Imagen vía Jordan Perdomo/EPA.
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"Los siete miembros de la pandilla 18 han sido condenados a 35 años de cárcel por cada homicidio y cinco más por organizaciones terroristas", dijo la fiscalía.La legislación salvadoreña considera "terroristas" a bandas delictivas como las pandillas, cuya guerra a muerte por el control del territorio para el narcotráfico y la extorsión desató una espiral de violencia en el país, con altos niveles de pobreza. El Código Penal establece una pena máxima de 60 años de cárcel por el delito de homicidio.Según información difundida por el portal El Salvador, diez de las víctimas eran trabajadores de una empresa subcontratada por una distribuidora de energía eléctrica y ese día llegaron a San Juan Opico, para hacer excavaciones y colocar postes del tendido eléctrico.La última víctima era un jornalero que realizaba labores agrícolas en el sector.El Salvador crea una unidad militar especializada para capturar pandilleros. Leer más aquí.
Durante las investigaciones la fiscalía determinó que un día antes de la masacre, el cabecilla de la pandilla, convocó a 16 sujetos para ir a vengar la muerte de unos compañeros a un territorio donde hay presencia de la Mara Salvatrucha.Sin motivo aparente los sometieron; todo parece indicar que los confundieron, y los obligaron a tirarse al suelo boca abajo y los ataron de las manos con cinta adhesiva. Tres delincuentes se quedaron vigilándolos y los demás se fueron a buscar al resto de trabajadores. Después los llevaron a una finca y ahí los mataron.Aunque el Gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén ha logrado reducir los niveles de criminalidad mediante estrategias de mano dura contra los pandilleros, la nación centroamericana registró en 2016 una tasa de 81.7 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo.Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs