Cómo está el caso Rafa Márquez: sin filias ni fobias
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Caso Rafa Márquez

Cómo está el caso Rafa Márquez: sin filias ni fobias

Es necesario encontrar la objetividad en una vorágine informativa que ha desatado el señalamiento del Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusando a Rafa Márquez de ser parte de una red de lavado de dinero.

Como suele suceder en nuestro país, a raíz de la aparición de Rafa Márquez en una lista de sancionados del Gobierno de Estados Unidos por vínculos con el crimen organizado, las reacciones han caído esencialmente en los extremos. Están quienes lo llaman narco y otros que juran y perjuran que es inocente, sin siquiera entender lo que realmente pasa.

Por ello, en estas líneas intentaré dar contexto, a raíz de lo que he investigado tras hablar con gente que sabe del tema y leer innumerables artículos sobre su situación en concreto.

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Primero, hay que entender que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos no pone nombres en su lista nada más por que sí. Y no se trata de sospechosos si no de gente sobre la que el organismo, tras años de investigación, ha concluido que tiene vínculos con el crimen organizado. Es un sistema que no pasa por los juzgados y en el que la "presunción de inocencia" no existe. Si aparecen ahí es porque el gobierno gringo está esencialmente convencido de su culpabilidad.

Este procedimiento fue implementado por Bill Clinton en los noventa, y desde entonces ha tenido muy pocos errores. En general, quienes han aparecido en la lista es porque, en efecto, han tenido vínculos. De hecho, una de las razones por las que sus nombres son incluidos es para que revelen información sobre los capos con los que son relacionados, y así recuperar las propiedades que les fueron incautadas.

¿Habría alguna razón extra por la que el gobierno de Estados Unidos quisiera acusar al futbolista? ¿Alguna cortina de humo? La verdad se ve complicado. Los gringos no tienen gran cosa que ganar al incluir el nombre de una persona conocida; de hecho, en caso de que no fuera cierto, se podrían arriesgar a una demanda que no sólo sería millonaria sino que podría convertirse en un escándalo público. Y no es un asunto de Donald Trump. La investigación al respecto comenzó mucho tiempo antes de su presidencia.

Pero además, como detalla en este artículo Jorge Fernández Menéndez, uno de los principales expertos en narcotráfico en México, los vínculos entre el futbolista y Raúl Flores Hernández, el capo al que ha sido ligado, no sólo existen sino que vienen de mucho tiempo atrás, y son demasiado frecuentes como para ser coincidencia. Realmente los invito a que lean el texto.

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Por ello, es complicado creer en una inocencia absoluta del futbolista. Es posible, por supuesto, pero no parece probable. Ojalá que así sea, pero por lo pronto, los invito a hacer un ejercicio. Con toda la información disponible cambien el nombre de Rafa Márquez por el de, digamos, Salvador Cabañas o Ángel Reyna. ¿Habrían saltado del mismo modo en su defensa? Me parece que en un caso así se debe evaluar la información disponible, no el nombre del involucrado.

¿Quiere decir entonces que Márquez es un narco? NO. Y eso es importante decirlo. Por el momento, lo que sabemos es que apareció en una lista que comete muy pocos errores, y que hay indicios para pensar con bastante certeza que su aparición no fue un accidente o un error. Eso no quiere decir, sin embargo, que tuviera relación alguna con la operación del crimen organizado o incluso que fuera él quien personalmente haya establecido la asociación (aunque, aún sin serlo, su falta de conocimiento no lo exoneraría, ni mucho menos).

En principio, el Departamento de Justicia continuará su investigación, para tratar de establecer si existen elementos para procesar penalmente a quienes forman parte de esa lista, pero, hasta el momento, no hay elementos para saber si la asociación del futbolista va más allá de lo descrito en la lista del gobierno estadounidense.

Por ello, como en casi todo, la verdad parece estar en medio de los dos extremos. Pero eso no significa que no se puedan hacer inferencias por la información hasta ahora conocida. Corresponde, lamentablemente, a Rafa, probar que esa información haya sido errónea en primer lugar. Ojalá que lo consiga.