Dani Alves vuelve como rival porque ha explicado que la camiseta del Barcelona no volverá a ser parte de su trayectoria como futbolista, pero permanece en el corazón. El brasileño jugará el partido definitivo para alcanzar con la Juventus la semifinal de la Champions League y la huella blaugrana permanece: "Soy un culé más que va a apartar sus sentimientos cuando empiece a rodar la pelota", reafirmó en conferencia lo que aclaró antes de irse.A Dani no le da miedo ser franco ante los micrófonos, su equipo llega con una ventaja importante de tres goles y aunque el sentimiento se mantiene vivo, dijo que su profesión le exige ir en contra y defender los colores que viste desde el año pasado."Durante mis tres últimas temporadas siempre se escuchaba que Alves se iba, pero los directivos nunca me decían nada a la cara. Fueron muy falsos y desagradecidos. No me tuvieron respeto", en su primera entrevista tras dejar al Barcelona tampoco tuvo miedo de acusar a los dirigentes de no tener idea de cómo tratar a sus futbolistas. La situación está clara, Alves se fue dolido y antes escribió una carta para quienes lo apoyaron durante los ocho años que se despertó cada día para entrenar o jugar con el escudo en el pecho.Después de 23 títulos conseguidos, el regreso al campo del Barcelona tenía que ser así. Dani Alves besó el césped que no es necesario reconocer con el resto de sus compañeros, lo conoce muy bien. "Me fui de aquí por una puerta medio empujado", dijo en la conferencia previa y será aun más especial si consiguen derrotar al que considera "el mejor equipo del mundo".
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