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l Oeste ha sido visitado por los videojuegos con muy dispar suerte; desde el magnífico Outlaws de LucasArts hasta el no tan bueno Gun, nadie había conseguido representar bien la sequedad y la furia de esos días de forajidos, indios y

RED DEAD REDEMPTION
Plataforma: Xbox 360, PS3
Compañía: Rockstar El Oeste ha sido visitado por los videojuegos con muy dispar suerte; desde el magnífico Outlaws de LucasArts hasta el no tan bueno Gun, nadie había conseguido representar bien la sequedad y la furia de esos días de forajidos, indios y avance implacable de la civilización. La propia Rockstar ya lo había intentado con más bien poco éxito en Red Dead Revolver, del que este Red Dead Redemption es sucesor espiritual. Sin embargo, tras un desarrollo largo y no exento de todo tipo de problemas, Redemption consigue por fin lo que la tecnología no permitió con Revolver: un juego que es al far west lo que GTA IV al trapicheo indiscriminado de las megalópolis modernas. La atención al detalle, el lujo y la opulencia con que Rockstar ha decorado cada rincón del inmenso mapa hace que pasear con nuestro caballo por el simple placer de pasear esté más cerca de lo que va a hacer el usuario medio que de la fantasía del pajillero que se recorre cada milímetro del juego. Con un planteamiento clásico de juego abierto (se nos da libertad para elegir qué misiones queremos hacer, podemos explorar el mapa cuanto queramos, etc.), Rockstar ha cogido todo lo que hacía grande a GTA IV, lo ha mejorado, ampliado y trasladado al mundo de Buffalo Bill. Los resultados son inmejorables. La historia, único punto en el que flojea un poco, se salva por algunos personajes memorables, comenzando por el protagonista, John Marston, un antiguo miembro de una banda de forajidos que llega a un pequeño pueblo para cumplir cierta misión. Tan rico, detallado y bien moldeado como el juego que protagoniza, Marston es un personaje cuya historia da gusto ir conociendo. Rockstar, de nuevo, redefine la épica y se anota el juego más importante, enorme y redondo que hemos podido jugar en mucho tiempo. ALAN WAKE
Plataforma: Xbox 360
Compañía: URemedy/Microsoft Eres Alan Wake, un escritor de novelas de misterio que va con su mujer a Bright Falls, un pueblecito del noreste de Estados Unidos, para desconectar un poco e intentar superar el bache creativo que atraviesas. El encuentro con una misteriosa anciana de luto, la discusión con Alice (tu mujer, que te ha tendido una pequeña trampa: en Bright Falls hay un prestigioso psiquiatra con experiencia en ayudar a escritores sin musa) y su posterior desaparición serán sólo la avanzadilla de la gigantesca, sucia y abrumadora pesadilla que se irá cerniendo poco a poco sobre el tranquilo pueblo. Con Max Payne, Remedy ya dejó claro que no temía arriesgar en el modo de contar historias. Y con Alan Wake vuelve a apostar por una narración poco habitual, plagada de cliffhangers y picos de tensión típicos de las series de televisión, de las cuales toma prestado una estructura por capítulos, en lugar de las habituales misiones o niveles. Así, tenemos seis capítulos de Alan Wake, con su entrada de «en episodios anteriores de Alan Wake» incluida. A la hora de la verdad, cuando nos toca sacar la pistola y matar poseídos, vuelve a sorprender por lo sólido de su control, sólo empañado por algunos puntos francamente flacos como el salto. La combinación perpetua de linterna y arma de fuego (la primera para «limpiar» la oscuridad que rodea a los poseídos, paso previo imprescindible antes de empezar a pegarles tiros) funciona realmente bien y detalles como el posicionamiento de los puntos de control en las farolas encendidas o los pequeños oasis de calma que son las televisiones y radios repartidas por el juego, Magistrales. Todo ello hace que sea fácil obviar los pequeños fallos y entregarte al disfrute de uno de los juegos más interesantes que, seguro, dará el año. LOST PLANET
Plataforma: Xbox 360, PS3
Compañía: Capcom/Koch Media El primer Lost Planet fue un buen juego que llegó en el momento perfecto para que Capcom recuperara la confianza perdida de muchos de sus antiguos fans; yo el primero. Dead Rising (el maravilloso juego de matar zombies en un centro comercial) y Lost Planet fueron dos sorpresas muy agradables. Es comprensible, pues, que Lost Planet 2 avivara las expectativas de más de uno. Cuando ligas con una tía buena en una discoteca justo media hora antes de que cierre, la consigues engañar para ir a tu casa y al final descubres que tiene rabo, la decepción es más que considerable; en el caso de Lost Planet 2 ya sospechábamos que algo raro se escondía entre sus piernas, pero quisimos creer hasta el final que nos equivocábamos. La sustitución de un modo para un jugador competente, completo y con todas las de la ley por una suerte de simulación de modo multijugador con compañeros controlados por la inteligencia artificial que recuerda más de la cuenta a Battlefield en lugar de a lo que conocíamos como Lost Planet, esa sustitución, decía, no le sienta nada, pero que nada bien al juego. Máxime cuando los evidentes errores del diseño de niveles no sólo no hacen que el juego mejore cuando nos aproximamos a él con amigos, en caso de que tengamos alguno con el coraje suficiente para acompañarnos, sino que magnifican sus problemas. Los enemigos finales, tan acertados en la primera parte, son en esta ocasión mucho más grandes y espectaculares (el apartado gráfico en general sí es impresionante), pero resultan tediosos y demasiado longevos. El modo multijugador competitivo, por suerte, suple durante unas cuantas horas las carencias de la campaña, aunque no lo suficiente como para maquillar la desgraciada y cruda realidad: Lost Planet 2 es un juego con demasiadas carencias y desaciertos, demasiadas malas elecciones en su desarrollo como para ser tomado en cuenta por cualquiera que valore su tiempo. SUPER STREET FIGHTER IV
Plataforma: Xbox 360, PS3
Compañía: Capcom/Koch Media Para ti, joven que no jugaste a Street Fighter IV en su día, y para ti, joven que has jugado a Street Fighter IV hasta la nausea. Para ambos tipos de jugador es esta versión Super de la cuarta entrega (numérica) de la popular franquicia de juegos de lucha Street Fighter. Con diez luchadores nuevos, un modo online potente y bien pensado y algunos añadidos muy de agradecer (por fin han vuelto las célebres fases de bonus que tanto se echaron en falta en la versión original: la del coche y la de los barriles, auténticos estandartes de la franquicia), Super Street Fighter IV es un juego muy a tener en cuenta. Triunfa en dos direcciones: es muy accesible si eres un novato que sólo busca rememorar aquellos tiempos en los que eras más joven, tenías más tiempo y podías dilapidar tardes enteras bebiendo cerveza y jugando a la Super Nintendo, pero tiene la suficiente profundidad como para dedicarle horas y horas si eres un aficionado al género que busca una experiencia que vaya más allá de las partidas sueltas con los amigos. La auténtica cuestión, sin embargo, es otra. ¿Tiene sentido una actualización de este tipo (en formato físico, en lugar de venir vía descarga de contenido) apenas un año después del Street Fighter IV original? Pues sí. La cantidad de añadidos, mejoras y novedades bien merece, efectivamente, el prefijo y el formato físico. El precio reducido, por si acaso hacían falta más motivos, hace que la decisión no tenga vuelta atrás. Super Street Fighter IV es un buen ejemplo de cómo coger un juego sobresaliente, mejorarlo con gusto y excelencia para convertirlo, de golpe y porrazo, en el mejor juego de lucha del año por segundo año consecutivo.