, claro, las de Dago.

Aquí les adelantamos ocho películas colombianas que se estrenarán en 2017. 
(La información la reunimos con la ayuda de Cine Colombia y la oficina de comunicaciones Black Velvet).

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La mujer del animal, Víctor Gaviria.

9 de marzo.

"(…) la película va a ser muy atacada. La película es fuerte, tiene una dramaturgia que le recordará a los directores colombianos que el cine es sinónimo de riesgo, el cine acomodado y seguro no existe", le dijo Víctor Gaviria a VICE hace unos meses sobre La mujer del animal, una película que, como toda la obra del realizador paisa, promete incomodar y conjugar el cine y la realidad hasta sus últimas consecuencias.

La película, que llega 12 años después de Sumas y restas, parte de la historia de una mujer que entrevistó el director. Margarita fue secuestrada y violada en 1975 por un hombre conocido como 'El Animal', estuvo cautiva siete años en los que tuvo tres hijos de su captor y tuvo que soportar la indiferencia de los vecinos y familiares que, además, la juzgaban por haberse involucrado con el Animal. La película, cuenta Gaviria, casi no ve la luz: el tema y el guion eran tan duros que nadie se atrevía a producirla. Pero para el director lo fuerte y violento del largometraje son el reflejo de la realidad más cruel, que nadie quiere ver, de la violencia de género. La mujer del animal, dice, es una forma de reivindicar a las mujeres cuya vida ha sido negada por hombres maltratadores. "Que sea un homenaje a todas las mujeres que han sido ultrajadas".

Noche Herida, Nicolás Rincón.

23 de marzo.

Nicolás Rincón conoció por primera vez las historias y creencias populares campesinas cuando aún era un niño. Su papá, un profesor de antropología, lo llevaba a  las salidas de campo que hacía con sus estudiantes, en las que visitaban casas de campesinos escuchando leyendas populares. Años después, Rincón volvió a la tradición oral campesina con una trilogía documental que bautizó Campo hablado. El objetivo, explica, no es hacer un inventario más de folclor, sino explorar otra realidad en la que la magia es parte fundamental. Una realidad que, además, vive en medio de la violencia. La trilogía empieza con En lo escondido (2007)una mirada a la esfera femenina campesina en la que cohabitan brujas y pobreza; sigue con Los abrazos del río (2010), un ejercicio similar pero del mundo masculino en el que los cuerpos que corren por el río ya no son obra del Mohán sino de la violencia; y termina con Noche herida, un documental en el que Rincón explora las leyendas que se quedan con los campesinos que son desplazados por la violencia y que se enfrentan a nuevos lugares lejos de donde nacen sus historias.

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X Quinientos, Juan Andrés Arango.

Abril.

En 2012, Juan Andrés Arango contaba la historia de Tomás, un adolescente del Pacífico colombiano fuera de lugar en La Playa D.C. Enesa, su ópera prima, Arango cuenta la historia de un joven que busca adaptarse a Bogotá en medio del racismo, la precariedad, la soledad y la hostilidad de la ciudad. En X Quinientos Arango vuelve a mirar a los problemas de la migración cuando se juntan con la adolescencia, la búsqueda de identidad y los problemas de raza. Esta vez, lo hace a través de la historia de tres personajes en tres países del continente: Alex, un joven afrocolombiano que termina involucrado en las pandillas de la región y que se inventa una supuesta vida en Estados Unidos después de tener que volver a Buenaventura tras la muerte de su hermano; David, un indígena Mazahua que encuentra la identidad punk como forma de adaptarse a la vida en México D.F., una ciudad a la que migra cuando su papá muere; y María, una adolescente filipina que se muda a Canadá, con su abuela, después de la muerte de su madre y que se une a una pandilla 'chola' mexicana. X Quinientos, que fue parte de la selección oficial en los festivales de cine de Toronto y San Sebastián, desarrolla la forma única en que cada contexto, y cada individuo, termina resolviendo un conflicto que, por encima, parece el mismo.

Un gran dragón, Jaime Osorio Márquez.

Octubre.

Foto de Burning Blue.

Puede ver el trailer acá.

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Marcos es un guardaparques solitario e introvertido. En el parque que cuida, se desata una epidemia que provoca la muerte de varias aves y que una pareja de biólogos llega a investigar. La vida de la pareja empieza a cambiar la forma en que Marcos se piensa a sí mismo y el equilibrio que había encontrado en su soledad. La perturbación hace que su cuerpo, de repente, se sienta expropiado, ahora reclamado por otra fuerza que lo impulsa hacia su propia destrucción. La historia y la atmósfera de Un gran dragón, que Osorio describe como la lucha entre el bien y el mal narrado en el Apocalipsis e instalado al interior de sus personajes, recuerda la ópera prima del realizador caleño, El Páramo (2011), una película de suspenso que fue capaz de combinar temas propios del contexto colombiano con el cine de género. En Un gran dragón, Osorio vuelve a las imágenes densas que marcaron el estilo de El Páramo, ahora con la neblina del Parque Chingaza, donde tuvo lugar el rodaje de esta película que Diana Bustamante, una de las productoras, ha descrito como una historia íntima e intensa sobre la oscuridad del alma.

Buenaventura mon amur, Jorge Navas.

Octubre.

El 3 de junio de 2016 se abrió la convocatoria: se buscaban hombres y mujeres entre los 18 y 30 años que bailaran hip hop, salsa choke, street dance, paso e' perra o cualquier otro ritmo que fusionara el baile urbano con los ritmos pacíficos colombianos. Dentro de los participantes, los mejores serían elegidos para participar en la última película de Jorge Navas, director de La sangre y la lluvia (2009). Buenaventura mon amur cuenta la historia de cuatro jóvenes de Buenaventura que en medio del difícil y violento contexto de desempleo, pobreza y casas de pique, optan por el baile como forma de huir de la oscuridad. "Estamos tratando de registrar un momento histórico en donde está surgiendo una estética particular como la generación del Break Dance", le dijo Jorge Navas a la revista Shock, que fue además la plataforma encargada de recibir las propuestas de los bailarines y de anunciar al ganador final del concurso: Jason Chaverra, un joven coreógrafo de origen chocoano.

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Sal, William Vega.

Segundo semestre del año.

Imagen cortesía de Black Velvet.

Sal nació al interior del Festival de Cannes: el guion de la película fue desarrollado en la Residencia de la Cinefondation de ese festival, uno que William Vega ya había visitado después de que su ópera prima, La sirga (2012) fuera parte de la selección oficial de la Quincena de realizadores, un brazo del Festival de Cannes dedicado a mostrar cine mundial de realizadores desconocidos. Heraldo es el protagonista de Sal, un hombre que atraviesa el desierto en moto buscando recuerdos de su padre. En medio de la travesía, Heraldo sufre un accidente y queda al cuidado de una pareja de ermitaños que se hacen cargo de él y de sus heridas. Al final, el proceso de sanación termina siendo propio e interno, más allá del viaje, de la figura del padre o de las heridas físicas. " Sal plantea la eterna lucha perdida del hombre ante la naturaleza y el destino que es en sí misma la lucha en vano por alcanzar la sabiduría. Esta es una película sobre un hombre que desea respuestas y, cuando las encuentra, descubre que de nada le sirven. Su verdadero aprendizaje será reconocerlo", asegura Vega.

Epifanía, Óscar Ruiz Navia y Anna Eborn.

Segundo semestre del año.

En Suecia hay una isla, la Isla Faro: el hogar de Ingmar Bergman y el escenario de muchas de sus películas. La misma isla es uno de los tres escenarios en los que se desarrolla la trama de Epifanía, la última película del director caleño Óscar Ruiz Navia —El vuelvo del cangrejo (2009) y Los hongos (2014)— que realizó en compañía de la directora sueca Anna Eborn. Tres mujeres, una en la Isla Faro, otra en Colombia y la última en Canadá se enfrentan al cambio de la vida misma: el nacimiento o la muerte de un familiar. La historia de Epifanía, que sus directores describen como una travesía de la oscuridad a la luz y de la muerte a la vida, parte de recuerdos reales de Ruiz Navia y de Eborn sobre sus propias madres que intervienen con el fin de crear un relato sobre formas de recuperar la vida y de asumir la realidad.

Monos, Alejandro Landes y Alexis dos Santos.

Aún sin fecha.

Después de Cocalero (2007), el documental que sigue la trayectoria política de Evo Morales, y de Porfirio (2012), un largometraje que cuenta la historia de un hombre que pasa sus días entre su cama, una silla de ruedas y la venta de minutos, el director Alejandro Landes vuelve con Monos en 2017, esta vez de la mano del director argentino Alexis dos Santos,. La película, que según Landes está parcialmente inspirada en El señor de las moscas de William Golding, cuenta la historia de un grupo de jóvenes soldados que se pasean por las montañas colombianas armados con la misión de mantener viva a la única adulta entre ellos: una estadounidense que tienen secuestrada. El proyecto, que apenas terminó de rodar el pasado diciembre, se ha ganado el apoyo económico de varias convocatorias en Holanda, Alemania y Colombia para su realización y distribución en esos países.