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¿Dejar a los hombres encerrados en casa reduce la violencia y el machismo?

El jueves 9 de octubre se declarará toque de queda para los hombres en Bucaramanga como parte de una campaña para generar conciencia sobre la violencia machista.

A principios de los años 70, Golda Meir, la entonces primer ministro de Israel, se enfrentó a un gabinete de Gobierno lleno de hombres y sostuvo numerosas discusiones sobre la mejor manera de frenar una oleada de violentas violaciones. En una de esas conversaciones ministeriales, surgió la idea de prohibirles a las mujeres salir a las calles al oscurecer. Meir hizo una contraoferta: "Los hombres están atacando a las mujeres, no es al revés", dijo, "si va a ver toque de queda, son los hombres los que deben ser encerrados”.

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En última instancia, la idea fue descartada como inviable. Pero desde entonces, ha sido considerada seriamente por un montón de pequeñas comunidades de todo el mundo. Esta vez, es Bucaramanga la ciudad que va a tomar la batuta metafórica de Meir. Este jueves 9 de octubre, la ciudad de poco menos de 600.000 habitantes experimentará su primera "noche de solo mujeres" como parte de una campaña lanzada por Richard Aguilar, gobernador del departamento de Santander. La iniciativa, llamada la Noche de las Mujeres del Súper Buen Trato, también se llevará a cabo en Piedecuesta, Girón y Floridablanca

En declaraciones a los medios, Juan Camilo Beltrán, presidente de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, y uno de los defensores de la propuesta, declaró que el toque de queda, aunque de naturaleza simbólica, busca frustrar la plaga de ataques contra la mujer en la ciudad.

"Cuando se trata de momentos pacíficos", dijo Beltrán, "las mujeres son siempre las que mejor se comportan".

Durante las últimas semanas, las autoridades han alentado a bares y discotecas para que organicen eventos exclusivos para mujeres, mientras que los hombres que tienen que estar fuera de casa por la noche tendrán que llevar un salvoconducto expedido por sí mismos, en el que explican por qué están en la calle durante el toque de queda.

Las multas impuestas serán simbólicas. El éxito del programa dependerá de si los hombres escogen ir adelante con la campaña. Como dice Beltrán, "solo podemos esperar que los hombres acepten el desafío de quedarse en casa", que está lejos de ser una seguridad.

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No es la primera vez que se realizan este tipo de jornadas en Colombia. De hecho, iniciativas similares se realizaron en Bogotá durante la última alcaldía de Antanas Mockus, fundadador de Corpovisionarios, la organización de cultura ciudadana que hoy acompaña técnicamente la iniciativa del gobernador Aguilar. Sin embargo, ni los ejercicios en el pasado ni esta nueva versión parecieran aún responder una pregunta: ¿un toque de queda para los hombres realmente es una forma efectiva de hacer frente a la violencia contra las mujeres?

La doctora Suzanne Clisby, directora de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Hull, se muestra escéptica: "No creo que los toques de queda son la forma más eficaz de hacer frente a la violencia contra las mujeres", me dijo. "El mejor toque de queda que se podría hacer es enviar un mensaje desde el Estado, en el que se diga que la violencia contra la mujer es vista como inaceptable y será tomada en serio. Sin embargo, a menos de que este fenómeno no se intervenga de forma integral, es bastante inútil".

Además, la doctora Clisby expone que este tipo de iniciativas podría incluso producir incentivos perversos, y llegar a tener un efecto negativo: "Se podría perpetuar el mito de que la violencia contra las mujeres ocurre solo por la noche por desconocidos".

La creación de una narrativa basada en que la embriaguez en las noches es la principal causa de los ataques hacia las mujeres oscurece los hechos crudos de la situación. Los autores de la violencia de género son generalmente conocidos de la víctima, y ​​estos tienden a ocurrir en el hogar o lugar de trabajo, en lugar de discotecas o pubs.

La doctora Alison Phipps, director de Estudios de Género de la Universidad de Sussex, sostiene que uno de los problemas con el toque de queda es "que se encuentra dentro de la retórica de que la violencia masculina es inevitable, así las mujeres lo intenten. El mensaje que tenemos que transmitir es que los hombres deben comportarse de manera diferente, en lugar de que las mujeres y los hombres deban estar separados (de cualquier manera) para la protección de las mujeres".

Y es aquí donde podemos encontrar un aspecto positivo de los toques de queda nocturnos exclusivamente masculino: como una herramienta pedagógica, que tiende a alentar un debate sobre la violencia de género. La pregunta que queda en el aire es: ¿es este el tipo de campaña de comunicación más efectivo?

"Tenemos que mirar y desafiar las maneras en las que los chicos están siendo programados en términos de género, y desarticular esas masculinidades hegemónicas que pueden ser perjudiciales para ellos mismos, para las mujeres y el resto de personas de su entorno", añade la doctora Clisby. "Además, tenemos que mirar la forma en la que las niñas pueden aprender construcciones normativas de feminidad que terminan haciéndolas vulnerables a diversas formas de explotación sexual".

Por ahora, habrá que esperar a la noche del jueves, para ver si los hombres santandereanos se animan voluntariamente a acatar la medida simbólica. Luego, vendrá lo más interesante: ver de qué forma, la jornada redujo la violencia machista que corre rampante por Colombia.