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Primavera Club 2012

Cosas que dan morriña y asco a la vez

Este año el Primavera Club desprende C.A.L.O.R. gallego.

C.A.L.O.R. es la unión de Desparrame y Arkestra, una fiestaca que este año tendrá representación en forma de showcase en el Primavera Club. Una pìñata rellena de Mwëslee, KIGO, Bflecha, Ho$oi, Noaipre, David M. y Arufe. Como hay unos cuantos gallegos ahí metidos nos ha parecido conveniente repasar algunas cosas de la terriña que ellos echan de menos pero que al mismo tiempo apestan bastante. Y no estamos hablando de Fraga.

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LAS FIESTAS

Arufe, el rey de los coches de choque.

Las orquestas en Galicia son auténticas rocktstars. Cada verano hay mamporros para ver quién se lleva el gato al agua. Todos quieren fichar a la mejor. Entre eso, la gastronomía y los coches de choque, las fiestas gallegas son un acontecimiento que nadie se quiere perder. Al mismo tiempo el clima nunca acompaña y las posibilidades de ligar son reducidas. Eso da asco.

LA LLUVIA

Noaipre. Cuando llueve se moja como los demás.

Ahí arriba la lluvia es una constante. Purifica el ambiente, garantiza que los embalses están llenos, alimenta el verde del paisaje y embellece las fachadas de piedra en los cascos antiguos. No hace falta decir que después de una semana ya se convierte en un engorro y los gallegos tienden a refugiarse en centros comerciales con multicines. Los centros comerciales con multicines son muy asco.

EL MAR

BFlecha es un artefacto a prueba de tsunamis.

El mar. Poético, curativo, hermoso. Las ciudades con mar son más ciudades. Habitaciones con vistas, terrazas con vistas, paseos con vistas… Surfear, navegar, nadar… Sin embargo, es más un tópico que una realidad. Muchos gallegos se pasan varios meses sin ver el mar y otros tantos lo aborrecen. Echar de menos el mar es una obviedad. Ser obvio es aqueroso.

LA COMIDA

Mwëslee desayuna caldo gallego con lubrigante.

Las nabizas son un manjar de los dioses y el caldo que se hace con ellas es para correrse y no echar gota. Pero el marisco… En serio, ya es hora de que dejéis de pedir a los gallegos que os traigan “marijquito rico” cuando vienen de visita a Madrid. Ni todos los habitantes de Galicia son percebeiros ni nadie está tan forrado como para comer nécoras cada día. Tampoco les pidáis farlopa. Pedir marisco o fariña a alguien porque es gallego da asquísimo.