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VICE World News

El controlador de prisiones de Francia se opone a agrupar presos radicalizados

La autoridad penitenciaria independiente del país advirtió que el aislamiento de los reclusos radicalizados podría ser peligroso y aumentar la probabilidad de radicalización.
Imagen por Fresnes Prison vía Lionel Allorge/Wikimedia Commons

En un informe publicado el martes, la autoridad penitenciaria independiente de Francia criticó una iniciativa del gobierno francés para aislar a los internos radicales islamistas con el fin de prevenir el reclutamiento entre los presos. El controlador penitenciario Adeline Hazan calificó la iniciativa de "potencialmente peligrosa".

"Hay riesgo de exacerbación y de crear un efecto de bola de nieve", dijo. "Corremos el riesgo de crear bombas de tiempo".

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La iniciativa se puso a prueba en octubre de 2014 en la cárcel de Fresnes, donde 20 presos considerados islamistas radicales fueron aislados de otros detenidos en unidades independientes. En declaraciones a VICE News el pasado mes de noviembre, el portavoz del Ministerio de Justicia Pierre Rancé describió el experimento como "parte de una revisión mayor dentro del ministerio para evaluar cuál es la mejor solución posible para la gestión de reclusos que han sido acusados de terrorismo".

Una cárcel francesa pretende frenar la radicalización mediante el aislamiento de los 'islamistas radicales'. Leer más aquí.

El 21 de enero, pocas semanas después de los ataques terroristas que dejaron 17 personas muertas en los alrededores de París, el primer ministro francés, Manuel Valls anunció planes para extender el sistema a otras cuatro prisiones a finales de 2015.

El martes Hazan dijo a VICE News que no hay ninguna "solución milagrosa a la compleja cuestión de la radicalización" dentro de las cárceles, y que "salta a la vista que la propuesta de que los reclusos radicalizados deban mantenerse asilados fue prematura". Destacó que la agrupación de presos conlleva peligro ya que los prisioneros "presentan niveles muy dispares de radicalización", advirtiendo que los que tienen puntos de vista menos extremos se exponían a ser influenciados por los internos más radicales.

"Cuando visité la prisión de Fresnes", recordó, "noté que habían colocado a un joven que fue a Siria por capricho [en la misma celda] que a un líder completamente radicalizado".

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El controlador de prisiones — quien describe su trabajo como el de asegurarse de que se respetan los derechos fundamentales de los presos — criticó el sistema de evaluación actualmente en vigor en las cárceles francesas para detectar y monitorear a los internos radicalizados, argumentando que está obsoleto y es inadecuado para las tendencias actuales de radicalización. Pidió que un aumento de recursos para los servicios de inteligencia de la prisión.

Hazan también expresó su preocupación por el insuficiente control gubernamental de la iniciativa, y advirtió potenciales violaciones de derechos.

"Además de ser potencialmente peligroso, el aislamiento de los detenidos en unidades independientes no está respaldado por ninguna legislación aplicable", agregó.

El hacinamiento en las cárceles de Francia es un factor importante en la radicalización en prisión, añadió Hazan.

"A pesar de ser consciente de la sobrepoblación, el gobierno no evaluó adecuadamente los riesgos" de la radicalización, dijo. "Tenemos que hacer cumplir la ley del 2009 que da [a los internos] el derecho a celdas individuales."

Hazan ha sugerido dos métodos alternativos para combatir la propagación de la ideología yihadista en las prisiones: la creación de "programas de desradicalización" y la reubicación de los internos radicalizados a lo largo de todo el país en lugar de concentrarlos en las cárceles en las afueras de París. Respecto a la desradicalización, el gobierno anunció planes en abril para abrir un centro para jóvenes que regresan a Francia después de luchar junto a los militantes islámicos en zonas de conflicto como Siria e Irak.

El ministro de Justicia francés Christiane Taubira respondió al reporte destacado en el documento como apéndice. Entre sus comentarios, Taubira explicó que "los esfuerzos para dispersar a las personas detenidas por actos de terrorismo vinculados al islamismo radical se descarrilaron rápidamente" por el aumento dramático en el número de presos acusados de terrorismo — de 90 a 190 entre 2013 y 2015.

Taubira agregó que el gobierno había revisado su iniciativa desde la redacción del informe, y que está "abierto a propuestas" sobre cómo controlar mejor la radicalización dentro de las prisiones.

Sigue a Matthieu Jublin en Twitter: @MatthieuJublin

Imagen por Fresnes prison vía Wikimedia Commons