La Nueva Dialéctica negativa de Asamblea Internacional del Fuego

​Cuando escuché por primera vez a Asamblea Internacional del Fuego creí estar internado en algún manicomio. Si no me equivoco corría el 2006-2007, cuando acostumbraba recomendarme bandas ligadas al hardcore con mis amigos de Monterrey, ciudad donde pasé mi juventud y me volvía loco descubriendo nuevas agrupaciones. Incluso tocábamos en una banda de estilo similar. En esa época las redes sociales facilitaban todo e hicimos amistad con weones culiaos de Chile que también interpretaban algún subgénero del hardcore. Esos amigos eran Erik de Malevolentia, Vicente de Niño Symbol Ohhh!, Walford de Teoría De Un Sueño Muerto y los hermanos Gustavo y Tomás Urquieta de Vlado Petrik; todos estos grupos pertenecientes a la movida emo violence chilena. Pero no logro recordar quién de ellos cinco me preguntó: "¿Conoces a Asamblea Internacional del Fuego?". Mi respuesta –después de superar la época en la que uno dice saber/conocer todo– fue un rotundo NO. Sin embargo, y lo que sí puedo retener en mi memoria, es la canción que me hicieron llegar por MSN. Albatros era ese tema de Asamblea Internacional del Fuego incluido en su disco Lo que hablaron las ánimas en el camino.​

Once años después esta agrupación de Santiago de Chile que comenzó a tocar en 2001 dentro de la escena hardcore punk chilena, sobresaliendo por las temáticas profundas y personales que manejaba en sus canciones, lanza Dialéctica negativa, grabación de ocho emocionantes tracks, los cuales me atrevería a definirlos como relatos que toman la forma de una canción, o canciones que se convierten en poesía. Sin embargo, Emilio Fabar, el vocalista, en varias ocasiones afirmó que "sus letras solo fungen como actos de sanación".

Pasa el tiempo y AIDF sigue siendo una banda inteligente, una banda de post hardcore latino que sobresale haciendo algo distinto, sin encasillarse en una línea o estilo que desde hace muchos años podría decirse se estancó. Simplemente la combinación de sus instrumentos bien ejecutados, los samplers que lo ambientan todo de principio a fin, y la voz que juega entre los gritos y las partes habladas –donde persiste la literatura, los problemas sociales, la infancia más inalcanzable y también el presente de ser padre de familia– es algo hermoso.

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"Para nosotros no fue tan solo hacer canciones, para nosotros quizás tenga que ver con la autodefensa… para nosotros esto fue un refugio, el lenguaje, la memoria y la calma. Compañeras/compañeros esto es Dialéctica negativa con amor para todos", son las palabras que AIDF plasmó en su página de Facebook, comunicando que su nuevo trabajo que venían planeando desde 2012 –cuando se volvieron a juntar para dar shows en Chile, reeditaron algunos de sus discos y lanzaron rarezas que incluían demos e instrumentales– estaría para descarga gratuita.

Estos chilenos siempre les ha interesado –también se les ha dado muy fácil– interactuar con su público, con quienes tienen un lazo demasiado entrañable. Y precisamente lo dejan aún más claro en este disco editado por Andamios y Plataformas apenas en los primeros días de octubre. Incluso en alguna entrevista de hace algunos años afirmaban que "Asamblea Internacional del Fuego es un acto estricto de afirmación, de ratificación personal. Un llamado a la memoria donde toda la gente que participa, le pone mucho ahínco para que las cosas salgan". No obstante, también son una de esas bandas que tras su separación parecen tomar fama y asomarse del underground, volviéndose algo sagrado y ganando reputación y respeto en distinta partes del mundo. Incluso el año 2006 realizaron una extensa gira europea, compartiendo escenario con grandes bandas de screamo europeo para después separarse.

Es gratificante saber que AIDF tras su regreso a los escenarios y con canciones nuevas no busca perecer en un show o una gira llena de nostalgia, donde únicamente se interpretarían canciones del pasado: la trilogía que precede a Dialéctica negativa e inició con La marcha de la desesperanza en 2002, Columnas en 2004 y Los que hablaron de las ánimas en el camino de 2005.

Dialéctica negativa muestra una madurez total. Pareciera ser el principio para culminar una época en la que AIDF eran solo un fantasma y pocos los habían visto de carne y hueso. De alguna u otra forma la vieja escuela y la nueva generación se convertirán en un solo grito para cantar letras como "soy la primera línea de defensa de tu risa, mi niña / tú sanaste las heridas de todas las batallas perdidas" de Río Mataquito, o "la ciudad se ilumina, la noche se rompe y yo miro las luces / que se acabe el vacío, se borre tu nombre y comience de nuevo / que me coman los ojos los pájaros negros para no verte nunca / que la rabia se vaya, que el tiempo se pare" de Cúbito/Radio. Me atrevería a decir que –sin intentarlo– volvieron a tener ese espíritu adolescente lleno de energía para lograr la nueva dialéctica negativa de Asamblea Internacional del Fuego.