Lizzie Armanto está rompiendo los prejuicios de género en el skate
Foto de Alex Aristei

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destrozando los esquemas con el monopatín

Lizzie Armanto está rompiendo los prejuicios de género en el skate

A pesar de su impresionante talento patinando, Lizzie Armanto aún se encuentra con multitud de prejuicios en el mundo del skate —y no duda en destruirlos.

Hay pocas chicas más 'cool' que la 'skater' profesional Lizzie Armanto. No solo sentimos envidia de su pelo ombré de colores ("¡Es mucho trabajo! ¡Necesité ocho horas para que quedara así!"); también querríamos tener el talento de Lizzie, la única chica en el equipo de Vans —y un fenómeno en potencia del deporte del monopatín. Lo que antes era un club solo para chicos por fin se está abriendo a la otra mitad de la Humanidad.

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Armanto, de 22 años, lleva patinando desde que tenía 14, cuando su padre les compró a ella y a su hermano menor unos monopatines de juguete. Su hermano renunció al caerse y romperse un diente, pero para Lizzie fue amor a primera vista. Participó en su primer concurso en 2009 y ganó su primer torneo profesional en 2010. Desde entonces, ha conseguido más de 30 reconocimientos, incluyendo una medalla de oro en los X-Games en Barcelona y la primera posición dos años consecutivos en el Doren Invitational US Open en Huntington Beach (California, EEUU).

En la mayoría de competiciones, Lizzie es la única participante femenina. Aunque no llega en primer lugar, tampoco queda nunca última. "Patino mejor entre chicos; el nivel competitivo me empuja a hacerlo mejor."

Lizzie Armanto en el bowl. Ver a una chica patinando al más alto nivel aún es inusual: Lizzie lucha para que deje de serlo. Foto de Alex Aristei.

A pesar de su impresionante récord, Lizzie aún ve un montón de prejuicios de género, tanto directos como periféricos. Aunque tiene mejores cosas que hacer que quejarse (como patinar, por ejemplo) aún lo encuentra un poco molesto.

"En verdad no hay nada de marketing enfocado al skate para chicas", dice. Y cuando lo llega a haber, las revistas prefieren usar modelos en lugar de skaters reales. "Si no eres skater, no conoces la etiqueta. Una revista muy famosa publicó una editorial donde trataban de buscar reconocimiento para el skate femenino en la moda, pero las modelos no sabían patinar y terminaron haciendo que el skate femenino pareciera estúpido".

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La buena noticia es que en los últimos años Lizzie ha empezado a notar un cambio gradual en la actitud: "Mientras trataba de conseguir patrocinadores para trabajar con ellos, al principio fue un reto. Todos estaban como: 'Sí, pero no tenemos presupuesto para chicas skaters'. Tengo una gran habilidad para patinar, pero como soy niña creen que solo pueden usarme para hacer marketing enfocado a mujeres".

Si Instagram puede servir de medida del éxito o la influencia (y aunque nos duela, creemos que sí), los 103.000 seguidores de Lizzie demuestran su amplio atractivo.

"No creo que las chicas se inspiren soloen otras mujeres y que los hombres solo se inspiren en otros hombres. Si un chico me ve patinar y ve algo que quiere aprender a hacer, también puede sacar ideas nuevas de allí", explica Armanto.

Lizzie nos habla de un patrocinador que hace unos años mostró dudas y escepticismo sobre su talento. Ese mismo patrocinador la contactó recientemente para diseñar un producto. "Es genial ver el cambio, y es emocionante saber que tambiénse abren oportunidades para otras chicas".

A pesar de que parece emocionada por ver una actitud más incluyente hacia las chicas —y por saber que ha jugado un rol importante en este cambio—, Armanto no se desvive analizando la política de todo esto. Más bien se concentra en su amor por el deporte y recuerda por que se metió en el mundo del skate.

"Me gusta ver que otras personas empiezan en el skate porque pueden ver a más chicas patinando y eso los motiva, pero al fin y al cabo patino porque me encanta. Hay una cultura y un sentido de comunidad detrás que son muy divertidos. Además, siempre estas exigiéndote a ti misma y aprendiendo algo nuevo, espero que eso sea lo que más inspire a los demás. Es muy gratificante".

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La otra gran pasión de Lizzie es la comida. En sus redes sociales nunca faltan imágenes de platos variados. Foto de Alex Aristei.

Cuando Lizzie no está viajando o practicando en bowls y rampas alrededor del mundo, le gusta hacer un poco de fotografía, hacer toffee casero, ir a la playa un rato y refinar su paladar con bubble tea. En general, Armanto sobresale en todo lo que tenga que ver con no tomarse la vida demasiado en serio.

"Creo que voy a bubble tea diario", dice Lizzie. "Tenemos nuestros propios lugares de bubble tea en cada ciudad que llegamos", agrega: "Una vez, alguien hizo un panda boba; sacaron la tapioca y le dieron forma de pandas. Lo vi en un blog y me volví loca".

Para el mejor bubble tea de Los Angeles, Lizzie dice que Boba 7 es un must. "Según en qué tiendas, el té parece engrudo, pero Boba 7 es el mejor. Cada vez que voy hago check-in religiosamente en Yelp. Soy como la duquesa del lugar". A lo mejor deberían de patrocinarla, ¿no? "Uf, mejor que no: si me patrocinaran, solo iría a emborracharme con su cerveza de boba tea. Eso estaría muy mal".

Este artículo se publicó originalmente en i-D México.