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'The Wolfpack', el documental que ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance

Los Angulo pasaron de estar encerrados en un departamento durante 15 años a codearse con las estrellas de Hollywood.

Los hermanos Angulo. Foto vía.

The Wolfpack está disponible en iTunes y puedes verla en los cines mexicanos a partir del 27 de agosto.

Imagina que eres un adolescente con cinco hermanos y una hermana, pero ella es "especial". Todos tienen el pelo largo hasta las nalgas. Tus padres son una gringa hippie y un peruano Hare Krishna antisistema que te mantiene encerrado en un pequeño departamento del Lower East Side de Manhattan, en Nueva York. Tu madre te educa en casa y, si tienes suerte, sales a la calle un par de veces al año, aunque un año en el que no saliste para nada. Pasas el tiempo viendo películas, que son tu único acercamiento al mundo exterior. Para no volverte loco empiezas también a vivirlas: tú y tus hermanos realizan meticulosamente sus propias versiones de Reservoir Dogs, Pulp Fiction o Batman, creando disfraces con cajas de cereal, tapetes de yoga y utilizando pistolas de cartón. Ésta es tu manera de escapar de la monotonía y el aburrimiento, convirtiéndote en alguien diferente todos los días.

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Gracias a la documentalista Crystal Moselle podemos conocer esta historia y, de esta forma, los hermanos Angulo se convierten en protagonistas del documental ganador del Gran Premio del Jurado en el festival de Sundance de este año: The Wolfpack.

Los hermanos Angulo parecen personajes casi ficticios y es fácil tacharlos de nerds, pero conforme la cinta avanza y se devela su perturbadora historia, uno siente cada vez más empatía, hasta que terminan convirtiéndose en héroes absolutos. El villano por supuesto es el papá. Sirviéndose de borrosos videos familiares y de su acercamiento —incluso amistad—, con los jóvenes, Moselle presenta una situación increíble pero cierta.

En un principio contamos únicamente con la versión de los hermanos que explican que sus padres se conocieron en el Camino del Inca, en Perú, y que su padre se consideraba a sí mismo como un ser superior a quien le atraía la filosofía Hare Krishna. Quería tener diez hijos, pero según cuentan ellos, "la edad alcanzó a su madre y sólo pudo tener siete".

Los videos personales muestran una especie de secta bastante inquietante en la que el padre es el líder supremo. Los Angulo explican que no les estaba permitido salir de un cuarto o entrar a otro sin su permiso, mucho menos del departamento y que ni su madre contaba con la llave.

No saben cómo relacionarse con el resto de la sociedad y su única referencia son las más de cinco mil películas que orgullosamente poseen en VHS y DVD y que recrean y clasifican a detalle. ¿Han escuchado de los "niños salvajes"? Pues los Angulo son una especie de niños salvajes, sólo que en lugar de ser criados por animales, lo fueron por los clásicos del cine. Por directores como Tarantino y Coppola.

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Foto vía.

Por fortuna, antes de que empecemos a comparar al señor Angulo con personas como Josef Fritzl, —aquel austriaco que encerró a su hija e hijos-nietos en un sótano por años—, Mukunda, uno de los Angulo, cuenta del día en que cambió todo para él y su familia: a sus 15 años salió solo del departamento ataviado con una máscara "para no ser reconocido". Y así, poco a poco empezaron a salir juntos, los hermanos lobos en manada, el Wolfpack, sin que el padre opusiera resistencia.

El documental da lugar a muchas preguntas sin respuestas. Una de las principales es lógica: ¿Cómo dio Moselle con la familia objeto de su trabajo? Esta pregunta no tiene una respuesta en la cinta, pero al parecer resulta que se topó con los hermanos, en una de sus salidas grupales. Esto debe haber sido algo bastante impresionante, ya que como acostumbraban, iban vestidos con trajes y lentes de sol como los personajes de Reservoir Dogs, cosa que difícilmente pasa desapercibida y que debió de resultar irresistible para la cineasta, quién se acercó a ellos sin imaginarse la historia que se escondía detrás de esos lentes.

En la cinta, el padre, Oscar Angulo, tarda bastante tiempo en dar su versión de los hechos y cuando lo hace, lo hace en un inglés entrecortado y poco comprensible, pero al menos tenemos una excusa, aunque ridícula, para el aprisionamiento de su familia. Explica que para él, la ciudad de Nueva York es como una "cárcel exterior" y que lo hizo para proteger a sus hijos de ser contaminados por el "sistema", convirtiendo su departamento en una cárcel verdadera. También, al preguntársele si se arrepiente de algo, (medio) argumenta que no cree que nadie deba pedir disculpas. Digamos que no queda muy bien parado y más bien es presentado como un borracho conspiracionista.

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A pesar de la terrible historia, lo más interesante de The Wolfpack termina siendo la incapacidad de los hermanos para distinguir entre ficción y realidad y la forma en que perciben y se relacionan con un entorno totalmente nuevo a través de su mundo conocido, el de las películas. En la lucha por concebirse a sí mismos como personas individuales, los hermanos Angulo tratan de saber quiénes son y para ello voltean a las películas de mafiosos o superhéroes.

Esta línea se borra aún más cuando la policía, casualmente y como si esto pasara todos los días, llega al departamento con una orden de cateo. "Buscaban un arma", pero resulta, obviamente, que "todas las armas que encontraron eran de cartón".

El momento culminante y más satisfactorio de la película para los espectadores, que ahora están del lado de los chicos, llega cuando al fin, todos juntos y elegantes, asisten por primera vez a un cine. Hasta el momento sólo habían visto películas en su propia casa. Ellos mismos admiten que nunca olvidarán esa noche y caminan eufóricos por las calles de Manhattan.

Es conocido que directores de la talla de Steven Spielberg realizaron, en sus inicios, peliculitas originales con sus amigos y familia. Si tuviste acceso a una cámara de video cuando niño, tal vez te fue, como a muchos, irresistible el ponerte salsa catsup como sangre y recrear lo que veías en tus películas y programas favoritos.

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Para los que gustamos del cine, ver a los hermanos Angulo recrear clásicos del cine en su totalidad, palabra por palabra, es una experiencia sumamente placentera. Es como la realización de un sueño de la infancia que, tal vez, no sabíamos que teníamos.

A lo largo de una hora, esos nerds del principio se han transformado, gracias a su recién adquirida libertad, en chicos cool. Verlos caminar por Coney Island con sus lentes de sol es gratificante. Los chicos que cambiaron de "los niños que no podían" a "los que pueden".

Difícil decirlo ahora con certeza pero tal vez The Wolfpack será un testimonio del ascenso a la fama del reconocido director de cine Govinda Angulo, o del aclamado actor Bhagavan Angulo. Lo cierto es que el cine ha jugado un rol crucial en la crianza y desarrollo de los seis hermanos.

Los Angulo pasaron de estar encerrados en un departamento durante 15 años a codearse con las estrellas de Hollywood en la alfombra roja del Festival de Sundance, gracias al trabajo de Moselle. Su historia los ha convertido en celebridades accidentales. Para ellos la realidad y la ficción parecen ser uno, lo mismo.

The Wolfpack te hará sentir una extraña satisfacción. La pandilla saciará tus (secretas) fantasías cinéfilas.