FYI.

This story is over 5 years old.

Highlights

El test definitivo para ver si serías un buen juez de línea

Toda la mala leche que tenistas y espectadores acumulan durante los partidos va a parar a los jueces de línea, pero... ¿realmente se lo merecen?

Esa figura del deporte que no parece tener corazón, ni menos aún emociones, llamado juez de línea, siempre me ha fascinado. Están ahí solo para que la gente se cague en ellos cuando se equivocan y les ignore completamente cuando hacen bien su trabajo. ¿No es muy triste?

Su labor, además, es una continua decepción. Tienen la posición perfecta para ver los partidos de tenis y además cobran por ello: pero no pueden animar, no pueden sentarse y disfrutar los encuentros, no pueden comentar nada con el vecino porque no tienen a nadie que les quiera alrededor.

Publicidad

Vosotros qué preferiríais: ¿estar ahí al lado de vuestro tenista favorito sin poder decir nada, o muy lejos pero con vuestros colegas gritando y diciendo chorradas todo el rato?

Pues es muy difícil, y también es muy difícil ser un juez de línea. ¿Queréis comprobarlo?

Probadlo haciendo click en este link.

Si sois capaces de juzgar si una pelotita amarilla que va a 200 kilómetros por hora ha tocado o no una línea, entonces valéis para hacer de jueces. Si no… bueno, por la tele se ve bastante bien el tenis también.

A mí me ha cambiado el día, la verdad. Tras leer este artículo del Wall Street Journal, mi percepción de los jueces de línea ha cambiado completamente. La próxima vez que fallen les criticaré menos. Bueno, tampoco mucho menos, pero un poco sí.