Cuando el surrealismo y el barroco se conocen en la era de los collages digitales

El collage continua siendo un medio poderoso para comunicar ideas complejas. La sobreposición de imágenes cargadas de significado con símbolos equívocos, crean un lenguaje visual que invita a nuestros ojos a unir las piezas como si estuvieran viendo un rompecabezas incompleto. Hoy, gracias al uso de herramientas digitales, las posibilidades del medio son infinitas.

Marcel Lisboa , un diseñador gráfico de São Paulo, continuamente experimenta con el collage digital para viajar a través del tiempo y explorar la naturaleza humana. Tiene un rango muy grande de influencias en sus piezas y en ellas mezcla imágenes de la era del Barroco con su propio lenguaje visual. Además, mientras trabajaba en publicidad, Lisboa aprendió a usar los colores vibrantes e imágenes llamativas de nuestra cultura visual para atraer las miradas. También encuentra inspiración en el trabajo de artistas contemporáneos como Richard Hamilton, quien convirtió el collage en un comentario sobre la vida postmoderna y el capitalismo.

Entre las Líneas, por ejemplo, se siente como una búsqueda del tesoro para aquél que la ve; Una mujer sentada con la boca cerrada y unos ojos sin pupilas; Un ojo en su frente imita los mismos que cubren la superficie de las cajas flotantes en el fondo; El paisaje natural detrás, con una trama de colores etéreos, crea una escena alucinógena; En su mano, la siniestra figura sostiene un pañuelo y un collar de oro que parece estar en llamas; Y sutilmente dos bichos se pasean sobre su cara.

En cada collage digital, Lisboa combina lo clásico con lo contemporáneo de una manera surreal. El diseñador gráfico fue atraído hacia lo barroco debido a su tendencia decadente y inconfundible estilo de vestimenta.

“Creo que esa era fue fantástica,” Dice Lisboa a The Creators Project. “Todo el simbolismo, lo obscuro, la sensualidad me atrae y la ropa de la era, me gusta mucho también. Los hombres parecían más o menos andróginos con esos lujosos ropajes. Yo uso éste aspecto andrógino en mi trabajo para hacer una reflexión sobre la sexualidad.”

Lisboa también crea sus piezas como una especie de reflexión sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. Él se imagina un tiempo “en nuestra pre-colonización occidental” donde el hombre, tal vez, “vivió en armonía” con la naturaleza. Un cierto tipo de nostalgia surge con cada pieza, inclusive como si buscaran incitar un sentido de presentimiento en los que la ven. Con esa confluencia de significados, los trabajos dejan suficiente espacio para que cada quien genere sus propias interpretaciones.

Lisboa deja que su imaginación tome el control cuando junta cada imagen con la otra. Así, éste proceso instintivo lo lleva a la composición final.

 “En mi trabajo personal yo no planeo nada,” escribe Lisboa. “Todo se presenta en mi mente y yo intento ponerlo en una hoja blanca.”

Puedes encontrar el trabajo de Marcel Lisboa aquí.

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