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Marca España

¿Por qué no están mandando bomberos forestales del resto de España a Galicia?

"Cuando en Galicia se apague el fuego, dejaremos de pensar en ello. Pero el problema seguirá estando ahí".
Incendio en Arbo en agosto de 2016. Miguel Vidal/Reuters

Mientras Mariano Rajoy pone rumbo a Galicia para "seguir de cerca" los 105 incendios que siguen en activo en la comunidad y que se suman a los 31 de Asturias y a los 108 de Portugal, muchos bomberos forestales de nuestro país se preguntan por qué no están haciendo ellos lo mismo. Por qué no están desplazándose masivamente profesionales forestales a Galicia.

"Hay muchas dudas sobre los protocolos de actuación forestal a nivel global que existen en nuestro país para luchar contra situaciones como esta. Si existen, no se están aplicando", nos cuenta Vicente Rodriguez Barbero, portavoz de la PASBF (Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Bomberos Forestales), mientras Rajoy tuitea apelando a la coordinación.

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"Es más sencilla la cooperación entre Australia y Estados Unidos a nivel de extinción de incendios forestales que entre las distintas Comunidades de nuestro país. Desde los sindicatos estamos reclamando medidas globales para casos como el que estamos viviendo, así como una estabilidad en el empleo y una mayor inversión en gestión forestal, que a día de hoy es prácticamente nula. Son medidas totalmente necesarias ante incendios como los que se están produciendo en Galicia y Asturias", añade.

"Es más sencilla la cooperación entre Australia y Estados Unidos a nivel de extinción de incendios forestales que entre distintas comunidades de nuestro país"

"La sensación es de impotencia total", dice Vicente. "Vemos como el norte arde y no nos llevan allí a ayudar. Por otra parte, llevamos años reclamando que se invierta en la prevención, en la gestión forestal. Es normal que montes que no se han limpiado durante 50 años ardan de esta manera, y si a eso le añades la ausencia de caminos porque tampoco se ha invertido en abrirlos, el clima de estos meses… el resultado son las imágenes que nos están llegando.

Nunca vas a poder evitar un incendio, ya sea fortuito u ocasionado, pero sí se puede trabajar en minimizar sus riesgos y su impacto con trabajo preventivo. Y no se está haciendo desde hace años. Cuando en Galicia se apague el fuego, dejaremos de pensar en ello. Pero el problema seguirá estando ahí", añade.

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"La sensación es de impotencia total. Vemos como el norte arde y no nos llevan allí a ayudar"

Manuel Martínez, bombero forestal de la Xunta de Galicia, responde a nuestra llamada tras 20 horas de trabajo ininterrumpidas. "Vuelvo a casa y tampoco puedo dormir de la tensión. Tengo los ojos, las manos y la frente bastante abrasados. No he visto las imágenes que han salido en los medios porque no he visto la tele ni he leído desde hace días. Realmente me he enterado hace 2 horas de lo que estaba pasando. Pero lo que viví ayer fue terrorífico. Lo peor que he visto durante todos estos años como bombero forestal", nos dice.

Sobre la situación de precariedad del gremio, Manuel afirma que, ante un momento tan extremo como el que se está viviendo actualmente en Galicia, solo puede pensar en una respuesta a corto plazo. "Estamos totalmente superados. Hacen falta bomberos en Galicia, vengan de donde vengan. Llevamos días en los que nuestra vida se reduce a fuego-dormir-dormir-fuego, así que nos resulta muy difícil saber lo que pasa más allá de las llamas. Pero lo que está claro es que los políticos tienen que agilizar los trámites y hacer algo inmediatamente. Si no llueve en Galicia, esto va a ser una hecatombe. No podemos ni defender las autovías.

"En Galicia estamos totalmente superados. Los políticos tienen que agilizar los trámites y hacer algo inmediatamente. No podemos ni defender las autovías"

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Cuando le preguntamos qué les pediría a las instituciones, este forestal gallego que se encuentra en el ojo del huracán responde que, simplemente, empatía. "Que protejan a la gente que se está jugando la vida. Que se dejen de burocracia y manden bomberos forestales a Galicia de manera inmediata si no quieren que esto se convierta en algo terrible".

Las reivindicaciones de los bomberos forestales en Galicia y otros puntos de la Península llevan tiempo resonando. Al hilo de las peticiones del gremio -estabilidad laboral, cese de una externalización y una privatización que conllevan precariedad, etc…- APROPIGA (Asociación Profesional do Servizo Público de Prevención e Defensa Contra Incendios Forestais da Xunta de Galicia) emitía el pasado 1 de octubre un comunicado en el que protestaba por el cese de más de 400 de sus trabajadores y afirmaba que "un servicio público profesionalizado de prevención y lucha contra los incendios forestales (…) no puede basarse en la precarización de sus trabajadores. Un modelo eficaz no puede basarse en la fragmentación, la privatización y la precarización de sus trabajadores sino en un modelo público y único".

Le preguntamos por ello a Manuel Martínez. "Claro que prefiero que todos formemos parte de una empresa pública y que se convoquen oposiciones inmediatamente, porque ahora estamos funcionando con un 40% de personal interino y con muchísimas externalizaciones. Pero, ante esta situación, necesitamos profesionales urgentemente. Ya sean interinos, funcionarios, contratados por 3 meses… son igual de operativos. Todos ellos se juegan la vida, pero es primordial que los manden. Que los políticos sean eficaces en vez de efectistas", pide.

"Es necesario que se convoquen oposiciones inmediatamente, porque ahora estamos funcionando con un 40% de personal interino y con muchísimas externalizaciones"

Antes de colgar, Manuel admite que, durante estos días de trabajo a destajo en los que él y otros compañeros obvian que solo pueden trabajar 12 horas seguidas, se siente asustado. "Claro que tienes miedo cuando pasas días y días entre llamas y ves lo que estamos viendo. Pero al final, lo único que podemos hacer es defender nuestra tierra. Que nos queda poca".

Y hablando de tierra: tan solo cinco días antes de que Manuel y sus compañeros tuvieran que defenderla trabajando 20 horas seguidas porque Galicia se había convertido en una bola de fuego, el PP rechazó la propuesta de prohibir construir sobre terrenos forestales incendiados.