Nuestros deseos para la escena electrónica nacional en este 2016

Llevamos apenas catorce de los 366 días que nos faltan para recorrer completico este 2016. Apenas estamos, como todos, volviendo a la rutina, acomodándonos de nuevo a los horarios laborales, untándonos cremita en la cara y los hombros para no descascararnos y extrañando entre suspiros nuestros destinos vacacionales. Pero la expectativa por lo que este nuevo año le va a traer a la escena electrónica de nuestro país está más viva que nunca, y si el 2015 que acabó de pasar estuvo increíble para ella, somos más que optimistas por lo que pueda suceder en los próximos 352 días.

Por eso, y porque todavía tenemos pegada esa vibra de propósitos de año nuevo con el que todo el mundo empieza el año, quisimos hacer una lista de todas las cosas que consideramos necesarias para que el circuito electrónico nacional siga creciendo de la manera en la que lo está haciendo, y el baile se vuelva aún más generalizado.

Unión. El mayor deseo que tenemos para el próximo año parte de una de las lecciones más importantes que aprendimos en el que acabó de pasar. Necesitamos más solidaridad y compañerismo entre colectivos, parches, promotores, clubs y escenas. No sirve de nada la envidia y las malas intenciones entre nosotros, recordemos que al final del día, todos tenemos el mismo objetivo: un fiestón de puta madre.

Desarrollo. Ojalá muchas ciudades con escenas emergentes se inspiren con los pasos de las que ya tienen un recorrido electrónico bien definido y en marcha, como lo son Bogotá, Medellín y hasta Cali. Queremos que ciudades como Cúcuta, Tunja o Ibagué empiecen a figurar cada vez más en el radar, para que vayan armando su propio camino y así ir articulando un circuito nacional electrónico poderosísimo, compacto, que sobresalga en nuestro continente.

Baile. Esperamos de todo corazón que el Niño Dios no les haya regalado más cámaras y celulares de última generación. Ya tenemos suficientes manos alzadas registrando las fiestas de principio a fin, en vez de sudarlas, de vivirlas. No necesitamos más fotos, pero sí más suelas desgastadas.

Apoyo. Qué lindo sería ver que como público estemos dispuestos a llenar un lugar y pagar la misma entrada por un artista internacional, que por una noche llena de buen talento local. Ojalá este año se logre este ojetivo.

Realidad. Asimismo, queremos que cada vez haya menos espacios dedicados a la fanfarronería, a la fachada y al glamour. Ojalá en lugar de eso se conviertan en sitios diseñados para el baile contundente, la buena vibra y sobre todo la inclusión de todos los públicos.

Remates. No solo necesitamos lugares así, 2016. También te pedimos encarecidamente sitios para rematar la fiesta hasta bien entrado el día, prometemos no portarnos tan mal.

Warm ups. El 2015 nos premió en forma de fiestas y de artistas que ni en sueños nos imaginábamos. Artistas que necesitaban una presentación previa, una introducción musical digna, la cual muchas veces no sucedió de la manera debida. Para el próximo año, estaría buenísimo que varios DJs locales, encargados de abrirles a artistas internacionales, entiendan finalmente lo que significa un buen warm up. La misma palabra lo dice: se trata de calentar, no de prender en llamas.

Hedonismo. Para este 2016 queremos seguir disfrutando del baile desenfrenado, el sudor, los besos en medio de la pista de baile y obviamente el buen sexo (sin condón ni pío), todas estas cosas en abundancia, pues son cosas ricas de la vida que nunca van a sobrar.

***

Cuéntenos qué desean para su escena electrónica en este 2016 debajo del artículo.