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Música

Cosas importantes sobre las drogas que debemos desmitificar

Desde niños nos han dicho muchas cosas sobre las drogas, pero no necesariamente la verdad.

*Este artículo se publicó originalmente en Vice.

Es durante los últimos años de colegio que muchos tienen sus primeros coqueteos con las drogas. El primer contacto con ellas dependía mucho de tu circunstancia: desde el inhalador para el asma de tu hermano, hasta un corto plon del porro que alguien te ofrecía en una fiesta en la que no debías estar (sobre todo en el caso de los más populares del salón). O, si eras de los que frecuentaba las amistades de la peor calaña, una pequeña rayita blanca para esnifar.

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La postura de cualquier centro educativo respecto a las drogas es la misma que la de tus padres: no las consumas o morirás. Y antes de que logres convencerlos de lo contrario, vas a terminar de patitas en la calle o marchito y solitario en un manicomio. Es decir, nunca vas a poder convencerlos.

Los adultos siempre le mienten a los niños para protegerlos de sí mismos, así como todos nos mintieron a nosotros antes de conocer las drogas por cuenta propia. Por eso, quiero llevar a cabo una buena acción y derribar algunos de los mitos sobre las drogas que se divulgan en los colegios, además de ofrecer unos cuantos consejos gratuitos de mi propia experiencia. A mi modo de ver, las drogas no van a dejar de consumirse, por muchas miles de horas que se pase la policía deteniendo y registrando a la gente. A estas alturas puede decirse que la guerra contra las drogas es infructuosa. Es por esto que me parece razonable ofrecer algunos consejos realistas para los que decidan ignorar todo lo que les enseñaron sobre las drogas cuando chiquitos.

Foto por Ben Shapiro.

Tomarte un ácido no va a hacer que quieras arrancarte la piel o algo parecido

Puedo sonar como un papá, pero lo mejor es que no tomes ácido si no estás completamente seguro de que quieres hacerlo y de que tu mente va a soportarlo. Si no se te antoja, no lo hagas. Si te pica la curiosidad, adelante. Si alguien te lo echó en la bebida, dale un puñetazo en la cara con todas tus fuerzas y después busca un lugar tranquilo para sentarte y beber una botella de agua fría.

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En la mayoría de los casos, una dosis pequeña no tiene demasiados efectos. No te inducirá a clavarte un cuchillo ni a tirarte por la ventana porque crees que puedes volar, simplemente hará que veas los colores más brillantes y que te rías mucho. Pero siempre ten mucho cuidado con las dosis, o ten aún más cuidado si tu familia sufre de disposición a las afecciones mentales. Si vas a comerte más de un ácido espera un rato y no te lo comas de golpe, porque corres el riesgo de tener un mal viaje y de que te entren ganas de hacer cosas de las que luego vas a tener que arrepentirte. Por otro lado, el consumo de LSD a largo plazo puede provocar depresión, ansiedad y la visión de flashbacks hasta por un año. Nada recomendable.

La Ketamina es una pérdida de tiempo

No quiero sonar fascista con el tema de las drogas. Muchas de ellas tienen cosas geniales, pero todas tienen un lado oscuro. Dicho esto, la ketamina es una droga estúpida. Aspirar tranquilizante para caballos no sólo es tremendamente malo para tu salud (se considera una de las drogas recreativas que más daño causan al consumidor), sino que se ha vuelto muy popular en las fiestas de música electrónica.

En los colegios les van a decir a los estudiantes que la ketamina es como los demás narcóticos en polvo: dañino y para fracasados que no tienen trabajo, pero lo cierto es se quedan cortos, en caso de que algún día se enganchan fuerte con esta sustancia, porque se pondría bien feo. La ketamina tiene produce altos grados de adicción y mucha gente se queda enganchada. Aparte, el consumo excesivo provoca problemas en la vejiga, lo que significa que en un par de años tendrás que cargar con una bolsa de colostomía goteando sobre los zapatos de la gente.

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Algunas pueden matarte, pero la mayoría no lo harán a menos que seas un idiota

Ten un poco de sensatez. Con las drogas recreativas, la moderación lo es todo. Tomemos como ejemplo el éxtasis: alguien podría venderte pastillas que contengan PMA en lugar de MDMA. La curva de respuesta a la dosis de PMA es mucho más pronunciada que la del MDMA, lo que implica que tardas más en notar los efectos, por lo que mucha gente se toma otra dosis antes de tiempo y todo termina muy mal, es decir en muerte.

Si por algún motivo desafortunado entras en el territorio de la metanfetamina, el crack, el GHB y la heroína, empezarás a notar los daños mucho más rápido. Según un estudio, nueve de cada diez intoxicaciones en EU se deben a sobredosis con algunas de estas drogas, así que mi consejo es: no te metas en el territorio del crack, la metanfetamina, el GHB ni la heroína. Sembrar el miedo sobre las drogas suele ser contraproducente, pero tampoco hay que olvidar que el miedo existe por una razón, y si eso sirve para evitar que te llenes la sangre con una dosis fatal de opiáceos, tal vez no está tan mal. Utiliza tu ingenio, tu experiencia en la calle.

Foto por Chris Bethell.

Es más fácil desarrollar una adicción a la cocaína si la consumes con alcohol

A no ser que seas un narco multimillonario que aspira cocaína de la punta de un cuchillo en su casa de las Islas Caimán, lo más probable es que, cuando consumas cocaína, también estés bebiendo alcohol. Empiezas a sentirte cansado, mareado y le compras una bolsita de contenido sospechoso a un tipo con cara de pocos amigos que está dentro de su lujoso carro.

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Pero cuidado: la mezcla de ambas sustancias genera una nueva droga llamada cocaetileno que, aunque produce una sensación de euforia, puede ser muy perjudicial para el corazón, según algunos estudios. Además, la broma te sale bastante cara: gastar mucha plata en empolvarte la nariz cada vez que sales a tomarte una cerveza no es precisamente un hábito muy sostenible.

No te volverás adicto a la heroína por probarla una vez

Aproximadamente el 23% de las personas que consumen heroína acaban desarrollando dependencia de esta droga. Pero como ya he dicho, lo mejor es mantenerse alejado de ella, a no ser que te guste mucho sudar como puerco y vender hasta a tu madre para conseguir dinero para una dosis.

Los drogadictos no son ni buenos ni malos, son personas

El estereotipo de drogadicto es el habitante de calle que ronda por ahí, al que muchos llaman peyorativamente "desechable". Pero lo cierto es que la adicción puede adoptar múltiples formas. Los borrachos son adictos, la gente que se fuma 30 gramos de marihuana a la semana es adicta y la mayoría de los artistas musicales que más te gustan también lo son.

Lo que quiero decir es que en la escuela nos han enseñado a considerar la adicción de un modo despectivo, lo que a su vez nos lleva a tratar a los adictos como basura, cuando la gente con adicciones está por todo lado. Y probablemente van a ser vulnerables con el tema, así que trata de tocar el tema con suavidad, o preguntarle al menos cómo va su día

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Hablar sobre drogas nunca ha sido ni será extraordinario

Inflar tu pecho diciendo que tu hermano mayor te dio un porro cuando tienes catorce años es aceptable, pero si sigues obsesionado con ser #lomás cuando llegas a la edad adulta, acabarás intentando impresionar a tus levantes en Tinder asegurando que puedes meterte un gramo entero de cocaína en un golpe. Y no a muchas personas les impresiona un tipo así. No hay nadie que quede como un campeón por alardear sobre cuántas drogas se mete. Nadie.

También cuídate de la mota

Con el cannabis, la moderación también es esencial. Empieza con algo de hierba floja, como el corinto. Eso te va a coger ligeramente.

Si empiezas con algo muy fuerte, quizá te dé un bajón intenso que te impida tragar sin la ayuda de algún líquido y te haga quedar como un tonto delante de tus amigos.

Y ya que estamos en esto, deja que te cuente algo sobre ese rollo de que la marihuana es una droga de iniciación: en un estudio realizado en el Reino Unido, el 93 por ciento de los consumidores de droga encuestados habían fumado mota. Pero, ¿significa eso que el 93 por ciento de los consumidores de droga del Reino Unido están rebuscando entre las fibras de la alfombra una piedra de crack? Claro que no. La mota es tan droga de iniciación como lo pueden ser el alcohol o el tabaco.

Las pastillas tienen la mejor relación riesgo-recompensa

El éxtasis no crea agujeros en el cerebro. La mayor parte de las muertes causadas por éxtasis realmente han sido provocadas por malas condiciones de ventilación e hidratación, o incluso el PMA, esa sustancia de la que hablé antes. En la escala de peligrosidad creada por el profesor David Nutt, exasesor sobre drogas del gobierno británico, el éxtasis estaba en uno de los puestos más bajos (por debajo incluso del alcohol y la nicotina), superando solo al LSD y los hongos.

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Con esto no los estoy animando a que prueben el éxtasis. No tomarlo sigue siendo más saludable que hacerlo, y en cualquier caso, existen ciertos riesgos. Lo cierto es que mucha gente va a probar esta droga y experimentará una hermosa sensación de euforia que no se consigue con ningún otro estimulante químico.

Es muy importante ir con mucha precaución a la hora de tomar cualquier tipo de droga, ser responsable con las dosis y asegurarse de no hacer ninguna tontería, como beber mucho alcohol, no hidratarte lo suficiente, o intentar ponerte a nadar con la ropa puesta.

En cualquier caso, conviene recordar que a veces el gobierno y los medios de comunicación, dos instituciones que no siempre saben de lo que hablan, hacen un retrato desproporcionado de algunas drogas y de la adicción a ellas.

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